ESTAMOS VIVIENDO PARA EL CONSUMO Y NO PARA EL DESARROLLO
Zenair Brito Caballero
La educación venezolana
se ha venido convirtiendo en los últimos años en un negocio y no en el objetivo
de transmitir conocimientos y formar hombres de bien para progreso de la
sociedad.
Las empresas buscan
ubicar en sus dependencias personas que en su currículum vitae expongan la mayor
cantidad de ‘títulos ‘(porque a la final no son más que papeles sin valor) de
grados y posgrados, sin importar la idoneidad de la persona que dice poseerlos para ejercer
la labor; las empresas están cimentando su estructura con base en la simulación
convirtiéndolo todo en un mercado de apariencias, como un hermoso edificio de
papel que en cualquier momento un giro inesperado termina por derribarlo.
Este afán por entrar en
el mercado ha despertado el interés por conseguir un título universitario o un diploma,
no con ansias de conocimiento, sino como un boleto que exponer para conseguir
dinero; esto ha hecho también, que se disparen las cifras de falsificación de
títulos académicos comprados a gentes inescrupulosas, que ofrecen sus servicios
hasta en los periódicos, por ello se vive denunciando, que de cada diez que se
presentan en el país, alguno resulta ser falso.
Los jóvenes están
acudiendo a las instituciones educativas no con el deseo de aprender, de
descubrir y de convertirse en hombres de bien, útiles para la sociedad, sino
con el objetivo de escalar una posición económica placentera para beneficio
individual, dejando de lado la ética y los valores.
No importa la forma de
cómo se conquiste la cumbre, así implique pasar por encima de otros haciéndoles
daño, convirtiendo a estos jóvenes en depredadores sociales; un egoísmo que no
deja tiempo a la colectividad, al bien común.
Venezuela se ha transformado
en un país de mañas, de triquiñuelas, de corrupción y de desvergüenza, donde
pululan los corruptos porque su formación (más bien deformación), solo estuvo
direccionada en conseguir dinero y no en educarse.
Es hora de ir quitando
las máscaras y comenzar a dar sentido a la vida, solo estamos viviendo para el
consumo y no para el desarrollo, guiándonos por el brillo del lujo y no por la
sabiduría.
Se debe replantear el
sistema educativo venezolano para frenar esta cadena de desaciertos, y hacer
seguimiento a muchos Centros de copiado de tesis y trabajos de grado, en manos
de docentes inescrupulosos o personas con contactos con universidades y el
Ministerio de Educación, que colaboran con los sinvergüenzas que para obtener
un grado fácil sin estudiar, lo compran a altos precios, llenando los bolsillos
de los que lo venden y facilitando la obtención fraudulenta del que los obtiene. britozenair@gmail.com