viernes, 20 de diciembre de 2013

HASTA CUÁNDO TANTA INSEGURIDAD CIUDADANA

¿HASTA CUÁNDO TANTA INSEGURIDAD CIUDADANA?

Zenair Brito Caballero
  
Sin temor a equivocarme, el padecimiento más grave que sufre en estos tiempos la sociedad venezolana es el que deriva de la inseguridad galopante que se ha desatado de diversas formas en el ambiente.
Lo que más golpea la cotidianidad de la gente es, desde luego, la inseguridad ciudadana, que se manifiesta de múltiples maneras, todas ellas marcadas por los sellos candentes de las actividades antisociales y delincuenciales.
Cuando parecía que el fulano socialismo del siglo XXI  traería una era de paz creciente, los tentáculos del crimen empezaron a expandirse y a ramificarse de tal forma que nadie pudo prever en el momento en que eso se comenzó a dar. Otra hubiera sido la historia si al inicio del año 2000 se hubiesen aplicado los métodos preventivos y las acciones correctivas pertinentes.
Entre el accionar de la delincuencia y la implantación del crimen organizado, la institucionalidad se ve cada vez más atrapada y reducida, sin que hasta la fecha aparezcan señales suficientemente convincentes, que tal situación vaya a entrar en fase de tratamientos re-constructores eficaces y sostenibles.
Pero aunque la inseguridad ciudadana es lo que aparece en la primera línea de las preocupaciones y las angustias de los venezolanos, tal como lo evidencian las mediciones de opinión pública que se vienen sucediendo con más periodicidad en estos tiempos, como en la recién finalizada campaña electoral para elegir Alcaldes y Concejales, lo cierto es que esa no es la única expresión de inseguridad que padecemos en nuestro país.
Están también la inseguridad económica, derivada principalmente de la debilidad de crecimiento que ya se ha vuelto crónica. Si la economía no crece, el Estado tiende a estancarse, y las oportunidades de mejoramiento de las condiciones de vida de la población no hallan dónde encontrar arraigo. Crecen la escasez, el desabastecimiento, la inflación y el alto costo de la vida.
Y a esta inseguridad hay que sumar otras dos, que son realmente cruciales: la inseguridad institucional y la inseguridad jurídica. La institucionalidad parece estar padeciendo una crisis de identidad muy peligrosa, a la luz de los requerimientos de disciplina y de racionalidad que trae consigo el desenvolvimiento democrático; y el imperio de la ley se halla cada vez más asediado por los trastornos políticos y el embate de los intereses sectoriales.
Como si ese panorama no fuera suficientemente estresante, en estos últimos días parece estarse haciendo visible una nueva forma de inseguridad, que tiene directa incidencia en la estabilidad de todo el sistema: y es la que deriva de las decisiones que toma el  Tribunal Supremo de Justicia y los jueces a quienes corresponden las ejecuciones, en el sentido de posponer una Amnistía para los presos políticos del régimen, y la medida humanitaria al Comisario Iván Simonovis, enfermo, inocente y preso solo porque al gobierno le da la gana que esté preso.
Si no se hacen esfuerzos significativos, en todos los órdenes, para lograr que la seguridad gane terreno en el ambiente, ninguna de las iniciativas específicas de modernización producirá los resultados que se requieren para que el país gane estabilidad y credibilidad, que son factores claves para el desarrollo.
Hay que salir del dominio de la improvisación y las ocurrencias de este régimen socialista-comunista, para pasar al plano de la planificación responsable y la proyección efectiva. Y los que hoy dirigen al país con ese fulano socialismo-comunismo trasnochado y obsoleto, tendrían que pronunciarse con claridad y suficiencia sobre este punto. Hasta el momento, ni el difunto Chávez en 14 años de gobierno, ni  Nicolás Maduro con 8 meses en el poder lo han hecho. ¿Para cuándo será eso? ¿Seguiremos esperando que la oposición se renueve?


miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA INDIFERENCIA A LOS VENEZOLANOS DECENTES

LA INDIFERENCIA A LOS VENEZOLANOS DECENTES

Zenair Brito Caballero

El molesto ruido que ocasionan las noticias de cosas malas que suceden en Venezuela a nuestro alrededor, no nos deja apreciar muchas cosas positivas que tienen lugar en el mismo entorno. La vida no se reduce a atemorizarnos con tantos asaltos, asesinatos y corrupción, también existen millones de personas que todos los dí­as trabajan estudian y se esfuerzan en ir forjando una mejor sociedad.

Valorar el silencio de los venezolanos decentes no significa desconocer los actos violentos, pero nos ayudan a tener una perspectiva más realista del paí­s. Ejemplo de ello son muchos: Acaban de actuar exitosamente en varias ciudades europeas, los jóvenes y los adolescentes de la Orquesta Sinfónica Simón Bolí­var, quienes utilizan sus instrumentos como los mismos ángeles bajo la batuta del maestro Dudamel. Un ejemplo monumental que nuestros jóvenes no están condenados a ser pirañitas.

En muchas escuelas venezolanas hay grupos de escolares que estudian diariamente con su pequeña computadora. Son nativos digitales que se preparan para afrontar el desafí­o de un mundo cada vez más inmerso en la era digital y la informática. Bien por la gente que hace posible esta exitosa experiencia

En muchos colegios la palabra “emprendedurismo” ya no es un vocablo de otra galaxia, pues los estudiantes se unen, crean mini empresas y producen cosas que luego comercializan en el mercado. Los muchachos aprenden que usando su inteligencia, organizándose y trabajando, pueden tener éxito en sus emprendimientos.

Esta es una buena forma de combatir la perniciosa idea que lo mejor es recurrir a un padrino para trabajar en un ente público. Centenares de jóvenes en todo el paí­s se asocian para realizar tareas de servicio social, ayuda a los más necesitados, construcción de viviendas populares, asistencia a niños y ancianos desamparados, etc.

Hay voluntarios que cuidan a niños enfermos de Sida, otros que enseñan lo que pueden a pequeños con limitaciones fí­sicas o retraso mental. Admirable y reconfortante, ante tantas noticias de jóvenes involucrados en riñas de barras bravas, discotecas, asaltos o el submundo de las drogas

En ciertos pueblitos de los andes y de los llanos, es posible ver a miles de campesinos labrando la tierra, cosechando el fruto de su trabajo, disfrutando de una linda casa y confortables vehí­culos. Son los productores agrí­colas que generan gran parte de la riqueza nacional con su esfuerzo y no amparados por la política sucia del poder reinante. El exigente trabajo no les deja tiempo para ir a la capital a realizar manifestaciones o pedir subsidios monetarios al Estado

¡Cuántos hombres y mujeres en la Colonia Tovar, se levantan poco después de medianoche, alzan al hombro cajones de productos frutihortí­colas o el folclórico remedio casero, o viajan en pésimas condiciones hasta los mercados capitalinos para ganarse el sustento diario!

Al caer el sol, regresan a casa y el cuerpo pide descanso porque mañana será otra dura jornada. Son también millones los padres y las madres que mañana, tarde y noche se preocupan por los hijos, por mantener un hogar en armoní­a, bienestar y progreso.

La vida es dura, difí­cil, pero el amor a la familia es más grande, y pese a los problemas, hay que seguir adelante. Son héroes anónimos, nunca salen en los noticieros, pero vale la pena recordarlos y valorarlos aunque sea de vez en cuando. 




PETICIONES AL NIÑO JESÚS PARA LOS VENEZOLANOS

“PETICIONES AL NIÑO JESÚS PARA LOS VENEZOLANOS”

Zenair Brito Caballero

Inician las misas de aguinaldos, familias y comunidades se reúnen para elevar al cielo sus oraciones y durante nueve días, desde el 16 hasta el 24 de diciembre, realizar el rito espiritual que conduce al nacimiento del Niño Dios. 

Como acompañamiento a las misas,  me atrevo hoy a proponer una plegaria colectiva, para que lleguen al cielo las súplicas de todos los venezolanos, y las voces unidas alcancen un tono más potente, convirtiéndose en clamor general que encuentre eco en la eternidad.

Nueva peticiones, una para cada día, que acompañen los tradicionales gozos. Para que ese Benignísimo Dios de infinita caridad que tanto haya amado y sigue amando a los seres humanos, les escuche y atienda.

Ruego por todas las familias venezolanas y todos los hogares del mundo. Para que sea el amor el habitante principal de cada casa y a su lado vivan: el compromiso, el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la persistencia y el diálogo. 

Ruego por todos los líderes políticos de izquierda y de derecha, para que la integridad y la búsqueda del bien colectivo sean los pilares de todos los Planes de Desarrollo y de la conducta y las convicciones de quienes ejercen el poder.

Ruego para que por fin aprendamos que la pólvora solo la deben utilizar los expertos. Que las cifras de personas quemadas por esta causa, de una vez por todas queden en cero.

Ruego por los comerciantes, para que esta época les traiga prosperidad y resultados óptimos en el cumplimiento de sus metas.

Ruego por los ancianos. Para que sus familiares recuperen la ternura por la vejez, los consientan y atiendan como se merecen, con gratitud, respeto y consideración; para que disfruten los años finales de su existencia y lleguen tranquilos al encuentro con el Ser Eterno.

Ruego por los vendedores ambulantes de pueblos y ciudades venezolanas y por quienes administran el espacio público, para que encuentren soluciones de justicia, que permitan que el ejercicio al trabajo se armonice con el respeto a la ley y la existencia de territorios aptos para la circulación de ciudadanos y vehículos.

Ruego por el sistema de salud venezolano y por quienes están interviniendo en su reestructuración. Para que se acabe esta noche negra de enfermedad y muerte y vuelvan la dignidad, los buenos medicamentos, los procedimientos oportunos y la vida, a las clínicas y hospitales del país.

Ruego por los conductores de motocicletas, para que Dios guarde su vida, que no sufran accidentes y puedan desplazarse con prudencia y seguridad, llegando a quienes los aman cada día.

Ruego por los Alcaldes y Concejales recién electos, para que su alma se mantenga limpia y su mente clara y cumplan con los ofrecimientos a sus comunidades.

 “Feliz Navidad para todos los venezolanos”.  



sábado, 14 de diciembre de 2013

A PROPÓSITO DE LAS CRISIS

“A PROPÓSITO DE LAS CRISIS” 

Zenair Brito Caballero  

Está enfermo. Se la pasa lamentándose de la suerte que tiene y protesta por todo: porque no hay plata, porque hace frío, porque la novia lo dejó, porque no se halla, en fin…Por cualquier tontada llora, la comida le cae mal, no duerme, se vuelve irascible y piensa cosas sin sentido. Asume el más detestable de todos los roles: el de ‘pobrecito yo’. Es el ‘quejón’, el amargado, el aburrido, ese que jamás le encuentra el rumbo a su mundo.

¿Conoce a alguien así? Es fácil de identificar: se le ve triste, desanimado, casi depresivo. Vive cansado, no se concentra en nada y hasta piensa en morir. Lo peor es que en ese afán de buscar consuelo, el ‘pobre hombre’ termina refugiado en la lástima que le ofrecen los demás. Es más, se atreve a decir que Dios lo abandonó y, por supuesto, le vive echando la culpa a Él de todo lo que le sucede.

De alguna forma y en esta época en la que el mundo entero habla de crisis, todos podríamos llegar a ser unos “pacientes espirituales”. Los problemas de plata, el desamor, los quebrantos de salud y las angustias del día a día terminan enfermándonos el alma.

Si eso le ocurre, usted puede estar sujeto a dos salidas viables. Primera: ir al médico de tal forma que pueda recibir un diagnóstico y un tratamiento. ¡No! no es que esté loco; es que necesita ayuda profesional. Segunda: descansar en Dios. Porque debe saber que no está solo. Sí, sin siquiera notarlo, cuenta con la intervención de alguien que desde arriba lo acompaña, cualquiera sea el momento por el que esté atravesando.

Usted puede sentirse hundido y hasta creer que no vale nada. Pero no es así. Por muy oscura que sea la noche, al fin amanece y de todas formas, en las tinieblas o en la claridad, Dios escucha al que padece. Además de tener fe, si estamos depresivos y buscamos a Dios, finalmente evitamos un mal muy común en estas épocas, que hemos decidido bautizar así: “hipocondría espiritual”.

Ojo: experimentar esa sensación no es que sea un delito, ni mucho menos un pecado. ¡Ni más faltaba! Lo grave es no hacer nada para salir de esa situación de derrota permanente. Mejor dicho: no pierda tiempo, deje de protestar por su vida y póngase a trabajar ya. ¡Actuar siempre será bueno!

De ahora en adelante, cuando crea que usted es un ‘pobrecito’, lo mejor será buscar la mejor cápsula y la más efectiva receta que doctor alguno le podrá recomendar: ¡Dios! Por ello, le conviene dejar de aburrirse por todo lo que le ocurre. Lamentarse no resuelve su situación. Además, si usted asume el papel de “quejador”, las personas que lo rodean se fastidiarán y terminará aburriéndolas.

Siga las siguientes recomendaciones para que el mundo no le parezca tan “desabrido”: 1. No envidie a nadie. 2. Vaya a su trabajo con entusiasmo. 3. Evite pensar en cosas desagradables. 4. Si encuentra alguien en su camino, salúdelo siempre sonriendo. 5. Jamás juzgue a una persona por su aspecto. 6. No comente sus problemas con extraños. Es más, evite hablar demasiado. 7. No les demuestre a los demás lo que usted no es en realidad. ¿Para qué aparentar? 8. Enfrente las situaciones que le ponga la vida con fuerza y valentía. 9. Realícese en su hogar y disfrútelo. 10. Agradezca siempre a Dios por lo que tiene.

¡Decídase! Desde hace mucho tiempo usted está postergando la solución de su problema. Es hora de “tomar el toro por los cachos”. Use de manera racional su buen sentido para resolver su problema, pero sin precipitación alguna. Permanezca en silencio y pida ayuda divina. Una voz muy clara y límpida le señalará el camino a seguir. Aprenda a escuchar la voz interior que existe en su interior. Ella tiene las soluciones para todos sus problemas. Y una vez decidido, siga el rumbo aconsejable: ¡camine hacia adelante!

Lo siguiente fue dicho alguna vez por Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucedernos porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura”.

Es en la crisis que nace la inventiva amigos lectores. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y sus penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la “crisis de la incompetencia”.

Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque en crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.



sábado, 7 de diciembre de 2013

¡EL PANORAMA POLÍTICO DEL 2013!

¡EL PANORAMA POLÍTICO DEL 2013!
Zenair Brito Caballero  britozenair@gmail.com


Por estos días del 2013 y los que están por llegar, estaremos viendo a los que viven de la cosa política, incluyendo a los que hacen mandados asumir posturas y viajar a donde sea a cumplir con lo que les han trazado los jefes, participar activamente en reuniones, foros, simposios y actividades que comúnmente no se les ve hacer cuando ejercen el cargo en el que fueron elegidos.
Sienten que es el momento propicio para comenzar a opinar y manipular conceptos, emitir opiniones y  así ganar simpatías del alto gobierno e ir nuevamente al sitio donde están o para tener opción a otro cargo mejor en el poder.
Esta vez hay un ingrediente adicional que tiene que ver con la elección de los nuevos alcaldes y concejales, lo que suponemos cambiará por completo el panorama político para todo el pueblo venezolano en los próximos 4 años y para los que aspiraban a acomodarse en algún lado y seguir, incluyendo a los incrédulos de los movimientos gobiernistas, debido a su convencimiento que no han hecho nada por las mayorías.
El panorama político venezolano está revuelto y se ve el corre, corre, el va y viene, y el ve y dile, y todos los días en las noticias locales, regionales y nacionales se sacan las posturas de estos “intelectuales políticos” de la revolución bonita.
También se ha visto el movimiento de tratar de poner de actualidad la atención hacia los medios, con las amenazas al diario el Tiempo, al Universal y al Semanario Las Verdades de Miguel y los foros para debatir el futuro de la educación con la aplicación del nuevo diseño curricular para las escuelas primarias o básicas, resaltando lo que está escrito pero que en la práctica se percibe otra cosa, haciendo anuncios que son constitucionales, pero que hasta ahora lo afirman como si fuera nuevo: “se garantiza más y mejor educación de calidad para los venezolanos y las venezolanas”, pero no hablan del adoctrinamiento, de la ideologización socialista o comunista marxista que se pretende continuar haciendo a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que cursan sus estudios en la educación básica, media y superior.
Y otra cosa, ¿cuál será en este casi finalizado 2013, el sentimiento de los que comen una vez al día, de los que no tienen donde descansar o dormir, de los que deambulan por las calles sumidos en el alcohol y la drogadicción, de los que no tienen empleo y deben mantener una familia, de los que sienten que cometieron injusticias con él o con ella, cuando les sacaron de su terruño por amenazas?
De los que votaron el pasado 7 de abril convencidos o engañados, o peor, forzados, cuando ven las actividades de quienes han sido elegidos como diputados, concejales, gobernadores o alcaldes meterse en situaciones poco fiables, si hay o no intercambio humanitario, que hay varias listas de los partidos o fracciones de partidos que apoyan al régimen revolucionario y que les prometieron ayudas si votaban por Maduro y la ayuda ofrecida se queda sólo en populismo, demagogia o mentiras?
Que se haga proselitismo con dar una pensión del seguro social a los adultos mayores, una beca subsidio a los misioneros de Robinson, Ribas, Sucre o Vuelvan Caras o un desayuno a los escolares de las llamadas escuelas bolivarianas.
Que cada día saquen el número de afiliados que tiene el seguro social y por el otro lado el golpe a los medicamentos, en fin, son muchas más postemas y sentimientos de las personas que se encuentran ofendidas y molestas, pero nadie los escucha.
La forma de hacer política está cambiando aceleradamente y toda Venezuela espera resultados positivos de las actividades de cada dignatario a ver si los cambios prometidos se cumplen; pero de figura, actitud y farándula, ya no come la gente, así que esperamos la renovación para ir al futuro y no tener que devolverse a lo superado, a lo que ha mantenido a este país rico en bancarrota durante 15 años de gobierno revolucionario socialista-comunista y donde todo el mundo quiere sacar partido a la oportunidad, ­a su cuarto de hora!.

ABORDEMOS EL 2014 CON GOZO. ¡AHORA ES EL MEJOR MOMENTO PARA PERDONAR!

ABORDEMOS EL 2014 CON GOZO. ¡AHORA ES EL MEJOR MOMENTO PARA PERDONAR!

Zenair Brito Caballero

Debemos entender que el perdón es el arma más poderosa para destruir el rencor y olvidar la venganza. El perdón es el agua para apagar el fuego del odio y la violencia. Y es precisamente en estos tiempos de fin de año, donde debemos reflexionar tomando la decisión de sacar el odio y abrirle el corazón a la alegría. El perdón simboliza el derecho a liberarnos del agravio y de la emoción negativa atrapada junto a la acción de la cual fuimos víctimas.


Estamos a pocos días para que finalice el año 2013 e inicie el 2014; qué mejor momento para perdonar a quienes por una u otra razón nos ofendieron, muchas veces perdimos una amistad debido a una insignificancia a la que le dimos demasiada importancia cuando realmente no valía la pena, pero bueno…, ahora que pasaron los días, meses o años, sería importante abrir nuestro corazón y buscar a esa gente resentida para hacer las “paces” y empezar el año que se avecina con gozo.

Debemos entender que el perdón es el arma más poderosa para destruir el rencor y olvidar la venganza. El perdón es el agua para apagar el fuego del odio y la violencia. Y es precisamente en estos tiempos de fin de año, donde debemos reflexionar tomando la decisión de sacar el odio y abrirle el corazón a la alegría. Esta es la mejor opción.

No estoy hablando de ese perdón que puede ser asociado con sentimentalismo religioso golpeándose el pecho en una oración. No, se trata del perdón que nos libere el alma de las cadenas del resentimiento, aquel que beneficia más al que lo da que al que lo recibe. Debe ser un perdón verdadero y no algo hipócrita.

El perdón simboliza el derecho a liberarnos del agravio y de la emoción negativa atrapada junto a la acción de la cual fuimos víctimas. Por ejemplo, si hemos sido víctimas de un engaño, la emoción de rencor, de venganza, quedará circulando en nosotros como sentimientos y pensamientos recurrentes que revivirán constantemente el hecho, dando la oportunidad que la acción no ocurra una, sino muchas veces, a eso es lo que debemos ponerle fin.

Cuando perdonamos dejamos de alimentar la emoción negativa de la venganza y rompemos con el ciclo nefasto que afecta nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestra economía. Para nadie es un secreto que las emociones como la ira, el rencor, la culpa y el odio, son en gran parte responsables de enfermedades como el cáncer, que una vez liberadas estas emociones represadas en el tiempo por el perdón, el paciente se cura, como sucedió con el fallecido cantautor Facundo Cabral. Si no perdonamos y elegimos vivir con el corazón cargado de resentimiento podemos enfermar.

Nadie está obligado a hacer lo que no quiere, si no desea perdonar no lo haga, pero piense ¿cuánto se ahorraría si desterrara del corazón todo el sentimiento que lo hiere? Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, es alcanzar la libertad mental.


Por eso en este fin de año dé su mejor regalo y derrote a su enemigo con el mejor golpe: El perdón que nos ataca y nos genera un desconsuelo permanente. Estos días son bonitos, nuestros corazones están más abiertos... aprovechemos la oportunidad que nos da Dios y expulsemos el odio para siempre. “Perdonemos a los que nos ofenden...”  britozenair@gmail.com

¡ES HORA QUE LOS VENEZOLANOS ABRAN LOS OJOS Y DESPIERTEN DE UN MAL SUEÑO!

¡ES HORA QUE LOS VENEZOLANOS ABRAN LOS OJOS Y DESPIERTEN DE UN MAL SUEÑO!
Zenair Brito Caballero
La calidad de la democracia se mide por el volumen de mentiras de los políticos. En tiempos electorales este volumen crece de tal manera, que nuestro mal llamado socialismo del siglo XXI se asfixia, se intoxica, de puros engaños y mentiras.
Llama la atención la facilidad con que los politiqueros gubernamentales rojos-rojitos socialistas-comunistas, mienten, engañan, falsifican. No hay pudor, decoro, decencia,  no hay moral, no hay consideración para una sociedad que salió de una llamada IV República calificada por los revolucionarios como perversa y corrupta, para caer en una dictadura socialista-comunista de la mentira, de la farsa y del disimulo. Una mejor o quizás peor que otra.
Sus efectos son similares: Destruyen la base social sobre la que se asienta la esperanza de miles de venezolanos por un país mejor. En estos días — como en el pasado y seguramente como en el futuro los políticos socialistas-comunistas en el afán desesperado por continuar en el poder, no hacen otra cosa que engañar, falsear y desnaturalizar. Si hiciéramos un catálogo de sus promesas tendríamos un serio competidor con los cuentos de Las mil y una noches.

Llama la atención que los ciudadanos partidarios al socialismo-comunismo, asistentes a los actos proselitistas — con periodistas incluidos no acierten a preguntar a los candidatos a alcaldes y concejales del PSUV ¿de dónde sacarían los recursos para cumplir por lo menos con una parte de lo prometido?

Y en tren de preguntas, sería oportuno averiguar también ¿dónde encuentran tanto dinero? Mienten cuando proyectan un programa de gobierno municipal, a sabiendas que no lo van a cumplir, como no lo hizo en 15 años el finado Chávez, ni lo ha hecho Nicolás Maduro  en 8 meses de gestión gubernamental, como propuestas al país.

Total amigos lectores, repetirán después algunas de estas frases: “Se nos han dado datos falsos,” “creíamos que era otra la realidad,” “Hemos pensado que la cosa sería más fácil, pero había sido que...” En fin, los pretextos que el pueblo venezolano ha escuchado siempre. Y persistentemente con infinita paciencia.

Todos los politiqueros rojos-rojitos están unidos por la impudicia de la mentira. Son Inseparables, por continuar disfrutando de las mieles del poder. A sabiendas que ninguno de ellos llegará solo, sin embargo se abren distancias y se cavan abismos entre correligionarios.

En las reuniones se mienten los unos a los otros. Después, a través de la prensa, la radio o la televisión, con sus mentiras desorientan y confunden a la opinión pública. Para peor, los adherentes al gobierno socialista-comunista creen, o hacen creer que creen, en las mentiras de sus dirigentes. Son lo que los psicólogos llamamos mitomanía, que es un trastorno psicológico que consiste en mentir de manera compulsiva y patológica.

El mitómano falsea la realidad para hacerla más soportable e incluso puede tener una imagen distorsionada de sí mismo, generalmente con delirio de grandeza (lo que produce una gran distancia con la imagen real). Lo habitual es que el mitómano mienta sin valorar las consecuencias de sus mentiras. Por eso adopta a la mentira como parte de su comportamiento social y crea sistemas falsos para sostener todos sus engaños.

El mitómano miente para ganar prestigio, manipular a los demás o hacer daño. Es importante tener en cuenta que no se trata de un trastorno inofensivo, sino que tiene efectos negativos tanto sobre quien padece la mitomanía como por su entorno.

El pensador norteamericano Michael P. Lynch dice en su libro “La importancia de la verdad para una cultura pública decente”, que “creemos que el mentiroso está contando sinceramente su verdad y, al creerle, cedemos parte de nuestra libertad en función de la mentira. Pasamos a estar sometidos a la voluntad del otro.”

Cada día cedemos parte de nuestra libertad de la manera más escandalosa: Alquilando cédulas de identidad, votando por personajes notoriamente corruptos, o haraganes, o analfabetos funcionales, en cuyas manos transferimos nuestro futuro.

Tal vez muchos expertos sociólogos, psicólogos sociales  y  politólogos puedan explicarnos este extraño cambio de comportamiento, que se da en muchos ciudadanos: Se molestan porque sus necesidades más urgentes no son resueltas, pero cuando tienen la ocasión de forzar el cambio, depositan nuevamente sus votos al partido que gobierna y a favor de las mismas personas a quienes responsabilizan de sus padecimientos. Creo que es así, porque tales ciudadanos viven envenenados por las mentiras que escuchan de los rojos-rojitos socialistas-comunistas y no quieren, o no procuran, desintoxicarse. Es hora que los venezolanos abran los ojos y despierten de un mal sueño.