“ASÍ ES VENEZUELA MI PATRIA, MI PAÍS”
ZENAIR
BRITO CABALLERO
(britozenair@gmail.com)
Venezuela es aun a doce
años del Siglo XXI, una herida abierta por los conquistadores y colonialistas españoles y por los gobernantes
revolucionarios socialistas-comunistas, que no ha dejado de sangrar hasta la
fecha gracias a la delincuencia desenfrenada. Venezuela es un dolor infinito,
sin ocasos, que no sabe de treguas. Siempre ha sido lo que ahora: Pies
descalzos, estómagos vacíos, hambre, miseria, pobreza, un espacio lleno de
analfabetismo, de vidas desesperanzadas, de destinos truncados por la
delincuencia, el alcohol o las drogas; y sobre todo de políticos irresponsables,
insensatos y corruptos.
En Venezuela, la libertad es una mentira; la democracia es
una mentira; la paz es una mentira. El Derecho es una mentira. La justicia es
una mentira. Ha sido una tierra llena de petróleo, plata, de oro y otros
minerales, pero que por obra de unos pocos politiqueros rojos rojitos y
pseudocomunistas, a la fecha es tan sólo oquedades abiertas en este o el otro
cerro, huellas de seres humanos que vinieron de la nada y que
volvieron a ella luego de recoger recuerdos labrados por dolores inmensos y por
carencias sin límites.
Venezuela fue un bosque
inmenso, de hojas apretadas, en las que no se abría paso ni la luz del sol,
pero que fueron deshechas, con todo y los troncos de los que formaban
parte, por manos callosas, endurecidas por las largas faenas, por heridas
supurantes, por explotaciones sin treguas y que, por enriquecer a unos
pocos ahora son eriales que están vinculados con
recuerdos desvanecidos por el olvido.
Venezuela fue río y
quebrada, océano y laguna, lluvia apretada y frío seguro, que hasta la
fecha no se ha utilizado para apagar la sed de los sedientos, ni para
ponerle término a las tierras incultas u ociosas, ni para iluminar las
apretadas obscuridades de las calles y de las humildes casas de nuestros
pueblos, ni para hacer que la producción crezca con más velocidad que las
malezas.
Venezuela es una Patria
de tiranizados puestos al servicio de unos cuantos políticos ricos
rojos-rojitos que todo se lo han malversado, que de todo se han vuelto dueños;
que pasan sus vacaciones en lujosos hoteles de Nueva York, París, Londres,
Italia, Suiza o de Tokio y que viven en residencias VIP de precios
imposibles y se visten con las mejores firmas de modistos y modistas del mundo,
mientras en sus ocios son servidos por hombres y mujeres que nada saben
de la alegría ni del bienestar.
Así es Venezuela, mi
país, tú país amigo lector. Así ha sido siempre gracias a los políticos que
relevaron a los conquistadores y a los colonizadores que siglos atrás
exterminaron a los indígenas y se quedaron con todas las riquezas del suelo y
del subsuelo. Mi Patria es, en fin, un dolor que jamás desaparece ni se calma
porque para ella la piedad gubernamental socialista-comunista no existe. Hay un
camino para lograr ese cambio y se llama EL DEL PROGRESO.