EL PODER SE DEBE UTILIZAR PARA SERVIR
Zenair Brito Caballero
(britozenair@gmail.com)
El poder excesivo es
inconsistente en cualquier esfera de la vida, máxime si se trata del quehacer
educativo, del derecho a aprender, a educarse en buena lid en momentos en que
se hace énfasis en ese sentido. Quien ostenta el poder en la familia, debe
demostrar autoridad, pero sin echar a un lado la sensibilidad.
No pocos cantaletean que
el poder es para usarlo. Así, unos lo utilizan para enriquecerse, otros para
creerse dioses, para mancillar, para discriminar o hacerle la existencia
imposible a un infeliz que solo tiene como riqueza la dignidad, el día y la
noche.
El poder se debe utilizar
para servir. De este modo lo emplean los grandes hombres que dejan
huellas en la humanidad, por lo que son bien recordados y
congratulados.
Y quienes
utilizan el poder para envilecer, provocan náuseas. ¡Qué bueno es tener el mazo
contra un desvalido de la vida! Viene esto a propósito de dos niñas que
conozco, a quienes sus padres les niegan el derecho a continuar sus estudios
porque reprobaron dos materias en la carrera universitaria que estudian. A
quien reprueba una o dos materias se le da un chance, si no supera el examen
repite el curso, pero NO debe ser quitarlo de la institución donde estudia.
En Venezuela para el 2008
unos 216,000 menores en edad escolar no asistían a la escuela, conforme a
un estudio de Foro Socio-educativo. El último censo recoge que el 13% de
la población era analfabeta, el 33% entre l5 y 29 años no había completado la
educación básica y el 69%, con 20 a 29 años, no había completado el nivel
medio.
Con esas cifras, y sin
esas ellas, a nadie se le debe negar el derecho a instruirse. La mayoría
de nuestros maestros y profesores son personas sensibles, que asimilan a
los alumnos como a sus hijos.
Los alumnos siempre
recuerdan a sus buenos maestros y profesores en los distintos escalones de la
enseñanza. Si un alumno fallare, el maestro, profesor o quien dirige el plantel
debe tratar de buscar una solución salomónica, que no perjudique al más
débil.
Llevar a un hijo hasta el
último peldaño de la formación ha sido siempre un gran sacrificio para la
familia que vive con el sudor de su frente, y a la vez su gran trofeo es
ver a su muchacho graduado.
De ahí que en ningún
estamento, y menos en el educativo aunque sea solo un caso de excepción, se
debe usar el poder para abusar, para dañar. El mejor uso del poder es cuando se
aplica de manera justa.
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