miércoles, 6 de junio de 2012

“DECENCIA DIGNIDAD O VERGÜENZA”


“DECENCIA DIGNIDAD O VERGÜENZA”

. Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
En vísperas de la inscripción de los candidatos a las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, ya se ven las tendencias, unos con marchas, otros con las redes sociales. Total, cada uno se acomoda a las circunstancias, pero el fin es el mismo lograr la silla presidencial. En medio de tanto alboroto, regocija comprobar que la oposición ya tiene marcada su ruta por donde irá la marcha a acompañar a Henrique Capriles Radonski a su inscripción en el CNE.

Siendo cierto que "el hábito no hace al monje “o “la camisa roja al revolucionario” no lo es menos que debajo de un aspecto jovial, juvenil, de un excelente léxico, de preparación política, gerencial, legislativa y de una clara inteligencia, se encuentra un ser humano en cuyo fondo subyace la dignidad que le es propia, tanto a él como a sus seguidores por el solo hecho de ser personas sensatas que buscan un camino para el logro del progreso para Venezuela.
Sobre esta base de dignidad nuestra nación  en épocas postreras, ha levantado el andamiaje de los poderes morales o derechos humanos, cuya defensa, al provocar consensos y disensos, conflictos y ofensivas, confirma que cada individuo, cada comunidad y cada pueblo quieren arrogarse la razón, pretendiendo convertirse en depositarios de la verdad.
Si se acepta este orden conceptual y que todas las personas poseen iguales deberes y derechos, entonces todas tienen lo mismo qué perder: ¡Su dignidad! ¡Su decencia! De lo expuesto se deduce la insensatez de los que dicen llamarse socialistas-comunistas, quienes aducen que sus seguidores deben arriesgarlo todo por ellos, ya que la máxima expresión de sacrificio encarnada en los acompañamientos, sólo la ejercen quienes habiendo sido aleccionados, adoctrinados para renunciar a su vida e integridad, lo arriesgan todo por su defendido.
Si está confirmado que no todo lo que brilla es oro, de manera similar, no por ostentar poder o tener, se posee mayor dignidad, reflexión que ayuda a reivindicar derechos violados, condiciones ultrajadas, mancilladas, marginaciones deshumanizadas, rotulaciones humillantes, discriminaciones desconocidas y dignidades perdidas.
Nacidos para volar, los seres humanos debemos reclamar siempre respeto por las alas, ya que de no ser así, luego de atrofiar el vuelo, lo que sigue es arrastrarse, tal y como lo hacen quienes por no abrirse otros campos en la vida, se impelen a través de conductas y comportamientos serviles con los que confirman su bajeza y mezquindad.
Se arrastran, por ejemplo, los trabajadores regalados, los sindicalistas vendidos, los militares genuflexos, los ministros focas, los periodistas aliados al poder, los politiqueros oportunistas, los correveidile que actúan en función de sus propias conveniencias y, en fin, quienes deponen su dignidad por defender un mendrugo. ¡Pobres pero honrados!, dirían los abuelos, a lo que puede agregarse: ¡pobres pero dignos!, o lo que es igual ¡Decencia, dignidad o vergüenza!. ¿Qué queremos para Venezuela? ¿La inmoralidad, la corrupción, la delincuencia  y el hundimiento del país? ¿O la libertad, la paz, el decoro, la lucha contra la delincuencia y contra la corrupción? Hay un camino EL DEL PROGRESO

LA ANGUSTIA ROJA-ROJITA


LA ANGUSTIA ROJA-ROJITA
Zenair Brito Caballero
 Ante la inminente entrega de la banda presidencial, de La Casona, de Fuerte Tiuna y del Palacio de Miraflores, además de los generosos privilegios, el Comandante debe vivir crisis de angustia y ansiedad no solo por la enfermedad que padece, sino al ver que se le esfuman las esperanzas de continuar en el poder omnímodo

Como el primer miembro del PSUV, ya debe estar enterado que la mayoría de las empresas encuestadoras conocidas y reconocidas colocan a Henrique Capriles cabeza a cabeza o en primer lugar de la preferencia electoral. Tal vez le es difícil aceptar que su campaña por los medios de comunicación del gobierno, no ha logrado convencer a los potenciales electores y nuevos votantes que el PSUV debe conservar la Presidencia de Venezuela
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Con el afán de impedir lo irremediable, el Comandante convaleciente de su enfermedad, comparte la máxima responsabilidad política del país, con hacer campaña a favor de su partido y; no cesa en emitir declaraciones intervencionistas vía Twitter o llamadas a VTV  -no obstante la "prohibición", impuesta por el Consejo Nacional Electoral- de cara a los próximos comicios del 7 de octubre
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En lo que resta de su "gobierno socialista-comunista" seguramente lo ocupará en denostar a sus adversarios y a promover y magnificar los escasos "logros" de su "administración" de trece años para impulsar su candidatura, sin importarle las críticas, los comentarios negativos y las violaciones a los ordenamientos legales.

La angustia del Comandante de entregar el poder ha sido motivo para no atender ninguna de las "recomendaciones" que le haga el CNE, en virtud de que no puede ser sancionado. Además está acostumbrado a ejercer sin restricciones el gran poder presidencial, porque, cual marioneta dirige los hilos de todos los poderes.

Otro motivo de su desasosiego una vez que entregue el poder, sería el juicio de la historia o la serie de arremetidas que tendrá que enfrentar por sus malas decisiones, en especial por no hacer un extremado control contra el crimen organizado, que ha enlutado a miles de hogares venezolanos, además del deterioro irreversible que ha ocasionado en las Fuerzas Armadas Bolivarianas de nuestro país, por haberlas involucrado en su fallida "estrategia" socialista-comunista, que indudablemente ha sido un fracaso
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En sus frecuentes cadenas de "promoción gubernamental", ahora disminuidas por su enfermedad, promueve su imagen, bajo el tramposo argumento de que en sus giras nacionales y en el extranjero ha mostrado "los múltiples resultados que ha tenido su gobierno" y repite sus discursos cargados de datos y cifras llenas de optimismo. Insiste en que Venezuela  está en mejores condiciones que hace trece años, en un intento más de tratar de convencer a los amigos y amigas que "vivimos mejor que en los gobiernos del pasado".

El Comandante entró sin mesura a la contienda electoral hace varios meses y es partícipe de la "guerra sucia", de las artimañas de sus seguidores genuflexos y de los golpes bajos, que organizan los "estrategas de campaña" encabezados por José Vicente Rangel, Diosdado Cabello, Aristóbulo Isturiz Elías Jagua, Nicolás Maduro, y por lo tanto no existe impedimento legal para llevarlas a cabo. Además afirmó que Venezuela está mejor que nunca, "pese a quien le pese".

El Comandante  no ha considerado que el rechazo de los "amigos y las amigas" por refrendar un nuevo período de gobierno, se debe a los altos índices de desempleo y pobreza; a la persistente corrupción en los altos funcionarios, protegidos por la impunidad. A lo anterior, habría que añadir el dramático aumento de la violencia, las ejecuciones masivas, los abusos y la incapacidad de las autoridades responsables para combatir a la delincuencia organizada en los últimos  trece años.

Además, se debe sumar la división interna en el PSUV, las derrotas en elecciones regionales y locales y las prácticas tramposas antidemocráticas de los rojos-rojitos, como la compra de votos, padrones inflados, acarreo de votantes, uso electoral de los programas sociales o misiones y presión para los electores. Todo mezclado ha dado como resultado un verdadero "cochinero  rojo-rojito". Qué necedad del Comandante comunista de hacer tareas de proselitismo y alterar el equilibrio electoral

¿Ayuda o perjudica la intervención presidencial en la campaña de Henrique Capriles? ¿El Comandante seguirá violando la Constitución, gracias a la Ley Habilitante y a la inmunidad de su alto cargo? La arrogancia del Comandante, ¿será factor para ignorar las recomendaciones del CNE? ¿Alguien le hará caso al árbitro? Amanecerá y veremos.

“LO IMPORTANTE NO ES LA FACHADA, SINO LO QUE ESTÁ DENTRO”


“LO IMPORTANTE NO ES LA FACHADA, SINO LO QUE ESTÁ DENTRO”
Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
Podemos contemplar la vida como una larga carrera por poseer cosas: tenemos casas lujosas, apartamentos VIP, carros o camionetas de último modelo, alto nivel de instrucción, varios títulos universitarios,  amplia cultura… hasta nos reservamos un lugar en el cementerio. Hablamos de “mi empresa”, “mi consultorio”, “mi dentista”, “mi profesor”, “mi peluquero”. Es como si esos títulos de propiedad nos hicieran más fuertes, más importante, incluso más felices.
Por el contrario, si nos preocupamos por desarrollar nuestras capacidades (solidaridad, respeto al otro, valoración de uno mismo o autoestima y de los demás, la creencia en el otro, en los principios religiosos, etc.) entonces somos gente rara, que no sintoniza con la gente que se dice pertenece a la cultura del siglo XXI.
Lo sano estaría en la línea de saber “tener” para posibilitar el desarrollo de nuestras potencialidades. Así: el deportista incrementa sus cualidades físicas, el intelectual crece en su capacidad de saber y el obrero se perfecciona en su profesión.
Podemos rematar entonces, que el afán normal de “tener” se vincula siempre al bienestar personal, familiar o a una idea científica o religiosa; en cambio, el afán neurótico o neurasténico se cimienta sobre la propia inseguridad, en la duda, en la incertidumbre, en el sentimiento de inferioridad o la angustia de la envidia o la rivalidad a los demás.
Lo importante amigos lectores no es la fachada o la cara, sino lo que está dentro, internamente en su ser espiritual. Debemos esforzarnos por robustecer en los más jóvenes lo que son, no lo que tienen. Así los valores de la solidaridad, el respeto, el compromiso, la honradez, la tolerancia, por ejemplo, deben estar por encima de poseer un carro último modelo o comprarse unos zapatos de marca. Lo primero es lo esencial, lo segundo accidental.
El niño debe encontrar un clima donde se le permita sentir y expresar hasta las emociones más perversas. Un buen lema sería: se permite sentir y expresarlo con la palabra. Por ejemplo, las vivencias agresivas no se pueden llevar a la práctica, pero sí se pueden expresar y contar.
También debe aprender que él no es el ombligo del mundo. Las necesidades de los otros, y sus deseos, son el contrapunto de sus inclinaciones y proyectos. Ser adulto es tener en cuenta al otro y sus necesidades.
Los instintos más negativos deben transformarse a través de la pintura,, la escritura, la lectura, el deporte o la cultura. La felicidad es sinónimo de equilibrio con los cinco tipos de inteligencia que poseemos, con uno mismo y con el entorno. La felicidad se construye en el intento de armonizar las necesidades del propio yo con el universo y con el Creador. La felicidad aunque  fugaz o efímera, es aceptar lo mucho o poco que somos o tenemos y tratar de encajarlo o sincronizarlo con las exigencias propias y externas. Hay que luchar para logarlo ¡porque! ¡que difícil es que la gente comprenda esto!

LA NECESIDAD DE UNA FAMILIA UNIDA


LA NECESIDAD DE UNA FAMILIA UNIDA
Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
Hoy no voy a hablar de política, sino sobre un tema que es vital en nuestra sociedad venezolana: La familia. Ese núcleo donde se satisfacen las cuatro necesidades psicológicas básicas con las que todos venimos al mundo: el afecto, el reconocimiento, la pertenencia y la autonomía, requisitos imprescindibles para el desarrollo de una personalidad completa. La unión de los miembros familiares, antes que la inclinación o preferencia por amigos ajenos al grupo familiar, son la fortaleza del vínculo familiar.
Es necesario en estos momentos de desvalorización, conseguir la armonía familiar, la permanencia, el entendimiento entre los miembros de un hogar que se expresan en un estado de ánimo armónico y dialogante, ya que es en el seno familiar donde establecemos nuestras relaciones más estrechas y es allí donde aprendemos los valores que nos convierten en personas humanas y que nos acompañaran toda la vida.
En la familia se nutren los afectos, porque nacemos con la necesidad de ser aceptados y sobre todo queridos por ser quienes somos. Ese amor nos da seguridad, confianza, paz y armonía. Funciona como antídoto para muchos males y es el mayor aliado del equilibrio y la convivencia.
Todo ser humano necesita que se valore su trabajo, su esfuerzo, su caricia… Necesitamos sentirnos valorados en un primer momento para alcanzar nuestro sentimiento íntimo de valía. Todos, hombres y mujeres, aun los más pequeños, necesitan su autonomía personal, saber que tienen espacios de responsabilidad. Es importante que nos sepamos fiar de ellos, dejarles equivocarse,  por ser un derecho de todos.
Necesitamos vivir en pertenencia. Hay familias que se pierden en la macro familia y no se encuentran solos sin la televisión y el blackberry como aliados de la falta de comunicación. Los hijos de nuestro tiempo sienten que pertenecen más a sus amigos y a las redes sociales que a sus padres, que suelen pertenecer a su trabajo más que a nadie.
En un primer momento, son nuestros padres los que nos cuidan y nos transmiten su modo de ver, interpretar y reaccionar ante la vida. Después somos nosotros los encargados de ponerlo en juego en la vida y los que los transmitimos a nuestros hijos.
Los cambios sociales generan estilos de vida diferentes. Promueven cambios en la estructura familiar. Así predominan los hogares unipersonales, constituidos por la creciente elección de las personas a vivir solas, las familias mono parentales, donde un solo progenitor  generalmente la mujer soltera o abandonada, separada o viuda, convive con sus hijos, o las llamadas "familias ensambladas". En cualquiera de los casos, los adultos deben crear un vínculo personal para facilitar la convivencia.
El principal valor de una familia unida y armónica es la presencia. Estar presentes lleva consigo estar disponibles para el diálogo abierto y para la convivencia. Presentes para poder acoger, cuidar o decidir qué intervención es la más conveniente y adecuada en función de las necesidades de la persona o la familia.
Las relaciones personales, la estabilidad familiar y la confianza mutua son los fundamentos de la libertad, la seguridad y la fraternidad. En las familias armónicas, prima la libertad de todos sus miembros porque creen y confían firmemente en las capacidades de cada uno.
La actitud generosa abre el corazón, tanto del que da su tiempo, como del que lo recibe. La alegría es la consecuencia de esa apertura generosa que facilita que los miembros de la familia se ayuden unos a otros en sus necesidades.
El respeto es otro valor fundamental de la familia. Respeto a la individualidad de cada uno, a sus opiniones y sentimientos. La lealtad (opuesta a la falsedad y la mentira), es el resultado del reconocimiento y la aceptación de los vínculos que nos unen unos a otros, permite mantener y proteger esos vínculos y los valores que representan.
Nunca hay suficiente tiempo para compartir la vida, por eso es importante poner atención en el tiempo de calidad, para expresar nuestros sentimientos de forma transparente y abierta. Si como adultos no somos capaces de expresar lo que sentimos a nuestros hijos, ellos tampoco aprenderán a hacerlo. Los sentimientos positivos son una fuente inagotable de energía que revitaliza las relaciones y promueve el bienestar.
Si perdemos de vista lo esencial de nuestra presencia, estamos permitiendo que "las cosas" se interpongan en nuestras relaciones más importantes. Reír juntos, recordar momentos agradables, buscar actividades para compartir, disfrutar de la compañía, reservar espacios para la intimidad y las confidencias, son, entre otras cosas, formas de potenciar y fortalecer los lazos familiares y regalar a los nuestros, el equilibrio y la armonía que todos necesitamos para ser felices.