jueves, 4 de octubre de 2012


“A VOTAR PARA GANAR”
Zenair Brito Caballero 
(britozenairgmail.com)

¿Por qué si los políticos saben que la gente está  molesta, defraudada y decepcionada del comandante presidente con su fulana revolución socialista-comunista y los electores están al tanto que ellos lo saben, otra vez  el mismo candidato presidente los  engaña con la “política de la mentira y la manipulación de las emociones”?

Para los que aun siguen creyendo en Chávez: la política de la mentira, del embuste, de la falsedad es el mundo del pleito, la propaganda vacía, la ausencia de ideas nuevas e innovadoras; el de las bajadas de piso y el coro de seguidores adoctrinados envuelto todo en una urgencia electorera de mantenerse en el poder. ¿Son sordos, cínicos o, por el contrario, sabios que conocen muy bien la idiosincrasia nacional?

Me inclino por esto último: los políticos revolucionarios del alto gobierno saben lo que hacen. Si no dan bola a las demandas a favor de una política de altura, es porque navegan por una realidad muy distinta a la del resto de los mortales. Su supervivencia depende de su capacidad para manipular a las masas ignorantes e iletradas, satisfacer clientelas: dirigentes locales, financistas, comunidades necesitadas que les ayuden a seguir mandando hasta que les dé la gana.

Todo un fuego cruzado de peticiones, rogativas, petitorias, favores, expectativas e imposiciones sobre el que creen presidir, pero, en la práctica, es la maraña que los atenaza y reduce a figuras de proa. No que hagan ascos pues de ahí todo el mundo come, los grandes figurones, obviamente, más, pero no por ello dejan de ser prisioneros, a gusto, pero prisioneros al fin de sus propios errores y resbalones.

Visto así amigos lectores, la gran política es, hoy, solamente un lujo para intelectuales y otros despistados que por supuesto no están en el gobierno socialista-comunista. Debajo del radar de las discusiones nacionales de verdad existe esa otra política, la de las clientelas locales, a quienes importa tres pepinos para donde vaya el país, siempre que puedan pegar su garrotazo a esa licitación de la alcaldía para hacer 500 metros de acera, nombrar un pariente como maestro policía, chofer del metro, vigilante de un ministerio o asesor de un ministro, arruinar a las pocas empresas que quedan, repartir  viviendas en comodato no con títulos de propiedad o cualquiera de esos pasatiempos en los que se entretienen quienes han adoptado el oficio de la política de las “mentiras, de las trampas y de los fraudes”.

Por eso, el que la “gran política” de las reformas y desafíos estratégicos esté entrampada, vaciada de contenido, no significa que nuestra política no se mueva. ¡Claro que se mueve! Lo que pasa es que discurre por otros canales: cada vez más se asemeja a una organización corporativa, totalmente ajena a la asamblea ciudadana ilustrada.

Es una política ágil, con excelentes reflejos para el clientelismo y, en ocasiones, la maquina corrupta, que parece indolente para las grandes cuestiones nacionales, pero solo lo parece porque, como hemos visto, lo suyo no es indolencia sino desinterés absoluto por el país.

Otra pregunta es, por supuesto, por qué dejamos que la política llegara a redefinirse estrictamente en estos términos, cuestión que da para mucho, pero que prefiero por ahora pasar de refilón para terminar con esto: el gran reto de este 7 de octubre es romper en mil pedazos la política vil y aberrante de este socialismo-comunismo de 14 años.

El comandante aunque parezca invencible, no lo es. Otra política honesta, decente y democrática es posible y necesaria y todos unidos por el camino del Progreso lo lograremos. A VOTAR PARA GANAR ¡AMEN!

¿QUÉ SIGNIFICA EL BENEFICIO POLÍTICO?


¿QUÉ SIGNIFICA EL BENEFICIO POLÍTICO?
Zenair Brito Caballero 
(britozenairgmail.com)


El título de este artículo tiene una sola respuesta y es la habilidad que tienen muchos personajes para aprovechar cualquier oportunidad, anteponiendo el beneficio personal, a cualquier otro principio o valor. Pudiera decirse también: que es aquella persona, que se acomoda a las circunstancias, en beneficio propio, incluso, en contra de sus valores.

Un aprovechado es una persona voluble, como la veleta, que el viento la mueve para donde quiere, solo que en nuestro país, el papel de la veleta lo representan los personajes abusadores y el viento, lo representa el dinero, que pone el gran capital.

Continuando, quiero decir, que existen muchas razones para ser abusador aquí en Venezuela, por ejemplo: situaciones adversas, mas cuando son económicas, políticas y ambiciones personales; sin embargo, los abusadores, haciendo honor a su astucia, falta de escrúpulo y de vergüenza, se escudan tratando de confundirnos, diciendo que hay que ser pragmáticos; pero ahora de nuevo me pregunto, si queremos comparar pragmatismo con oportunismo, nos damos cuenta, que estos conceptos son dos polos opuestos, porque el pragmático, flexibiliza su posición para no perder la batalla o la guerra, no renuncia a sus valores; por el contrario, los mantiene y los defiende.

En cambio el oportunista, como el título de una película de vaqueros, que recuerdo de mi juventud: “Por unos dólares más”, se pasa al bando contrario. Como vemos, nuestro país está dando un ejemplo insuperable, de lo que es el oportunismo político, pues lo que estoy mencionando lo veremos con más crudeza, a medida vayamos acercándonos al final de la campaña electoral.
A mí, no me cabe ninguna duda, al afirmar que en nuestro país existen personajes que dicen que son de izquierda sin manchas y al otro día, cuando las situaciones le cambian son de derecha y con manchas. Pero hay algo mas, que quiero traer a cuenta: “La verdad deja de ser verdad, cuando surge la contradicción “y el aprovechado es contradictorio, al estar en un bando y luego después en otro; entonces, cual es el sustento para la credibilidad de lo que dicen; aquí es donde les recuerdo mis estimados lectores el viejo refrán: “Que en boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”
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También, vale la pena recordar que el aprovechado es como Judas, traidor y mercenario, que defiende hasta la muerte, una posición cuando le conviene; pero cuando las circunstancias le cambian y no logran satisfacer sus ambiciones mezquinas y personales, entonces el oportunista evalúa su situación y analiza su conveniencia y comienzan a darse los cambios, exactamente, como el circo que ha montado la izquierda en los programas televisivos de los canales del gobierno, artículos por encargos en la prensa escrita, periódicos digitales, programas de debate político, en  donde solo invitan a personajes  de su tolda y para disimular y guardar un poco su credibilidad, de vez en cuando, invitan alguna gente ni ni.

Ellos creen que nuestro pueblo no está consciente. Pero es preferible que ellos nos vean navegar con la bandera de ingenuos al comienzo, y salir con la bandera de inteligente al final, y no lo contrario. Ya lo veremos el 7 de octubre cuando salga victorioso el candidato DEL PROGRESO, ¿VOTAMOS POR EL RETROCESO O POR LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD?