¿QUÈ QUEREMOS LOS VENEZOLANOS UNIDAD O TOTALITARISMO?
ZENAIR
BRITO CABALLERO (britozenair@gmail.com)
La idea de controlar el
mundo siempre ha sido el gran desvarío humano. Grandes autores de la literatura
lo han contado brillantemente. Para pesadilla de los países menos
desarrollados, en la realidad se acuñó la idea bajo el nombre oficial de Nuevo
Orden Mundial, surgido tras las dos Guerras Mundiales; para dicho plan nacieron
las NN.UU.
Muchas cosas cambiaron
desde entonces, sobre todo la ciencia y la tecnología dieron pasos agigantados.
Ciertamente estos adelantos pueden ayudar, aunque jamás anulando el desarrollo
de la inteligencia humana y mucho menos las diferencias positivas de los
pueblos.
Los venezolanos, que no
conocemos proceso, camino, movida, a-b-c del aprendizaje, queremos siempre que
otros hagan las cosas por nosotros. Los países del Nuevo Orden, autoerigidos
como gobernantes universales, han logrado su progreso o vivir con más
comodidades, pero no vivir bien.
Sus pretensiones hoy,
desesperados por la crisis de recursos naturales, el desborde del consumo,
enfermedades, problemas de población y miedo a catástrofes naturales y humanas,
entre más, no los deja dormir aún con la billetera llena. Los salvadores
planes de las NN.UU. fracasaron en muchos países, sus mismos técnicos lo
reconocen.
El plan de salud sexual y
reproductiva, por ejemplo, no logró reducir embarazos adolescentes, ni el sida
u otras enfermedades venéreas, lo cual es normal cuando está basado en
concepciones de desecho humano, casualmente los mismos de la multinacional
pro-aborto IPPF (Federación Internacional de Planificación Familiar).
Terrible intromisión en la
naturaleza de los países y sus habitantes, ¿no habían condenado a Hitler por
asesinato? El Nuevo Orden Mundial promueve la eutanasia para que matemos
“lo viejo” –según ellos– y para esto hacen juegos que confunden el bien y el
mal. Conste que el mal es muy fácil de identificar: es incapaz de crear, roba
lo bueno, lo corrompe y lo vende.
Y, considerando el bajo
nivel de maduración sexual del ser humano, la corrupción más tentadora apunta a
lo más sagrado que tenemos: la vida, a través de sus integrantes más
vulnerables, la mujer y los niños. En la novela “Un mundo feliz” (Huxley,
editado en 1932) todos alcanzaban la felicidad. No había religión, filosofía,
muerto el arte, nada de ciencia. Y, por supuesto, la familia había sido
destruida. El mundo estaba tan vacío que solo había felicidad...
Recomiendo esta visionaria
novela para matizar el Marco Rector Pedagógico que dice tener el Ministerio de Educación.
¿Quién ordena la gran cama del mundo? Los países europeos firman tratados
de integración, cooperación, defensa de los DD.HH., pero se baten en duelo
entre ellos mismos cuando surgen situaciones como la expulsión de los gitanos
hecha por Sarkozy, por lo cual el polémico ex mandatario francés pagó un duro
enfrentamiento con la Unión Europea.
Los bloques de poder no
son icebergs a la deriva. La idea de “unión regional” llega con distintos
nombres y versiones para atentar contra la soberanía de los países, desterrar
la idiosincrasia y borrar todo concepto de nación. Es decir, seremos todos
“igualitos”.
La base es deconstruir el
derecho en nombre de la justicia, dicen los izquierdosos–mismos que arman los
nuevos falsos diccionarios–. Prometen manumisión, siempre y cuando haya
obediencia civil de reglas predeterminadas por una minoría socialista-comunista
¿Unidad o totalitarismo? Quienes critican a Hitler hacen lo mismo que él y de
una manera mucho más cruel, por ello se requiere un drástico cambio: no al
totalitarismo pero si al Progreso, no al comunismo pero si a la democracia.