viernes, 14 de febrero de 2014

“DIA DE LA AMISTAD”

“DIA DE LA AMISTAD”

Zenair Brito Caballero


En estos tiempos cibernéticos donde prevalece lo virtual, los seres humanos necesitamos vincularnos con personas reales cercanas para mantener cuerpo y mente saludables.
Por eso las individuos que están solos, o quienes se sienten así aunque estén rodeados de multitudes, tienen más posibilidades de sufrir depresión, ansiedad, angustia, desórdenes en su alimentación y deterioro de su memoria, su personalidad y su cerebro. Creo que los efectos físicos y sicológicos de tener buenos amigos son los mejores aliados del bienestar y la salud.
Tener la posibilidad de hablar y de compartir con otras personas facilita la vida, hace que uno se sienta mejor consigo mismo, con sus quehaceres, con su cuerpo y con el entorno que lo rodea.
La soledad interior, hace que una persona se sienta triste y con más posibilidades de depresión, con mayor tendencia al abuso del alcohol, el cigarrillo y otras drogas, por la necesidad de llenar los vacíos que deja no contar con nadie con quien hablar, consultar; una oreja que te escuche y en lo posible, que te haga reír, la mejor terapia, y es gratis.
Los vínculos sociales sostienen las reservas de conocimientos de nuestro cerebro, porque los amigos nos hacen recordar, ejercitar nuestra memoria y nuestras habilidades sociales e intelectuales, que son parte de la cultura y del conocimiento que hemos adquirido en la vida, y que de lo contrario poco a poco van quedando olvidadas y marchitas en la vida del solitario.
Hay encuentros que nos nutren ¿Nunca se han preguntado por qué los seres humanos siempre se reúnen a las horas de las comidas, y sienten placer en compartirlas? Es la necesidad social de tener un tiempo para compartir, socializar, hacer comentarios, contar lo que nos ha sucedido a lo largo del día y eso divierte y hace bien.
Eso hace que lo principal no sea la comida la protagonista, porque el motivo de la reunión es el afecto, el cariño, el compartir esa parte de nuestra vida. Y eso es muy importante, porque las personas en soledad tienen más predisposición a comer desordenadamente o por el contrario, a dejar de comer sanamente para pasar a consumir chatarra.
Los amigos verdaderos son el mayor valor que puede poseer una persona y por eso hay que cuidarlos, frecuentarlos, preocuparnos por ellos y no tener dudas de plantearles nuestros problemas, porque eso es la vida, algo para compartir. La calidad y la profundidad de esos vínculos son factores cruciales para el bienestar, sabiendo además que también a ellos los favorecemos con nuestra dedicación.
Para cultivar la amistad hay que tener la capacidad de poder ponerse en el lugar del otro, ser empático como lo señaló Carl Rogers. También sucede eso en una sociedad: para que funcione y perdure en el tiempo, cada socio tiene que pensar en el beneficio del otro antes que en el suyo propio y así, esa sociedad podrá durar por siempre.
Hoy a los adolescentes y a los jóvenes les cuesta mucho compartir y hablar, por eso buscan otros estímulos como las redes sociales cibernéticas, el chateo con quienes no saben quiénes o qué son los que se comunican con ellos.

En la amistad, el cariño fluye sin buscar ninguna compensación y en esa falta de interés en recibir nada, reside su mayor valor. Es que en la vida necesitamos de los afectos profundos para vivir mejor. A los amigos a quienes no he visto en años o meses y a los amigos virtuales, que siguen y sigo mi cuenta de Twitter, desearles hoy buen día de la Amistad y a todos sin excepción presente y ausente, de corazón: FELIZ DIA DEL AMOR Y LA AMISTAD… con mayúscula.