miércoles, 29 de agosto de 2012

ZENAIR BRITO CABALLERO, EL CIUDADANO COMÙN FRENTE A UN PROCESO ELECTORAL


EL CIUDADANO COMÙN FRENTE A UN PROCESO ELECTORAL
Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
El nuevo ciudadano(a), a juicio de los entendidos en la materia, tiene una connotación grande, sustancial y valorativa si tomamos como elementos básicos el Estado Social de Derecho, sus dimensiones sociales, económicas y políticas y la democracia en el contexto del proceso electoral.
El ciudadano(a) como tal, sobre lo base de lo anteriormente enunciado, es un constructor de sociedad, de pueblos, de conglomerado social, de cambios, de progresos y de transformaciones, que conduzcan a mejorar su calidad de vida, lograr su bienestar y vivir dignamente y revestido en aspectos fundamentales como son: el ciudadano cívico, con respecto a su libre expresión y de pensamiento; el ciudadano político, que incursiona en el ejercicio del poder y la vida política, y el ciudadano social, que cubre socialmente el bienestar integral de ese colectivo social llamado comunidad.
El ciudadano(a), hoy por hoy, en el contexto del debate electoral y bajo el juramento ético, debe sufragar bajo condiciones de libertad, dignidad y conciencia, con el fin de responder al interés y derechos de un colectivo social, velar por la defensa de las políticas pública, aforadas de calidad y eficiencia, fracturando de paso, actos de corrupción e ilícitos, que pongan en peligro la democracia y la verdadera participación ciudadana.
Al asumir, lo contrario, el ciudadano(a) cae en la arena de la sumisión, el vasallaje, la alienación y la mendicidad mercantilista, que son actos propios del clientelismo y la politiquería. Como dice un refrán: "Quien tiene tu pan, tiene tu dignidad, tu libertad y tu conciencia" y será pobre toda la vida, porque la conciencia está atada.
Finalmente, estimados lectores, hay que votar por el candidato que reúna las siguientes características: que sea ecuánime, transparente, con verdadero liderazgo social untado de barro, sociable, no corrupto, sin antecedentes jurídicos, que no esté infectado de actos antiéticos, inmorales, que presente propuestas relevantes de gran impacto social, que tenga un consenso nacional verdadero, que no utilice el cargamento del capital para comprar el sagrado voto, que genere controversia de opinión e invite al debate constructivo y civilizado ante el constituyente primario, que construya ciudadanía y no robot electoral. Ese candidato es el del camino hacia el PROGRESO Henrique Capriles Radonski