martes, 31 de julio de 2012

¿QUIERES PENSARLO O CAMBIAR PARADIGMAS?



¿QUIERES PENSARLO O CAMBIAR PARADIGMAS?
Zenair Brito Caballero 
(britozenair@gmail.com)

Nos han enseñado desde niños que hay seres buenos o seres malos, y ese paradigma nos impide entender la vida tal como es. La verdad es que en la tierra solo hay espíritus más evolucionados que otros; así de sencillo. Antes de venir al cuerpo ya existíamos en el más allá y seguíamos un proceso de evolución espiritual.
Cada espíritu avanza en el aprendizaje del amor con libertad y elige cómo llega a la cumbre: rápido o despacio. Al igual que en la educación se inicia en cero conciencia y en cero amor y se avanza gradualmente acá y después de trascender o morir. La tierra es una de las muchas escuelas que hay en el universo infinito y el contraste o la dialéctica entre 'maldad' y 'bondad' es la que permite crecer y pulirse.
En el racionalismo occidental esto suena raro, mientras que en el oriente es una verdad ancestral que no se discute. El malo es un espíritu en Kínder, debido a su inconsciencia. Si lo entiendes es más fácil perdonar y asumir la realidad. Los 'buenos' suelen sufrir porque violan las leyes de la vida debido a su ignorancia: ayudan cuando no se debe hacer, cargan cruces ajenas y confunden el amor con el candor o el pesar. Se ponen de tapete, les caminan por encima y se quejan diciendo: "Por qué abusan de mi".
No captan que se rebajan en su papel de redentores ingenuos y terminan crucificados. Su destino es quererse, ser firmes, poner límites y no interferir en los procesos de los demás. Necesitan amarse y entender que cada persona está en su proceso y es responsable de su vida. Están en paz cuando solo prestan ayuda a quien en realidad la necesita, o sea casi nunca.
Uno solo debe ayudar cuando puede hacerlo, sabe como hacerlo y le corresponde. Los 'buenos' deben aprender a amarse y a decir no. Con frecuencia su  bondad es un egoísmo agazapado para inflar el ego: "Tan buena o tan bueno que soy yo". Si vas a lo esencial y pones el amor como eje de tu vida nunca vuelves a sufrir, porque descubres que el sufrimiento es mental, es resistencia a la realidad. Entonces aceptas todo y disfrutas de una paz interior que no depende de nada externo.
Eliges ser feliz solo o en compañía, con bienes o sin ellos, alabado o enjuiciado, en suma, nada te perturba. Sientes el dolor propio o ajeno, pero únicamente ayudas cuando debes y no te alteras porque asumes que cada ser vive el proceso que necesita vivir. Sabes que nada llega al azar y que todo es perfecto en el mundo de Dios, aunque exista el 'mal'.
Tu paz brota al aceptar que cada espíritu fue creado en cero conciencia para llegar, paso a paso, a la consciencia total.  Comprendes ahora, que no hay seres buenos o malos, sino espíritus con mayor o menor evolución, y que los 'malos' al fallar son los que enseñan perdón, desapego, aceptación y fe a los 'buenos’. Por ello para ser buenos parece que hay que aprender de los malos.

ZENAIR BRITO CABALLERO, ¡LA IMPUNIDAD ES LA REINA DE VENEZUELA!


¡LA IMPUNIDAD ES LA REINA DE VENEZUELA!
Zenair Brito Caballero 
(britozenair@gmail.com)

Una prueba del manejo deficiente, clientelista y politiquero de las instituciones de la República Venezolana con el gobierno socialista-comunista del comandante, es la falta de decisión para tomar medidas en caso de denuncias de irregularidades administrativas en los estamentos del Estado. De por sí las autoridades pertinentes tienen la obligación de tomar las providencias que corresponden para investigar, sancionar y poner punto final a quienes cometen actos de corrupción.

Es la única forma de volver a creer en las autoridades quienes en su mayoría, salvo excepciones, llegan al poder y en vez de servir al pueblo y promover el desarrollo, persiguen a prójimos y buscan su propio beneficio. Si la ciudadanía no se moviliza, no cierra rutas y a veces no toma medidas extremas, ninguna autoridad responsable asume el compromiso para dar curso legal a las peticiones incluso ajustadas a las leyes.

Es el caso de muchos gobernadores y Alcaldes de varias elecciones de estos 13 años de socialismo-comunismo, que terminado el periodo hoy a pesar de tener expedientes en la Fiscalía, muchos de ellos, son diputados en la Asamblea Nacional u en otros cargos de alta esfera gubernamental (ese es el premio a la corrupción administrativa) Gobernadores de Estado y de Alcaldías como las de Vargas y Municipio Libertador es un ejemplo característico, ex administradores como los ex gobernadores Diosdado Cabello, Didalco Bolívar, Acosta Carles, Blanco Lacruz, Alcaldes como Freddy Bernal, Juan Barreto y Di Martino entre tantos, quienes asumieron  en su momento los cargos supuestamente con la esperanza de transparentar la cosa pública y dé participación ciudadana, pero todo fue lo contrario. No lo digo yo, hay expedientes y bien gordos engavetados en la Fiscalía.

Sin embargo, al terminar sus períodos los citados funcionarios, los nuevos gobernadores y alcaldes de la oposición, verificaron  y encontraron muchas deficiencias, de mal uso del dinero y derroche a manos llenas, según las denuncias. Y no ha pasado nada, la Fiscalía engavetó las evidencias y  ahora son Diputados,  o simplemente personeros rojos-rojitos millonarios y dueños del poder porque son miembros de la mafia revolucionaria- Las nuevas autoridades pidieron en varias oportunidades la intervención de parte del Poder Ejecutivo y Judicial. Pero como es tiempo de los rojos-rojitos las peticiones fueron al frízer y como siempre ignoradas. 

Mientras tanto la ciudadanía empezó a preocuparse y a movilizarse por el cinismo de las autoridades de turno que enarbolan la bandera de la honestidad, pero en la práctica demuestran lo contrario. El discurso de luchar y frenar  la corrupción institucional es una mentira tan grande que socava la moral del pueblo venezolano, genera desconfianza y hasta desesperanza. 

En esta transición hacia el llamado socialismo del siglo XXI tanto se ha robado y malversado, que la impunidad es la reina madre que está en su trono y sin viso de perder su estatus. Pero hay esperanza, hay un camino y es el del Progreso.