miércoles, 27 de marzo de 2013

ZENAIR BRITO CABALLERO, ¿QUÉ IRÁ A PASAR EN VENEZUELA DESPUÉS DEL 14 DE ABRIL?


¿QUÉ IRÁ A PASAR EN VENEZUELA DESPUÉS DEL 14 DE ABRIL?

Zenair Brito Caballero
Mundialmente ha causado conmoción la muerte de Hugo Chávez, quien, obedeciendo directrices de Fidel Castro y de su hermano Raúl, cambió durante 14 años el sistema de gobierno y, virtualmente, todo el contexto de Venezuela. Castro sigue siendo, tras bastidores, el dictador que maneja dócilmente, a su hermano Raúl como su marioneta presidencial.
El comandante socialista-comunista, mantuvo un discurso ofensivo, provocativo, injurioso y amenazante contra lo que llamaba  “imperialismo”. Histéricamente vociferaba diciendo que el “imperio” debería desaparecer del mapa, lo que también pretenden sus aliados políticos como Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Irán y más de algún otro país involucrado en una conspiración antiestadounidense.
El teniente-coronel se fue al mundo del silencio y de las sombras sin haber declarado o explicado nunca en qué consistía el Estado Socialista del Siglo XXI que anunciaba. El debatido personaje que en vida se erigió en “dictador democrático”, como dicen sus apologistas; tuvo  hechos positivos y,  asimismo, muchos  negativos. 
Estimo pertinente dar motivo a una pregunta: ¿Cuál será el curso que seguirá lo político-ideológico de  nuestra patria llamada por el chavismo Bolivariana, ahora que Chávez ha comenzado a descansar inmerso en el sueño de la eternidad?   
Ha llamado la atención el hecho, que no bien habían principiado los homenajes póstumos, el viceministro en funciones del régimen “chavista”, Nicolás Maduro, apresuradamente corrió a ponerse de pecho a espalda la banda tricolor presidencial... Ni lerdo ni perezoso, ¿noooooooo? 
Hay comentaristas que están externando opiniones sobre si Maduro está en el “trono” con todas las de ley o si ha conculcado la ley, sobre todo los específicos y claros preceptos constitucionales. En el ambiente nacional e internacional deambulan muchas sombras de duda al respecto.
Destacados expertos constitucionalistas opinan que no puede ser presidente, y hacen razonamientos justificativos.  Indudablemente, la herencia de Chávez para el nuevo mandamás que surja  es grande, y quién sabe si podrá lograr  importantes realizaciones en beneficio de un pueblo que, al menos al presente, se encuentra sin disfrutar las supuestas bondades de la llamada “dictadura democrática”… 
Maduro debería comenzar por dejar de lado el pito de la demagogia, de la manipulación de las emociones de los humildes, de ofrecerles mentiras que no va a cumplir como su antecesor y de la oratoria violenta, estridente, chillona, estrepitosa que caracterizó  a su desaparecido predecesor. 
Si en las elecciones  le suena el flautín, debe eliminar la galopante corrupción, restituir la libertad de expresión, porque Chávez puso “¡show!” a la prensa y a la televisión independiente; además, debe tratar con respeto a los países democráticos para no afrontar problemas que pueden debilitar más, aún, las relaciones con los países del mundo en el que se respiran aires vivificantes, no asfixiantes como los de Venezuela… 
Henrique Capriles, aspirante presidencial de la Unidad democrática, ¡podrá ser ¡un hueso duro para Maduro!!! Es un joven, inteligente, con cualidades de ser un buen orador, gran político, ha sido alcalde, gobernador y Presidente de la Cámara de Diputados del extinto Congreso Nacional, además de derrotar 2 veces en la Gobernación de Miranda a Elías Jagua y a Diosdado Cabello. Casi se le apareó a Chávez en las urnas el pasado 7 de octubre de 2012. Las directrices castristas que obedeció Chávez a introducir reformas a la usanza soviética en sus dominios, merecieron total rechazo en lo nacional e internacional.
Se trataba de lesionar los intereses y derechos de la gente representativa de la vida activa y productiva. Decepcionados y enardecidos, alzaron vuelo medio millón de empresarios y miles de víctimas de la expropiación de tierras. 
Nadie más que los venezolanos debemos meter hocicos y narices en los asuntos soberanos de Venezuela. Permitir intromisiones extrañas como lo están haciendo con Cuba, hasta cantando el himno y enarbolando la bandera junto a la venezolana es reprobable, censurable y antipatriótico.
El claudicante y apátrida puede caer como fruta pasada de madura… 
Así, pues, Nicolás Maduro u otros que en lo venidero hayan de empuñar las riendas del poder en nuestra Venezuela, deben gobernar con los mejores propósitos apuntando a la diana del éxito de un país que, hace siglos, sufrió los zarpazos del colonialismo rapaz, causante de espantosas masacres, que sólo terminó por las acciones heroicas que patrióticamente realizó Simón Bolívar y un grupo de verdaderos patriotas, cuya egregia figura exhiben por aquí y por allá, demagógica y taimadamente; lo mismo que la de José Martí los Castro en la Cuba comunista, y Daniel Ortega la de Augusto César Sandino en Nicaragua. Por ello, NO al socialismo-comunismo-cubano y SI  a la Venezuela democrática que nos conduzca a la paz y al desarrollo de Venezuela.