lunes, 25 de marzo de 2013

LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE MADURO LA ESTÁ HACIENDO UN MUERTO


LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL DE MADURO LA ESTÁ HACIENDO UN MUERTO

Zenair Brito Caballero

Lo que pasa hoy en Venezuela es tan curioso que, si no fuera en exceso peligroso, podría ser un buen chiste: la campaña presidencial de Maduro la está haciendo un muerto. Porque el cadáver del desastroso difunto Chávez es la fortaleza de Maduro, quien heredó un gobierno irresponsable, pendenciero, belicoso, ofensivo, revolucionario socialista-comunista, y quien basa su campaña en las mismas tesis desoladoras, equivocadas y retaliativas de su líder comandante-camarada.
Un muerto que los rojos-rojitos no han dejado descansar en paz (como él, en vida, tampoco nos dejó descansar en paz a nosotros) y que ha sido objeto de romerías, traslados, procesiones, desfiles, artistas cantando, visitas sin fin y abundantes maquillajes, para conservar viva la estampa (algo desagradable por cierto) de quien supo despilfarrar la fortuna del país en su enriquecimiento personal y en el mantenimiento de millones de vagos que hoy reciben subsidios estatales por no trabajar.
Al paso que vamos, la campaña de Maduro tendrá que hacerse en una carroza fúnebre para poder trasladar al verdadero candidato hasta los sitios donde decida detenerse a leer el telepronter, que tampoco ha aprendido a manejar. Será una campaña de exposición. ¡Sí! De exposición del cadáver de Chávez.
Y de acuerdo con las últimas noticias dichas por Maduro, todo parece indicar que Chávez no podrá ser embalsamado o momificado y entonces la descomposición del cuerpo vendrá a hacer de las suyas. Aunque esa descomposición corporal seguramente no será tan fatídica ni tan pestilente como la descomposición social y moral que dejó en Venezuela.
Es una campaña curiosa, repito. ¡Pero además ridícula! Oír a Maduro decir que es el hijo de Chávez, y que desde ultratumba, fue el promotor que el nuevo Papa sea argentino “es aterrador”. Pero más aterrador aún, resulta ver a los ministros, la cúpula militar, la Presidenta del CNE, del TSJ y la Fiscal General de la República y  un auditorio entero aplaudiendo esas estupideces. Como aterrador es ver la imagen de los militares golpistas del 4 de febrero ante uno de los ataúdes de su camarada-compinche-aliado, volcados en llanto y desconsolados por todo lo que significa perder el soporte de las más perversas intrigas.
Pero, repito también: además de todo esto ser curioso es peligrosísimo. Porque los desvaríos, las locuras, la insania y los desafueros en cabeza de un candidato vayan y vengan. Pero esas mismas circunstancias en cabeza de un presidente son el estopín de una bomba de incalculables proporciones.
Y el riesgo que tiene Venezuela que Maduro sea elegido presidente es muy alto pues, el candidato presidente tiene la chequera estatal, la burocracia y los medios que le garantizan un alto porcentaje del triunfo. Además, que esos millones de vagos subsidiados no querrán prescindir de los dineros que el Estado irresponsable les entrega y harán hasta lo imposible por conservar el estatus, así esto signifique la quiebra de nuestro país.
De manera pues que todavía faltan unos días más de este espectáculo circense en el que se ha convertido la campaña presidencial Venezolana. Serán unos días en que tendremos que soportar la verborrea de un Maduro más envalentonado, pero a la vez más absurdo, y una Venezuela más radicalizada y dividida entre quienes queremos salvarla de este caos Chávez-Terrorismo-Comunismo-Maduro y quienes pretenden seguir succionando de la teta estatal así la pobreza crezca día a día. No al socialismo-comunismo cubano y SI a la Democracia con plenas libertades.