lunes, 4 de marzo de 2013

¿QUÉ SE HA HECHO LA POLÍTICA DEL EMPLEO EN VENEZUELA?


¿QUÉ SE HA HECHO LA POLÍTICA DEL EMPLEO EN VENEZUELA?
Zenair Brito Caballero
Algunos aprendimos que el pleno empleo es representativo de una condición idónea donde el balance entre oferta y demanda de éste, satisface los deseos de laborar de la población económicamente activa. El pleno empleo es una meta explícita de la política económica en casi todo el mundo, y en algunos países se ha logrado algo muy cercano a esta condición.
Aquí en Venezuela, este balance siempre es una constante en los ideales, tanto de los economistas y gobernantes, como de la sociedad en general. Lograr un aumento real a la cifra de empleos es así mismo una promesa de campaña electorera, una meta macroeconómica y un sueño de la mayoría de las y los venezolanos.
Y es que mientras en Latinoamérica se han reducido las tasas de desempleo al 6.4%, lo que representa el mínimo en 22 años en toda la región, Venezuela (a la par de países como Belice o Barbados) es de los pocos que ha aumentado su tasa de desempleo del 3.9 al 6.0 por ciento.
Según cifras de la OIT, cerca del 30% de los latinoamericanos viven aún en la pobreza. La realidad es que se está generando empleo, pero en la mayoría de las ocasiones éste es de mala calidad, está mal pagado o no cuenta con una certeza jurídica que ampare la situación laboral de los trabajadores. Se ha creado principalmente en sectores con índices de baja productividad, como la construcción y el comercio informal o buhonería.
Nuestro país es lamentablemente uno de los pocos, donde no ha bajado la informalidad laboral, es común ver gente empleada de varias formas en las calles, en las aceras, que viven de las facilidades y el riesgo que representa trabajar fuera de un esquema legal. Las cifras hablan que cerca del 60 por ciento de los jóvenes que cuentan con empleo, carecen de seguridad social, así como de todas las prestaciones inherentes a la misma.
La informalidad prevalece en niveles elevados casi en la misma proporción entre hombres y mujeres; con una tasa de 54.2%, mientras en países como Brasil o Argentina, el aproximado fue de 38.4 por ciento.
Pero como lo hemos señalado permanentemente en otros artículos de opinión, la desigualdad de ingreso también se concentra por género, siendo aquí el doble de la que prevalece en el promedio de América Latina. Según cifras del Banco Mundial, las mujeres trabajadoras en Venezuela reciben en promedio una remuneración 20 por ciento menor que los varones por la realización del mismo trabajo.
En este contexto no es arriesgado considerar que la Reforma Laboral en Venezuela, se ha pugnado más por reducir la cifra de desempleados y ampliar la base tributaria, que por ofrecer una solución integral a esta problemática compleja y creciente desde hace ya  hacen 14 años en nuestro país.
Las supuestas reformas aprobadas al marco jurídico laboral venezolano, pareciera que establecen medidas paliativas al problema, buscando eso sí incentivar la contratación de nuevos empleos, aligerando los beneficios legales obtenidos en tiempos pasados, y demeritando de esta manera garantías legales para los trabajadores, algo que a la fecha es bien sabido por el grueso de la población.
No se trata que la ley sea retroactiva, sino que al abrir un abanico de posibilidades dentro de los esquemas contractuales, la calidad de la oferta laboral ergo se ve disminuida. En esta búsqueda para la generación de más empleo, no podemos menoscabar la justicia social.
El pleno empleo tiene beneficios directos en los individuos, sus familias, y en la economía en general, pero a su vez tiene una tarea pendiente en la promoción de equidad y estabilidad social.
El mayor obstáculo para lograr esta condición no es sólo proveer de empleos aquellos que no lo tienen, sino ofrecer trabajo legal y de calidad. Hace ya varios años,  escuche una frase a un político muy inteligente, una frase que conservo en mi mente: “El empleo es una situación ineludible que los seres humanos requieren para vivir con dignidad y es la única manera de entender un Estado de derechos plenos”. britozenair@gmail.com


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