¿COMPRAVOTOS O DELINCUENTES ELECTORALES?
Zenair Brito Caballero
(britozenair@gmail.com)
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Causa indignación en la ciudadanía venezolana la
intromisión de autoridades gubernamentales socialistas-comunistas en los
procesos electorales. El intento por condicionar el voto y desviar recursos del
Gobierno es uno de los mayores lastres de nuestro inconcluso proceso de
transición democrática
En los recorridos que han realizado los dirigentes políticos de la
oposición en diferentes pueblos y
ciudades visitadas por el candidato ganador de las Primarias Henrique Capriles
Radonski, han recibido una gran cantidad de denuncias sobre presiones de todo
tipo, desde el condicionamiento de los apoyos gubernamentales hasta la amenaza
de perder el empleo si no se promueve al candidato oficial.
Parecen argumentos de hace décadas pero no, están sucediendo en este proceso electoral de 2012. Y han hecho llegar pruebas para comprobarlo tanto en prensa, como en radio y televisión que van desde audio grabaciones, cartas, fotografías, entre muchas otras.
En días pasados se dio a conocer lo dicho por un
funcionario gubernamental en una reunión con subordinados en la cual amenaza
con despedir a quienes no apoyen al candidato Presidente. Incluso enfatiza que
el presidente le ha "encargado" garantizar el triunfo en determinados
municipios y afirma que se siente honrado por la confianza que ello significa.
La Contraloría es quien supuestamente debería
verificar que los recursos se usen bien, en el marco de la ley y sin distingos
electorales. Sin embargo, como se escucha el gobierno está involucrado en
proselitismo ilegal.
Por si fuera poco, días después hicieron llegar a lideres de la oposición la grabación de una reunión oficial, es decir, convocada a través de mandos institucionales, con viáticos incluidos y en horario laboral, en la cual los directores de las empresas del Estado, obligan a los trabajadores a promover el voto por el candidato presidente e ir obligatoriamente a los actos de campaña para tener "carro completo". Incluso le asignan cuota a cada uno, 25 votantes por trabajador, y los amenazan aclarando que las listas de simpatizantes que se entreguen serán verificadas. Al finalizar la reunión, les pide que sean "convincentes”. Este flagrante caso de violación a la ley tampoco parece que le interesa a nadie ni al CNE.
Si no lo hubiera leído yo misma en Twitter o en blogs de Internet, todo ello me parecerían escenas de alguna película de terror. Pero no. Se trata de escenas que no solo se presentan en CARACAS, desafortunadamente, sino en muchos estados en los cuales los gobernadores y alcaldes están más interesados en cumplir con las metas electorales que les han sido impuestas por el candidato Presidente o el Partido PSUV, que en garantizar seguridad a la ciudadanía.
¿Cómo hacer para erradicar estos lastres que impiden la transformación del sistema político y de la democracia venezolana? Algunos investigadores,, han afirmado que el principio para combatir efectivamente al crimen organizado -y yo añadiría que para transformar al sistema político- se encuentra en el combate a la impunidad. Estos casos, y otros más registrados en varios estados del país, deben ser castigados con ejemplaridad. De lo contrario nos sumergiremos más en el mundo de la simulación que tanto daño ha hecho a la república.
Al contrario de los funcionarios del gobierno socialista-comunista yo los invitaría a ser demócratas y no convencedores cortoplacistas; los invitaría a que opten por lo que le conviene al país en el mediano plazo, ese PROGRESO que nos permita construir juntos el camino que estaríamos orgullosos de heredar a las próximas generaciones
Un obsequio, por muy valioso que sea, no dura seis años ni vale la dignidad de ejercer un voto libre y consciente. Ser convencedores es una característica que nos tiene atorados en un viejo sistema que también ata al país y le impide alcanzar un desarrollo más equitativo. Este 7 de octubre seamos demócratas y votemos por el candidato DE LA UNIDAD Y DEL PROGRESO