EL CIUDADANO COMÙN FRENTE A UN PROCESO ELECTORAL
Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
El nuevo ciudadano(a), a juicio de los entendidos en la materia, tiene
una connotación grande, sustancial y valorativa si tomamos como elementos
básicos el Estado Social de Derecho, sus dimensiones sociales, económicas y
políticas y la democracia en el contexto del proceso electoral.
El ciudadano(a) como tal, sobre lo base de lo anteriormente enunciado,
es un constructor de sociedad, de pueblos, de conglomerado social, de cambios,
de progresos y de transformaciones, que conduzcan a mejorar su calidad de vida,
lograr su bienestar y vivir dignamente y revestido en aspectos fundamentales
como son: el ciudadano cívico, con respecto a su libre expresión y de pensamiento;
el ciudadano político, que incursiona en el ejercicio del poder y la vida
política, y el ciudadano social, que cubre socialmente el bienestar integral de
ese colectivo social llamado comunidad.
El ciudadano(a), hoy por hoy, en el contexto del debate electoral y bajo
el juramento ético, debe sufragar bajo condiciones de libertad, dignidad y
conciencia, con el fin de responder al interés y derechos de un colectivo
social, velar por la defensa de las políticas pública, aforadas de calidad y
eficiencia, fracturando de paso, actos de corrupción e ilícitos, que pongan en
peligro la democracia y la verdadera participación ciudadana.
Al asumir, lo contrario, el ciudadano(a) cae en la arena de la sumisión,
el vasallaje, la alienación y la mendicidad mercantilista, que son actos
propios del clientelismo y la politiquería. Como dice un refrán: "Quien
tiene tu pan, tiene tu dignidad, tu libertad y tu conciencia" y será pobre
toda la vida, porque la conciencia está atada.
Finalmente, estimados lectores, hay que votar por el candidato que reúna
las siguientes características: que sea ecuánime, transparente, con verdadero
liderazgo social untado de barro, sociable, no corrupto, sin antecedentes
jurídicos, que no esté infectado de actos antiéticos, inmorales, que presente
propuestas relevantes de gran impacto social, que tenga un consenso nacional
verdadero, que no utilice el cargamento del capital para comprar el sagrado
voto, que genere controversia de opinión e invite al debate constructivo y
civilizado ante el constituyente primario, que construya ciudadanía y no robot electoral.
Ese candidato es el del camino hacia el PROGRESO Henrique Capriles Radonski