domingo, 17 de junio de 2012

¡NO A LAS PROMESAS INCUMPLIDAS Y SI AL CAMINO DEL PROGRESO!


¡NO A LAS PROMESAS INCUMPLIDAS Y SI AL CAMINO DEL PROGRESO!
Zenair Brito Caballero (britozenair@gmail.com)
Hemos venido observando con mucho entusiasmo, las recientes  manifestaciones populares  de sindicatos, empleados, obreros, educadores y gente que reclama con su participación ciudadana el mejoramiento de los servicios públicos, el pago de prestaciones sociales, el problema de la electricidad, de la delincuencia y de la corrupción, así mismo el repudio al socialismo comunismo y a la mayoría de los políticos rojos-rojitos en la Asamblea Nacional que quieren seguir defendiendo sus intereses personales y los de su comandante para que se perpetúe en el poder.
Esto es muy esperanzador, porque como ya lo decía Platón, “uno de los peores castigos de no participar como ciudadanos en la verdadera política, cual es la defensa del interés común, es el hecho de terminar siendo gobernados por personas menos capaces que nosotros”.
La mayoría de los diputados gobierneros quieren mantener el mismo sistema socialista-comunista, porque es la única manera en que volverán a ser reelectos y los más capaces quedarán como siempre excluidos. Por eso, se vuelve cada vez más importante nuestra participación y decisión de cómo elegir y a quién elegir para presidente de Venezuela en el 2012.
Lastimosamente, en 1999 los venezolanos cometieron el error de elegir como Presidente de la República a alguien que ya fue desilusión para Venezuela con su golpe militar que dio el 4 de febrero de 1992 y ha terminado siendo también una desilusión para la ciudadanía venezolana a quien ha mentido y dividido en revolucionarios y contrarrevolucionarios durante 13 años y jamás ha cumplido promesas.
Pero lo peor aún es que esta mal llamada revolución nos está dejando una herencia nefasta, la cual es la escuela de repartir el esfuerzo de los que trabajan para los que no trabajan, como modelo principal de su gobierno socialista-comunista, sin crear fuentes de trabajo. Por eso, el tema fundamental para las próximas elecciones del 7 de octubre ya no será qué partido político tendrá preeminencia, sino quiénes son los políticos que quieren seguir como el teniente coronel repartiendo solamente lo ajeno, y quiénes son aquellos demócratas progresistas que quieren ayudar al que quiere trabajar y producir, dándoles oportunidades de igualdad, empleo y educación.
Los políticos que rodean al teniente-coronel fomentan la idea de repartir lo ajeno, lo que no es suyo. Es el producto de las ventas petroleras y de los altos impuestos que recauda el SENIAT, y lo lamentable es que aquellos que lo reciben, terminan odiando a los que trabajan como si fueran sus enemigos.
También quieren forzar a las personas que trabajan a que sigan pagando cada vez más por las cosas repartidas para los que no trabajan, y pretenden ser electos distribuyendo a discreción el dinero del Estado como si fuera suyo, etiquetándolo como “misiones sociales” lo que por derecho le corresponde a los venezolanos, con tal de ser votados en las próximas elecciones.
Por un lado, las personas que trabajan y producen quieren que se deje de fomentar la gratuidad; mientras quienes reciben lo gratuito quieren mayor cantidad de cosas gratuitamente. El socialismo-comunismo de los tiempos del teniente-coronel es de los repartidores de lo ajeno, sin crear condiciones para generarlo, y esta es su peor herencia porque es el suicidio de lo que pudo llegar a ser una verdadera democracia como fue  la nuestra durante 40 años aun con debilidades y fortalezas.
Thomas Jefferson también ya decía en los inicios de la democracia en su país que “una democracia deja de existir cuando uno le quita al que trabaja para darle a quienes decidieron no trabajar”.
Por eso es que tenemos una brillante oportunidad con este despertar ciudadano de estos días de poner fin a este experimento socialista-comunista nefasto, que crea y multiplica a personas que cada vez menos quieren trabajar y que indudablemente es fomentado por el experimento socialista-comunista engendrado por el comandante; lo cual nos puede llevar a un mayor problema, como es el hecho de que eventualmente terminarán gastando todo el dinero del Estado, acostumbrados a repartir gratuitamente sin haber buscado cómo generarlo con fuentes de trabajo. Tenemos un camino amigos lectores para salir de todo esto y es subiéndonos al autobús del PROGRESO.