miércoles, 20 de noviembre de 2013

ASÍ SON LOS COMUNISTAS MALIGNOS Y PERVERSOS, CHARLATANES Y RABIOSOS

ASÍ SON LOS COMUNISTAS MALIGNOS Y PERVERSOS, CHARLATANES Y RABIOSOS

Zenair Brito Caballero

A lo largo de la historia, las sociedades han sido siempre oprimidas entre dos opciones: “o derecha o izquierda”, “o negro o blanco”, “u hombre o mujer”, “o guerra o paz”, “o amigo o enemigo”…Ninguna otra posibilidad. Ninguna otra alternativa. 

En su forma lógica funciona, pero en los asuntos vitales no es posible una distinción que separe las cosas de modo tajante –así ha pasado con la sexualidad humana, de creer que sólo existen dos sexos: o masculino o femenino, que los demás son desviaciones morales, o de naturaleza-. Un mundo dividido por los extremos no permite reconocer la diferencia.

En política es bien claro. La pertenencia a un partido, de izquierda o de derecha, llevada a extremos de odio y muerte, y vivida de modo violento y despreciable por quienes la vivieron, y que a pesar de todo, prosigue en las violencias que hemos vivido, con renovados actores, otros intereses, y formas sofisticadas de ofensiva, siempre fustigadas por el látigo demagógico y manipulador de quienes prefieren una “artimaña más justa” a una alianza, que por injusta, nunca será peor que la beligerancia. 

Siempre la violencia, por ese afán propenso a hacerse de amigos y enemigos, por el poder político, religioso, económico, o porque se es de otra raza, sexo, color o condición social. Motivos diversos y abundantes: “la patria”, “el honor”, “la moral”, “los miedos”, “la represalia”, aquello que sea razón para combatir: una escuela, un partido, una frontera, una religión, una creencia, lo que signifique contienda; porque para quienes así piensan “la violencia es el mejor de los argumentos”.

Se construyen un discurso, espinoso y fraudulento, y proceden de mala fe al desvirtuar los argumentos de sus adversarios haciendo de ellos “una imitación falsa y vulnerable de los mismos”. Consideran que el proceso de conciliación necesita de un gobierno que “comprenda que no se puede negociar con esa gente opositora”, que sí lo hacen no es otra cosa que apoyar la intimidación.

No es confrontación de fondo, es lo malicioso de su actitud por algo que no les satisface, pues siempre los socialistas-comunistas están dispuestos al conflicto, a la confrontación violenta y a la descalificación.

“O lo uno o lo otro” y en su caso, prefieren la destrucción moral del oponente a una negociación civilizada. Incapaces de imaginar un pacto negociado, efectivo y real, en un país pseudo-democrático como Venezuela, los socialistas-comunistas recurren a cualquier artificio para confundir a la opinión pública y a sus reptiles seguidores. La fotografía de quienes ellos llaman “los enemigos”, como el caso de Henrique Capriles Radonski retratado con el Papa Francisco y con venezolanos en el Vaticano que aplaudieron y dieron loas al dirigente opositor y Gobernador del Estado Miranda, para tratar de escarnecerlo y vejarlo, haciendo creer a sus seguidores que está buscando ayuda internacional, para sacarlos del poder. Así son estos y que líderes Psuvistas, los que se dicen socialistas-comunistas, malignos y perversos, charlatanes y rabiosos.


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