VENEZUELA REQUIERE UN GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL
Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
En los últimos14 años de este mal llamado
gobierno socialista-comunista, el país ha experimentado tasas bajas de
crecimiento económico, los cuales son insuficientes para generar empleos que
empaten la demanda. Tampoco hemos podido responder a los problemas que se
presentan, ni mucho menos anticipar los desafíos tanto internos como externos
que inexorablemente ocurren en un mundo tan complejo y globalizado.
Esta situación refleja la ausencia de
mecanismos de legitimación política que permitan que todas las fuerzas y
partidos interactúen de una manera constructiva. El resultado es que, desde
1999, el país ha sido incapaz de articular una estructura funcional de gobierno.
La propuesta de la MUD fue y es gobernar con base en un gobierno democrático y
progresista, que integre a las diversas fuerzas políticas en un mismo gobierno
con dos objetivos primordiales: primero, construir una agenda nacional con su
respectivo orden de prioridades; y, segundo, involucrar a las personas más
capaces con que cuenta el país para darle viabilidad a esa agenda.
Esta propuesta surgió de la lectura que
hicieron destacados miembros de partidos políticos e independientes de la
oposición venezolana, sobre los problemas que enfrenta el país en la
actualidad. Para todo mundo es evidente que el conflicto domina los procesos
legislativos y que las discusiones sobre asuntos fundamentales se desvían por
la ausencia de consensos básicos sobre las prioridades nacionales en cada una
de las fracciones partidistas.
Esos elementos han permitido más de una década
de control político y de funcionalidad como gobierno, pero al servicio no de la
ciudadanía sino de la llamada familia revolucionaria. La desaparición de
protagonismo político de los partidos de la llamada IV República dejó al país sumido en una
realidad de conflicto político y sin estructuras institucionales para poder
funcionar con normalidad.
Hoy día, Venezuela en un país de divisiones,
ningún partido puede gobernar sin el concurso efectivo de las otras fuerzas
políticas. De ahí la propuesta de la MUD y del candidato de la Unidad Nacional.
El reto consiste en desarrollar un fundamento institucional que permita
reconstruir las capacidades del Estado y conferirle legitimidad al sistema
democrático en su conjunto, todo ello dentro de un contexto liberal y de
competencia política, no como el que hoy
nos caracteriza.
Un gobierno de unidad nacional y de progreso sería
una forma de incorporar a todas las fuerzas políticas en un gran esfuerzo de
construcción institucional. Lograr articular la legitimidad del Presidente; la
legitimidad de la oposición; un
mecanismo de distribución de los beneficios de manera representativa; y una
estructura para garantizar la rendición de cuentas.
Cada uno de estos elementos sería la clave para
garantizar la viabilidad política del país hacia el futuro así como para
construir la gobernabilidad en el corto plazo. Un gobierno de unidad nacional sería
un mecanismo temporal de construcción institucional que parte del
reconocimiento que un país dividido como lo está Venezuela hace imposible gobernar
ignorando a los otros contingentes.
Un gobierno de unidad sería la manera más
efectiva de incorporar a todas las fuerzas políticas dentro del contexto de un
sistema presidencialista. Así convocando a todas las fuerzas políticas a
sumarse en un gran pacto nacional que se traduzca en un cambio profundo a la
forma en que nuestro sistema político decide.
De esta manera, el objetivo sería articular un
gobierno eficaz, susceptible de transformar las instituciones de nuestra
estructura política y crear condiciones para el funcionamiento fuerte tanto del
gobierno como del poder legislativo y de las interacciones entre ambos. No
construir un escaparate sino una coalición real de fuerzas dedicadas a la
transformación de la política nacional.
Esto no es una panacea. Es construir una
capacidad de gobierno democrático y progresista, que permita salir de la
parálisis que nos ha caracterizado en los recientes 14 años de
socialismo-comunismo y construir instituciones sólidas que permitan una vida
política de civilidad y competencia legítima y abierta