miércoles, 10 de abril de 2013

“A VOTAR PARA GANAR”


“A VOTAR PARA GANAR”
Zenair Brito Caballero

¿Por qué si los políticos saben que la gente está  molesta, defraudada y decepcionada del gobierno con su fulana revolución socialista-comunista y los electores están al tanto que ellos lo saben, otra vez  el candidato Maduro los  engaña con la “política de la mentira y la manipulación de las emociones”?

Para los que aun siguen creyendo en el chavismo o lo que ellos dicen socialismo-comunismo: la política de la mentira, del embuste, de la falsedad es el mundo del pleito, la propaganda vacía, la ausencia de ideas nuevas e innovadoras; el de las bajadas de piso y el coro de seguidores adoctrinados envuelto todo en una urgencia electorera de mantenerse en el poder. ¿Son sordos, cínicos o, por el contrario, sabios que conocen muy bien la idiosincrasia nacional?

Me inclino por esto último: los políticos revolucionarios del alto gobierno saben lo que hacen. Si no dan bola a las demandas a favor de una política de altura, es porque navegan por una realidad muy distinta a la del resto de los mortales. Su supervivencia depende de su capacidad para manipular a las masas ignorantes e iletradas, satisfacer clientelas: dirigentes locales, financistas, comunidades necesitadas que les ayuden a seguir mandando hasta que les dé la gana.

Todo un fuego cruzado de peticiones, rogativas, petitorias, favores, expectativas e imposiciones sobre el que creen presidir, pero, en la práctica, es la maraña que los atenaza y reduce a figuras de proa. No que hagan ascos pues de ahí todo el mundo come, los grandes figurones, obviamente, más, pero no por ello dejan de ser prisioneros, a gusto, pero prisioneros al fin de sus propios errores y resbalones.

Visto así amigos lectores, la gran política es, hoy, solamente un lujo para intelectuales y otros despistados que por supuesto no están en el gobierno socialista-comunista. Debajo del radar de las discusiones nacionales de verdad existe esa otra política, la de las clientelas locales, a quienes importa tres pepinos para donde vaya el país, siempre que puedan pegar su garrotazo a esa licitación de la alcaldía para hacer 500 metros de acera, nombrar un pariente como maestro policía, chofer del metro, vigilante de un ministerio o asesor de un ministro, arruinar a las pocas empresas que quedan, repartir  viviendas en comodato no con títulos de propiedad o cualquiera de esos pasatiempos en los que se entretienen quienes han adoptado el oficio de la política de las “mentiras, de las trampas y de los fraudes”.

Por eso, el que la “gran política” de las reformas y desafíos estratégicos esté entrampada, vaciada de contenido, no significa que nuestra política no se mueva. ¡Claro que se mueve! Lo que pasa es que discurre por otros canales: cada vez más se asemeja a una organización corporativa, totalmente ajena a la asamblea ciudadana ilustrada.

Es una política ágil, con excelentes reflejos para el clientelismo y, en ocasiones, la maquina corrupta, que parece indolente para las grandes cuestiones nacionales, pero solo lo parece porque, como hemos visto, lo suyo no es indolencia sino desinterés absoluto por el país.
Otra pregunta es, por supuesto, por qué dejamos que la política llegara a redefinirse estrictamente en estos términos, cuestión que da para mucho, pero que prefiero por ahora pasar de refilón para terminar con esto: el gran reto de este 14 de abril es romper en mil pedazos la política vil y aberrante de este socialismo-comunismo de 14 años.

El gobierno y su candidato Maduro aunque parezcan invencibles, no lo son. Otra política honesta, decente y democrática es posible y necesaria y todos unidos por el camino del Progreso lo lograremos. A VOTAR POR HENRIQUE CAPRILES RADONSKI PARA GANAR ¡AMEN!

 (britozenairgmail.com)

VENEZOLANOS POR TUS HIJOS NO NOS EQUIVOQUEMOS MAS


VENEZOLANOS POR TUS HIJOS NO NOS EQUIVOQUEMOS MAS
Zenair Brito Caballero 
Comenzó la lucha y la guerra sucia de la finalización de la campaña  electoral: alianzas, discusiones, triquiñuelas, ofensas, promesas que no se cumplen, en fin, lo mismo de siempre para dar como resultado lo mismo de siempre.

Venezuela no puede darse el lujo se equivocarse tanto en la escogencia de su gobernante como lo ha venido haciendo desde hace catorce años, por la buena o regular gestión de los que la regentaron, con entrega y deseos de servicio, era una nación modelo de democracia de América Latina en muchos aspectos: limpia, con estadistas académicos, de excelente verbo y jamás una grosería en sus labios, respetuosa del espacio público, sin escándalos de corrupción tan notorios,  en fin, era más que bueno el camino que se le había trazado para convertirla en una de las mejores de Latinoamérica.

De pronto, en los últimos años, se ha ido hundiendo en un abismo de desorden, de malos manejos, de corrupción rampante, de irresponsabilidad, de abandono; una pobre  tierra de nadie.

Duele que el prestigio que lograron buenos Estadistas, gobernadores, alcaldes, se haya perdido por la mala voluntad de los que han llegado con un socialismo del siglo XXI ¿qué no se sabe en que paró?, no elegidos a conciencia, sino por amistad, partidismo, compadrazgo, amiguismo y las disímiles promesas de imposibles o simplemente por la artimaña de un pueblo que cree que la vida y la historia se construyen sólo con el ‘folclorismo’ raizal que no nos permite una proyección nacional y ¿por qué no, universal?

Nos volvimos a meter en la caverna ignorando lo que dijo un pensador el admirado Platón: “ya es hora de mirar hacia el sol”. Ahí están los dos candidatos  uno que miente y miente como su mentor el extinto Hugo Chávez en 14 años sin hacer nada, honrado uno, otro ni que decir; capaz y brillante intelectualmente uno, incapaz el otro; marrullero, pícaro, embustero, no conocedor de la geografía del país y truhan. Lo  mismo de siempre que usted bien conoce y yo también hace 14 años, bueno en los políticos rojos-rojitos eso de la marrulla es muy común; sí,  ahí está Maduro, prometiendo, mintiendo, descalificando y metiendo la pata con su desconocimiento de la geografía venezolana, cómplice de los 14 años de desgobierno de su comandante y que su padre ja, ja, ja, ciertas unas, falsas otras;  o apareciendo con una humildad más franciscana que la del santo; amable y besador de viejitas y de niños; ahí están todos sus acólitos aplaudiéndole cual focas en un acuario, sin ninguna novedad.

Pero si escogemos entre el prospecto que se nos presenta con un camino de progreso, sabemos que valdrá la pena y pueda rescatar a la nación y reiniciar una buena parte de su historia

No más equivocaciones amigos lectores. No podemos seguir al populacho que, ciego y amorfo, como siempre, se inclina hacia el que más bulla hace o hacia el que más se parece a ellos por sus bravuconadas y vulgaridades o elige para castigar a la clase o al partido político imperantes.

Esto de elegir a quien nos gobierne es cuestión de mucha neurona, es pensar en el bien colectivo antes que en el personal; es saber que el escogido no nos va a  avergonzar tanto  en Venezuela como en el escenario Internacional; es sentir que nos llena de orgullo nuestro Presidente Henrique Capriles Radonski por sus manos limpias, su vida limpia, su gestión limpia

¿Qué eso es utópico? Es posible, pero si pensamos y sentimos así por lo menos logramos un buen porcentaje de limpieza y contenido del gobernante; por lo menos no nos vamos a arrepentir de haber votado por él; y si eso ocurre nos queda la satisfacción de que lo intentamos. Vamos a vivir la democracia en su momento más representativo y con compromiso, pero con unidad todos por la misma causa: el bien de nuestra Venezuela que es el de nosotros mismos.

Hay un hermoso futuro para Venezuela y es el camino DEL PROGRESO. Todos a votar el domingo 14 de abril por Henrique Capriles Radonski.

(britozenairgmail.com)