sábado, 30 de noviembre de 2013

“SI QUEREMOS DEMOCRACIA Y NO SOCIALISMO-COMUNISMO HAY QUE SALIR A VOTAR”

“SI QUEREMOS DEMOCRACIA Y NO SOCIALISMO-COMUNISMO HAY QUE SALIR A VOTAR”

Zenair Brito Caballero


¿Por qué si los políticos saben que la gente está molesta, defraudada y decepcionada del actual gobierno con su fulana revolución socialista-comunista y los electores están al tanto que ellos lo saben, otra vez  Maduro imitando al difunto Comandante los  engaña con la “política de la mentira y la manipulación de las emociones tratando u obligando a sus seguidores, que voten por los candidatos a Alcaldes y concejales del PSUV y desprestigiando a la MUD y a los que se oponen a su gobierno socialista-comunista”?

Para los que aun siguen creyendo en  el fallecido presidente Chávez: pregunto  ¿ Nicolás Maduro y los futuros Alcaldes y Concejales Psuvistas tratarán de continuar con la política de la mentira, del embuste, de la falsedad, en el mundo del pleito, de la propaganda vacía, de la ausencia de ideas nuevas e innovadoras; el de las bajadas de piso y el coro de seguidores adoctrinados envuelto todo en una urgencia electorera de mantenerse en el poder?. ¿Son los chavistas sordos, cínicos o, por el contrario, sabios que conocen muy bien la idiosincrasia nacional?

Me inclino por esto último: los políticos revolucionarios del alto gobierno saben lo que hacen. Si no dan bola a las demandas a favor de una política de altura, es porque navegan por una realidad muy distinta a la del resto de los mortales. Su supervivencia depende de su capacidad para manipular a las masas ignorantes e iletradas, satisfacer clientelas: dirigentes locales, financistas, comunidades necesitadas que les ayuden a seguir mandando hasta que les dé la gana.

Todo un fuego cruzado de peticiones, rogativas, petitorias, favores, expectativas e imposiciones sobre el que creen presidir, pero, en la práctica, es la maraña que los atenaza y reduce a figuras de proa. No que hagan ascos pues de ahí todo el mundo come, los grandes figurones, obviamente, más, pero no por ello dejan de ser prisioneros, a gusto, pero prisioneros al fin de sus propios errores y resbalones.

Visto así amigos lectores, la gran política es hoy, solamente un lujo para intelectuales y otros despistados que por supuesto no están en el gobierno socialista-comunista. Debajo del radar de las discusiones nacionales de verdad existe esa otra política, la de las clientelas locales, a quienes importa tres pepinos para donde vaya el país, siempre que puedan pegar su garrotazo a esa licitación de la alcaldía para hacer 500 metros de acera, nombrar un pariente como maestro, policía, chofer del metro, vigilante de un ministerio o asesor de un ministro, arruinar a las pocas empresas que quedan, repartir  viviendas en comodato no con títulos de propiedad o cualquiera de esos pasatiempos en los que se entretienen quienes han adoptado el oficio de la política de las “mentiras, de las trampas y de los fraudes”.

Por eso, el que la “gran política” de las reformas y desafíos estratégicos esté entrampada, vaciada de contenido, no significa que nuestra política no se mueva. ¡Claro que se mueve! Lo que pasa es que discurre por otros canales: cada vez más se asemeja a una organización corporativa, totalmente ajena a la asamblea ciudadana ilustrada.

Es una política ágil, con excelentes reflejos para el clientelismo y, en ocasiones, la maquina corrupta, que parece indolente para las grandes cuestiones nacionales, pero solo lo parece porque, como hemos visto, lo suyo no es indolencia sino desinterés absoluto por el país.

Otra pregunta que me hago, es ¿por qué dejamos que la política llegara a redefinirse estrictamente en estos términos?, cuestión que da para mucho, pero que prefiero por ahora pasar de refilón para terminar con esto: el gran reto de este 8 de diciembre, es romper en mil pedazos la política vil y aberrante de este socialismo-comunismo de 15 años con millones de millones de votos.

Los chavistas aunque parezcan invencibles haciendo propaganda electoral bajo la figura del difunto Chávez, repartiendo electrodomésticos, llenando de perniles, carnes y pollo los MERCAL, y con el servilismo de los militares y del CNE, no lo son. Otra política honesta, decente y democrática es posible y necesaria si todos nos unimos. Todos hermanados por LA UNIDAD DEMOCRÁTICA lo lograremos derrotando la abstención. ¡A VOTAR TODOS LOS VENEZOLANOS PARA GANAR!



jueves, 28 de noviembre de 2013

SI LA JUSTICIA SE HA VUELTO INJUSTICIA ¿CON QUÉ SE PODRÁ HACER JUSTICIA?

SI LA JUSTICIA SE HA VUELTO INJUSTICIA ¿CON QUÉ SE PODRÁ HACER JUSTICIA?
Zenair Brito Caballero
La violencia es y siempre ha sido, en cualquier parte del mundo, una manifestación de poder; y es desencadenada por el deseo egoísta de “ser/tener/poder”.
La cuestión es que ésta se manifiesta de todas formas y en todos los ámbitos sociales. En nuestro caso venezolano, sin equivocarnos, podemos afirmar que ya existe una “cultura de la violencia”.

Y eso es fatal para el país,  pues una cultura no se puede erradicar sin transformarla y una cultura no se transforma de la noche a la mañana. Pero ¿cómo hacerlo?  En este sentido, la pregunta crucial es: ¿quién sufre las consecuencias de esta violencia?
Pues todos los que conformamos la sociedad venezolana, nosotros, pero es  principalmente “los de a pie”, los desposeídos del  pueblo, los que más la sufren, puesto que son ellos quienes, la mayoría de veces, en este entorno, los que viven también una cultura de la dependencia: de su familia, su lugar de origen, su trabajo, sus deudas y quién sabe qué más.
Es ese sector social el que tampoco tiene opciones de seleccionar, de tomar decisiones para salir de la incertidumbre que siembra la violencia. Esta actitud belicosa  no se ejercita en el vacío, sino sobre un “otro” y sus cosas. Es la violencia inicial la que rompe el equilibrio de las relaciones justas y normales de la sociedad, desde la familia hasta el Estado.
Esta conducta es perversa por cuanto genera injusticias, por un lado, y respuestas violentas y destructivas por el otro.  Entonces es cuando se origina una especie de círculo vicioso que cada vez requiere respuestas más violentas; dígase, por ejemplo, tomar  la justicia en propias manos.
No estamos en una sociedad del “salvase quien pueda”, pero la realidad demuestra que así es. Es como que este país es el Oeste desalmado de las películas vaqueras donde se impone la ley del más fuerte, hecho que el “tipo” —ya sea el alguacil o “sheriff”,  o el indignado héroe— a balazos con su par de pistolas quiere detener.
¡Qué pena! ¿Por qué sucede esto? Naturalmente, por la ausencia de inacción de las  autoridades policiales,  por esas leyes que parecieran amañadas, que defienden a los delincuentes y hunden a los inocentes.
¿Y dónde está la verdadera ley, pues? Es increíble que ahora tengan que buscarse los delincuentes a través de las redes sociales; lo que tampoco es sano, ya que cualquiera puede manipular esos medios —los “mass media”, como los llaman hoy—, con todas las consecuencias perversas y negativas del caso.
Todo esto, al paso que vamos, puede llegar a desencadenar un terrible accionar en contra de cualquiera; y al final seríamos víctimas usted o yo. Pero, es más,  desvirtuarían la presencia de policías como autoridad constituida, lo que sería un desastre  para la ya angustiada sociedad venezolana.
Sabido es que el poder orientado a proteger al débil previene la violencia,  pero cuando este poder como en el caso venezolano se manipula, generando injusticias, desprotección, impunidad y muchas otras cosas más, en desventaja para la sociedad, surge otra violencia que es la respuesta natural de defensa y rechazo.
Y peor es cuando el poder es “absoluto” como ocurre en nuestra Venezuela, pues corrompe absolutamente —parafraseando el adagio—. Aquella se engendra en el egoísmo, está en el amor o al menos en el derecho de justa defensa. Pero tampoco es bueno. 
Hay, en efecto, en toda sociedad, leyes que regulan las prácticas sociales para prevenir la primera violencia; para asegurar las relaciones justas, el bien de la comunidad. Pero la realidad es otra, no siempre expresa su cumplimiento: la primera violencia, aquella que es producto de la “desmesura del poder”, engendra estados de injusticia, de desorden en las relaciones sociales. Y en este sentido nuestro país no es la excepción. 
Dada la presente situación, hay también otras leyes que sirven para restablecer la justicia (castigos, multas, indemnizaciones, etc.). El resultado buscado es el retorno al estado normal de derecho en  las relaciones sociales de nuestra  comunidad. Con ello, vemos que hay una reacción en el sentido, que los civiles no creen ya en las leyes, sobre todo cuando hay posiciones encontradas entre los que ejecutan las detenciones y los que penalizan (Policía-Fiscalía).
En casi todos  los casos se siente, como clamor popular,  el  reclamo de la buena y plena aplicación de las leyes. Es alarmante constatarlo, por el hecho, que eso tampoco es la solución y eso de aplicar la ley del talión: “Ojo por ojo y diente por diente”. Esta no es la solución al problema;  pero la gente así lo manifiesta.
Aquí es donde la función justiciera del poder se pone a prueba. Ahora bien, si eso es así, como sucede en cualquier parte del mundo “civilizado”, estamos a la espera, que los magistrados del “honorable Tribunal Supremo de Justicia” ejerzan el papel para el cual son elegidos.
El problema es que, ante toda una situación de injusticia en lo referente a la aplicación de la ley en la que hemos vivido en estos 15 años, es imposible aceptar de la noche a la mañana un dictamen justo. Es fácil que dicha función se degenere, se haga opresora, protegiendo a los gestores de la injusticia primera, en vez de hacerlo respecto de los débiles y oprimidos.
Esta es una segunda violencia, que apoya a la primera y deja al oprimido completamente indefenso. ¿Contemplan las sociedades esta situación, creando leyes que castiguen a los que no practican la justicia? Este problema es muy serio. Por eso, si la justicia se vuelve injusticia ¿con qué se podrá hacer justicia?

LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA ES LA LEGITIMIDAD DE LOS REPRESENTANTES

LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA ES LA LEGITIMIDAD DE LOS REPRESENTANTES
Zenair Brito Caballero
Estamos en el periodo electoral para nombrar o elegir Alcaldes y concejales, y ya empieza la maquinaria gubernamental del dinero a funcionar en busca del voto ciudadano.

Desde los tiempos pasados, este método antiético y deshonesto, ha elegido a nuestros malos gobernantes. En Venezuela, un país  rico en petróleo, pero con más miseria y pobreza en estos 15 años de socialismo-comunismo a la cubana, donde en las ciudades, sus habitantes sufren paro y desigualdad,  el hambre, el desempleo y la miseria son y han sido, un arma de poder. A más miseria, más facilidad de corromper al elector. 
Cuando uno vota, elige un modo de vida, un modelo de sociedad; el precio del combustible, su seguridad social, el manejo del dinero público, la defensa de la vida y la naturaleza. Cuando uno vota por otro, se está eligiendo a sí mismo, lo más íntimo y puro del ser es su posibilidad de elegir, por eso, el peor de todos los actos, fuera del asesinato, es vender el voto. 
Dicho lo anterior, puedo afirmar que en Venezuela hay una democracia ilegítima. La esencia de la democracia, es la legitimidad de los representantes. Un representante que coacciona al elector a través de empleos, dinero o especies, es un representante ilegítimo.
Venezuela ha reducido la democracia, al poder económico del aspirante, y esto es una de sus degradaciones, la otra es la utilización del poder para el beneficio propio, por esta degradación es que en nuestro país y en nuestra región, las cifras de miseria y desigualdad social son más altas que en cualquier otra parte del continente.
Viendo los métodos utilizados por los candidatos a ser Alcaldes, comprar el voto en todas sus formas, no tengo necesidad de ser adivina para predecir que nos esperan otros años más de miseria, abandono y corrupción. No más cantos de sirena de los candidatos a Alcaldías. Nuestro voto vale más que un bulto de cemento, el ofrecimiento de una vivienda o una bolsa de Mercal o PDVAL.
Cuando decidamos por quién votar, pensemos en un modelo de ciudad, de un municipio, en un modelo de sociedad, en un modo de vida, producto de la escogencia de candidatos que representen la ética y la honestidad y no la corrupción y la mentira. 
Las dádivas que se dan por el voto, se gastan en un día, y por ello seguiremos el cuatrienio siguiente, pagando con miseria, la crueldad de haber vendido nuestro voto. Decidamos un gobierno para todos, decidamos unas leyes, un Plan de Desarrollo orientados a disminuir la miseria de nuestro pueblo. Ese es nuestro deber ciudadano, pero eso solo nos lo garantizan, nuestra ética y nuestra honestidad a la hora de elegir, y la ética y la honestidad probada de quien merezca nuestro voto. 

Clamo al Todopoderoso, al Dios de los cielos, al Cristo de la Misericordia, que aparezcan en nuestro horizonte, unos candidatos de una ética y unos nombres reconocidos, en los cuales podamos quienes queremos una patria mejor, depositar en ellos, nuestro voto de esperanza. britozenair@gmail.com

viernes, 22 de noviembre de 2013

PSICOLOGÍA, NEUROLOGÍA Y NEUROCIENCIA

PSICOLOGÍA, NEUROLOGÍA Y NEUROCIENCIA
ZENAIR BRITO CABALLERO
Apartándome hoy de escribir sobre la problemática bien compleja que aqueja a Venezuela en todos los aspectos de la sociedad y aprovechando la oportunidad que tuve hace varios días, cuando fui invitada a dar una Conferencia sobre la PSICO-NEUROINMUNOLOGÍA en el Doctorado en Psicología  de la USB, hoy decidí escribir un artículo que he tenido pendiente por garabatear.
Me he declarado siempre una admiradora de la Psicología, no  solamente por  ser una especialista de dicha ciencia y haberle dedicado casi toda mi vida a estudiarla y enseñarla en la universidad, sino porque ella y la Neurología son como dos primas criadas juntas, es decir son primas-hermanas. Estoy entre las personas que hemos estudiado dicha ciencia y reconocemos su gran utilidad para la neurociencia, para toda la sociedad y por encima de todo para la convivencia humana.
Esta rama científico-social que nació con Aristóteles (384-322 a. C.) siendo este sabio griego el primer filósofo de la ciencia, con sus explicaciones sobre epistemología, ética y otros temas sociales, dio inicio a esta evolucionada ciencia del comportamiento humano y social.
Luego un histórico salto al siglo XVII con los aportes del prominente hombre de ciencias francés, René Descartes (1596-1650) filósofo y matemático; de la misma época son los aportes de los pensadores británicos Thomas Hobbes y John Locke, quienes contribuyeron al florecimiento de la psicología.
Corresponde a los alemanes Theodor Fechner y Wilhelm Wundt ser los padres de la psicología moderna.
Y  agrego en este breve artículo, los sabios juicios psico-sociales de uno de los científicos que más aportes ha hecho al conocimiento de la psiquis, el gran psiquiatra Sigmund Freud (1856-1939), en un fragmento de su obra: “El porvenir de la ilusión” (1927), donde afirma: 
“Todo aquel que ha vivido largo tiempo dentro de una determinada cultura y se ha planteado repetidamente el problema de cuáles fueron los orígenes y la trayectoria evolutiva de la misma, acaba por ceder también alguna vez a la tentación de orientar su mirada en sentido opuesto y preguntarse cuáles serán los destinos futuros de tal cultura y por qué avatares habrá aún de pasar”.
Nos corresponde hacer un enlace entre ese pasado rico en pensamientos filosóficos y conectarlos con la actualidad de las neurociencias, que van en el camino de la informática, el desarrollo de técnicas y equipos de diagnósticos cada vez más sofisticados.
Hoy la psico-neuroinmunología se adentra al minimalismo, es decir la miniaturización de los equipos para manejar el complejo sistema nervioso hasta los nanotubos microscópicos, con capacidad terapéutica. La nano-robótica y la neuro-navegación en el cerebro, son una realidad y qué decir del uso de las células madres con un gran futuro terapéutico.
La Psicología como una ciencia experimental, no escapa a ese indetenible desarrollo y se enfrenta hoy a retos como: mayor énfasis en la ciencia y las relevancias sociales, la utilización de modelos matemáticos más adecuados, trabajos sobre problemas complejos, mayor profesionalización y una más amplia integración de la ciencia psicológica con todas las ramas del saber humano, en particular con las ciencias biológicas.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

ESTAMOS VIVIENDO PARA EL CONSUMO Y NO PARA EL DESARROLLO

ESTAMOS VIVIENDO PARA EL CONSUMO Y NO PARA EL DESARROLLO

Zenair Brito Caballero

La educación venezolana se ha venido convirtiendo en los últimos años en un negocio y no en el objetivo de transmitir conocimientos y formar hombres de bien para progreso de la sociedad.

Las empresas buscan ubicar en sus dependencias personas que en su currículum vitae expongan la mayor cantidad de ‘títulos ‘(porque a la final no son más que papeles sin valor) de grados y posgrados, sin importar la idoneidad  de la persona que dice poseerlos para ejercer la labor; las empresas están cimentando su estructura con base en la simulación convirtiéndolo todo en un mercado de apariencias, como un hermoso edificio de papel que en cualquier momento un giro inesperado termina por derribarlo.

Este afán por entrar en el mercado ha despertado el interés por conseguir un título universitario o un diploma, no con ansias de conocimiento, sino como un boleto que exponer para conseguir dinero; esto ha hecho también, que se disparen las cifras de falsificación de títulos académicos comprados a gentes inescrupulosas, que ofrecen sus servicios hasta en los periódicos, por ello se vive denunciando, que de cada diez que se presentan en el país, alguno resulta ser falso.

Los jóvenes están acudiendo a las instituciones educativas no con el deseo de aprender, de descubrir y de convertirse en hombres de bien, útiles para la sociedad, sino con el objetivo de escalar una posición económica placentera para beneficio individual, dejando de lado la ética y los valores.

No importa la forma de cómo se conquiste la cumbre, así implique pasar por encima de otros haciéndoles daño, convirtiendo a estos jóvenes en depredadores sociales; un egoísmo que no deja tiempo a la colectividad, al bien común.

Venezuela se ha transformado en un país de mañas, de triquiñuelas, de corrupción y de desvergüenza, donde pululan los corruptos porque su formación (más bien deformación), solo estuvo direccionada en conseguir dinero y no en educarse.

Es hora de ir quitando las máscaras y comenzar a dar sentido a la vida, solo estamos viviendo para el consumo y no para el desarrollo, guiándonos por el brillo del lujo y no por la sabiduría.


Se debe replantear el sistema educativo venezolano para frenar esta cadena de desaciertos, y hacer seguimiento a muchos Centros de copiado de tesis y trabajos de grado, en manos de docentes inescrupulosos o personas con contactos con universidades y el Ministerio de Educación, que colaboran con los sinvergüenzas que para obtener un grado fácil sin estudiar, lo compran a altos precios, llenando los bolsillos de los que lo venden y facilitando la obtención fraudulenta del que los obtiene.   britozenair@gmail.com

ASÍ SON LOS COMUNISTAS MALIGNOS Y PERVERSOS, CHARLATANES Y RABIOSOS

ASÍ SON LOS COMUNISTAS MALIGNOS Y PERVERSOS, CHARLATANES Y RABIOSOS

Zenair Brito Caballero

A lo largo de la historia, las sociedades han sido siempre oprimidas entre dos opciones: “o derecha o izquierda”, “o negro o blanco”, “u hombre o mujer”, “o guerra o paz”, “o amigo o enemigo”…Ninguna otra posibilidad. Ninguna otra alternativa. 

En su forma lógica funciona, pero en los asuntos vitales no es posible una distinción que separe las cosas de modo tajante –así ha pasado con la sexualidad humana, de creer que sólo existen dos sexos: o masculino o femenino, que los demás son desviaciones morales, o de naturaleza-. Un mundo dividido por los extremos no permite reconocer la diferencia.

En política es bien claro. La pertenencia a un partido, de izquierda o de derecha, llevada a extremos de odio y muerte, y vivida de modo violento y despreciable por quienes la vivieron, y que a pesar de todo, prosigue en las violencias que hemos vivido, con renovados actores, otros intereses, y formas sofisticadas de ofensiva, siempre fustigadas por el látigo demagógico y manipulador de quienes prefieren una “artimaña más justa” a una alianza, que por injusta, nunca será peor que la beligerancia. 

Siempre la violencia, por ese afán propenso a hacerse de amigos y enemigos, por el poder político, religioso, económico, o porque se es de otra raza, sexo, color o condición social. Motivos diversos y abundantes: “la patria”, “el honor”, “la moral”, “los miedos”, “la represalia”, aquello que sea razón para combatir: una escuela, un partido, una frontera, una religión, una creencia, lo que signifique contienda; porque para quienes así piensan “la violencia es el mejor de los argumentos”.

Se construyen un discurso, espinoso y fraudulento, y proceden de mala fe al desvirtuar los argumentos de sus adversarios haciendo de ellos “una imitación falsa y vulnerable de los mismos”. Consideran que el proceso de conciliación necesita de un gobierno que “comprenda que no se puede negociar con esa gente opositora”, que sí lo hacen no es otra cosa que apoyar la intimidación.

No es confrontación de fondo, es lo malicioso de su actitud por algo que no les satisface, pues siempre los socialistas-comunistas están dispuestos al conflicto, a la confrontación violenta y a la descalificación.

“O lo uno o lo otro” y en su caso, prefieren la destrucción moral del oponente a una negociación civilizada. Incapaces de imaginar un pacto negociado, efectivo y real, en un país pseudo-democrático como Venezuela, los socialistas-comunistas recurren a cualquier artificio para confundir a la opinión pública y a sus reptiles seguidores. La fotografía de quienes ellos llaman “los enemigos”, como el caso de Henrique Capriles Radonski retratado con el Papa Francisco y con venezolanos en el Vaticano que aplaudieron y dieron loas al dirigente opositor y Gobernador del Estado Miranda, para tratar de escarnecerlo y vejarlo, haciendo creer a sus seguidores que está buscando ayuda internacional, para sacarlos del poder. Así son estos y que líderes Psuvistas, los que se dicen socialistas-comunistas, malignos y perversos, charlatanes y rabiosos.


lunes, 11 de noviembre de 2013

LA TRISTE HISTORIA DE MUCHOS NIÑOS EN ESTE SOCIALISMO-COMUNISMO

“LA TRISTE HISTORIA DE MUCHOS NIÑOS EN ESTE SOCIALISMO-COMUNISMO”

Zenair Brito Caballero

Creyendo  extinguida mi capacidad de asombro, hoy al escribir este artículo, vuelvo a experimentarla. Esta vez acompañada de una sensación inevitable de incapacidad, de ineptitud o de incompetencia. La causa. Una noticia que leí en Twitter donde se escribe: “Mujer vende la virginidad de sus dos hijas adolescentes”.

Por fortuna, días después leí en los diarios impresos, que la inescrupulosa “madre”,-sí es que así se le puede llamar-, ya se encuentra retenida y quiera Dios que reciba una pena ejemplar, por la canallada cometida. Pero el sentimiento de impotencia persiste, en la medida en que todos los días se informa en los medios de comunicación televisiva, radial o impresos sobre niños maltratados, violados y secuestrados por su padre o madre, o un pariente cercano.

Niños abusados sexualmente por sus consanguíneos o afines y ni hablar del maltrato físico y psicológico. Pareciera ser que nuestra sociedad venezolana enferma, corrompida y desnaturalizada detesta a sus propios hijos. Lo anterior se corrobora en el hecho, que según una reciente publicación el 50% de los niños que nacen, no son deseados por sus padres, pues son producto de un momento de lujuria, del alcohol, de las drogas o por desconocimiento de una buena educación sexual, sin contar aquellos que por razón de la práctica de abortos clandestinos dejan de existir.

Todo lo anterior amigos lectores, es el reflejo de una sociedad venezolana enferma, degradada, desvergonzada, humillada y mancillada donde pululan los  antivalores, descreída y desnaturalizada. Pues sorprende enterarse que el trabajo infantil, que se supone, obedece a situación de precariedad familiar, se ha  comprobado que el porcentaje de esta población  lo hace, porque son obligados por sus padres.

La situación es verdaderamente preocupante, alarmante y neurálgica, y otra de las conclusiones a las que tristemente he llegado, es que los niños están siendo vulnerados en sus derechos por la propia familia.

La ley Orgánica de Protección al Niño y  al Adolescente (LOPNA), contiene preceptos que procuran que tanto el niño, la niña y los adolescentes crezcan en un ambiente sano, y logren un adecuado desarrollo integral, pero otra es la realidad de esta Venezuela socialista-comunista, supuestamente amante de los niños y de los pobres!!!!!
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Las instituciones oficiales, pierden capacidad de respuesta frente a la complejidad del problema.  Tomemos el caso del delito de Inasistencia Alimentaria, que compromete la subsistencia, la educación y el  desarrollo del menor. Es una conducta que a pesar de encontrarse penalizada, es de los delitos más recurrentes en el país y la razón no siempre es de tipo económico, pues el factor cultural tiene también una gran incidencia, los hombres traen hijos al mundo, y que la madre sea a la vez padre y madre.


Pero sin duda dentro de la multicausalidad  de factores, se encuentra  la falta de compromiso de los padres con sus hijos a nivel familiar, al evadir sus responsabilidades, el no asumir las consecuencias de sus actos. Por ello hoy, finalizando el articulo recuerdo, que en una oportunidad le escuché decir a un sacerdote: “Que los venezolanos somos más cuidadosos en buscar casa, que en elegir la madre de sus hijos”. Y que bien acertada es esa oración, ¿no lo cree usted?   

NOS ESTAMOS QUEDANDO SIN FAMILIAS ORIGINALES

“NOS ESTAMOS QUEDANDO SIN FAMILIAS ORIGINALES”

Zenair Brito Caballero

La cultura y la tradición judío-cristiana occidental, estableció desde sus orígenes, la familia como base de la estructura social humana, a partir del matrimonio monogámico conformado por hogares unifamiliares y parejas heterosexuales.

El pensamiento, la cultura y la conducta humana en su dinámica transformadora y/ o evolutiva en el tiempo y el espacio, modifica para bien o para mal los estándares culturales, los hábitos, las costumbres, los roles, las conductas, los fundamentos psicológicos, sociales, individuales y colectivos de los componentes humanos y hasta la genética cromosómica del evolucionado Cromagnón. 

Lo cierto es, que la familia contemporánea y la venezolana no escapa de ello, afronta graves, agudos y crónicos conflictos que la están conduciendo a la disolución de su estado primario.

Nos estamos quedando sin familias originales, para darle paso a la discapacitada “familia ortopédica” conformada por “los tuyos, los míos y los nuestros” y ¿qué dilema y conflicto es levantar y educar conforme a sanos principios éticos y culturales, familias con estas características?.
Un acumulado de factores de gran impacto ha trastornado la unidad matrimonial y por ende la familiar, trayendo consigo severas consecuencias sobre hombres y mujeres divorciados, separados y sobre los hijos de los desechos matrimonios.

El colectivo social, hereda las consecuencias de este fenómeno, producto de la inmadurez, la fragilidad emocional, la efervescencia pasional juvenil y el desordenado apetito sexual humano, manifiesto desde temprana edad, lo cual ha degradado y envilecido al hombre al grado de incapacitarlo para amar de verdad, con decisión y entereza moral a su cónyuge.

Nuestras familias caminan a la deriva, sin dirección, sumidas en conflictos secuenciales y consecuenciales de nefasto impacto para las víctimas de la destrucción familiar: prostitución, adulterio, infidelidad, drogadicción, alcoholismo, suicidio, homicidio, delincuencia, perversión sexual, violación, quiebra económica, etc., son algunos de los tantos efectos que el divorcio causa, sumiendo en amargura, resentimiento social, frustración y dolor a todos aquellos que directa o indirectamente son víctimas de la disolución familiar: los hijos, sean niños, adolescentes o jóvenes.
Entre tanto, el Estado y las autoridades gubernamentales, permanecen ajenos a esta tragedia social, y solo expiden Leyes permisivas, coercitivas, o sancionatorias pero no educativas para enfrentar este daño que tanto mal le está causando al ser humano y a la sociedad. 

En Venezuela según estadística, el 65% de las uniones maritales de hecho o por derecho se separan o se divorcian y estas ocurren mayoritariamente en los primeros siete años de su convivencia. 
La gente toma el matrimonio como algo “desechable”; la fragilidad de la institución matrimonial es de tal magnitud, que los cónyuges deciden “solucionar” aun los más simples problemas acudiendo a la separación o al divorcio. 

La familia primaria natural; hoy es remplazada por la familia ortopédica y esta sigue lanzando al complicado mundo social cantidades de hijos emocionalmente amputados, e incapaces de regenerar la estructura de valores ya perdida.

 britozenair@gmail.com

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¡AY MI VENEZUELA QUERIDA, QUÉ DIFÍCIL ES AMARTE!

¡AY MI VENEZUELA QUERIDA, QUÉ DIFÍCIL ES AMARTE!
Zenair Brito Caballero
Miles de venezolanos no tienen la posibilidad de hablar públicamente  o de escribir sus opiniones como yo puedo hacerlo, gracias a la generosidad de los Editores y Jefes de Redacción de los diarios y de los blogs para quienes escribo desde hace muchos años, y a continuación, hoy lo hago como cada día, o cada semana: No me interesa la política sucia y fraudulenta, como la de este gobierno socialista-comunista que por desgracia gobierna a Venezuela, pero sí me preocupan los seres humanos que vivimos en este país y el sufrimiento que trae la politiquería sucia y deshonesta roja-rojita, que sirve a los intereses de pocos que se llenan con lo de todos. 

Me importan los efectos que tiene la corrupción sobre la gente de mi país, mientras los que pueden hablar, descalificar, insultar y anular a los disidentes en los medios gobierneros y en cadenas de radio y televisión,  más allá  de esta diatriba, se encuentran enfrascados en sordas y durísimas pugnas por los fanfarrones de los grupos, pero sin conocimiento de la  ideología.

Algunos de nuestros políticos opositores, hacen lo que sea para mantenerse o para regresar al tinglado, sin identidad política, filiados en el servilismo, complacientes en palabra y gestualidad pero no en obra. Hablando de lo humano y de lo divino, repitiendo nombres y narrando historias pero callando el origen y la permanencia de la violencia y el soborno.

Sorprende que haya políticos de izquierda y de derecha que quieran vendernos la ilusión de un mundo que nadie ha visto y en el que siempre hay gente que cree. 

Por mi vida pasan los años y ese sentimiento que me sobrecoge, el amor a una Venezuela donde nací, me crié, me gradué, trabajé, me casé, tuve mis hijos, que fue democrática, grande, libre, justa, culta, competente y ejemplar, se va tornando ROJA, color del manejo temático del discurso político socialista-comunista a la cubana de moda cargado de mentiras, falsedades, apariencias y manipulaciones y plagado de horrores lingüísticos en boca de sus principales líderes, comenzando por el del Sr Maduro, que no son errores sino espantos gramaticales y destrozo del idioma español, como si no fuera bastante con las redes sociales como Facebook y Twitter, que están echando humo de tanto insulto, ofensa, escarnio, chiste fácil y críticas a diestra y siniestra. Eso sí, en textos simples y burdos en 140 caracteres, que mancillan ilusiones, abortan posibilidades de futuro y engendran frustración.

Ojalá, amigos que me honran con su lectura, mis palabras logren demostrar mi justificado desprecio al socialismo-comunismo, hacia los líderes del régimen que mienten a un pueblo, saquean y destrozan las ilusiones de quienes ven en ellos cifrada su última esperanza. No hace falta que diga quiénes son. Por algo en todos los comicios gana la abstención y el brazo ejecutor del CNE. 


Dentro de pocos días se dará la salida de la afluencia de equívocos de la democracia con las elecciones municipales, ¡Ay mi Venezuela querida!, qué difícil es amarte!  britozenair@gmail.com

martes, 5 de noviembre de 2013

¿QUÉ NOS AGUARDA EL FUTURO DE VENEZUELA COMO PAÍS?

¿QUÉ NOS AGUARDA EL FUTURO DE VENEZUELA COMO PAÍS? 

 Zenair Brito Caballero

Los acontecimientos que ocurren diaria e imborrablemente en el país, pareciera que se zarandean muy conservadores  y ultranacionalistas en la población en general, y en los círculos de interés que actúan en la política, en los sectores empresariales, sociales y judiciales de la nación.
Con el destape de lo que ocurre en Cadivi, con los dólares entregados a los deportistas no de una manera muy clara y la poca transparencia con que hoy se manejan los Poderes del Estado Venezolano, se ha  puesto en evidencia que ya no hay secreto para actuar en contra o favor de un hecho.
Hacer las cosas bien y mejor debería ser el mayor desafío de los líderes socialistas-comunistas que gobiernan el país en todos los ámbitos, pero se hacen sordos, ciegos y mudos ante los reclamos de los derechos fundamentales de cada ser humano y ante los reclamos que hace la sociedad cada día, los cuales son más determinantes e influyentes en la vida democrática.
Los impuestos que pagamos los ciudadanos demandan de más transparencia e inversión en las prioridades comunitarias por las tantas necesidades acumuladas. La población exige a los gobiernos regionales y locales más control, más inversión y más inclusión.
El presupuesto nacional del país no solo amerita consensuar las inversiones sino controlar el gasto de calidad con una visión y un compromiso claro de los legisladores de la Asamblea Nacional,  del Poder Ejecutivo, de los funcionarios y de la población. Todo y todos deben estar vinculados y ser vinculantes de un desarrollo sostenible real.
El desastre moral, ético y la falta de confianza que vive Venezuela por la corrupción a todos los niveles del gobierno, la baja calidad en la educación, la deficiencia energética siendo un país petrolero, la escasa exportación  de bienes y servicios, el incremento de la delincuencia que nos acogota, la débil institucionalidad, nos invita a todos los venezolanos a ser más rebeldes, más sediciosos, más insubordinados, ante los problemas que agobian el país sin soluciones a la vista.
Creo amigos lectores, que es tiempo de trabajar por un mejor país, donde imperen los pilares de la prosperidad, los valores ciudadanos, el orden, la justicia social y la gobernabilidad para el bien común.
¿Qué nos espera con tan alto presupuesto para pagar deuda? ¿Qué nos aguarda con una polarización tan exacerbada y agravada? ¿Qué nos espera  si no hay castigo a la corrupción? ¿Qué nos espera si no se hace justicia y no se frena la delincuencia a todos los niveles? ¿Qué nos espera de un empresariado que solo saca beneficios de su entorno sin asumir una responsabilidad social verdadera? ¿Qué  nos espera cuando hay que modificar leyes como el Código Penal, Laboral, Civil y decenas de leyes para adecuarlas a la Constitución de 1999? ¿Qué nos aguarda el futuro de Venezuela como país?



domingo, 3 de noviembre de 2013

¿SEGUIREMOS SOÑANDO DESPIERTOS?

¿SEGUIREMOS SOÑANDO DESPIERTOS?

Zenair Brito Caballero 

La delincuencia de nuestro país avanza como una carrera a toda velocidad, cada día existen formas nuevas de cometer sus delitos y crímenes, no existen límites para frenar al malhechor. No existen lugares que no escapen de las manos de los forajidos, no importa la residencia donde se encuentre, la protección que exista o el dinero invertido en seguridad, cuídese que las manos delincuenciales les pueden llegar a tocar, pero existen otros tipos.

Y esos delincuentes son los que penetran a cualquier hora, cualquier lugar y no importa las condiciones de seguridad que se encuentren los bienes y las personas, pero existen otros facinerosos que todos los vemos, los escuchamos, y se pasean como jovencitos enamorados, y disfrutan de todas las condiciones como príncipes, y son los muchos funcionarios rojos rojitos de este gobierno que todos conocen, todos los ven y todos saben quiénes son, pero nadie dice nada, nadie hace nada, y muchos de sus seguidores le celebran los chistes y los cuentos que simplemente se disponen a hacer. Así está nuestro país.

Venezuela se encuentra agarrada de las manos de esos funcionarios y políticos, que tienen los controles del Estado, y manejan a su discreción los destinos que ellos quieren para la mayoría. ¿Puede un país avanzar así? Seguro que no, pero vamos camino a pasar varios años más de gobierno socialista-comunista, luego de 15 años de mal gobierno, sin ver ningún cambio positivo, y estancado en el presente, sin avanzar para el porvenir del futuro.

Observar a un grupo de personas ostentar una fortuna de más de mil millones de bolívares, de la noche a la mañana, es algo que sale de lo común, normal y ordinario, debe ser digno de sorprender, y aquí en nuestra Venezuela es algo que no causa sorpresa. Coincidencia que esa persona o grupos de personas, diez o catorce años atrás no tenían nada, ni por su trabajo, ni por herencia, ni por familia adinerada, ni por negocio, ni por su profesión, le permitían obtener la riqueza que exhiben.

Esa persona o grupo de personas pertenecen a la clase política gubernamental roja rojita, a la clase de funcionario o ex funcionarios del gobierno, a un determinado partido que maneja el poder y a un periodo de tiempo determinado, básicamente en la gestión gubernamental de su partido. Y nuestro pueblo no cuestiona. Y logran fortunas cuestionadas, que en cualquier país civilizado por las dudas, permanecerían sus bienes embargados hasta una filiación de tercer grado.

Pero en nuestra Venezuela, la delincuencia vulgar, la delincuencia de cuello blanco, y la indiferencia de las autoridades, siguen permitiendo que nuestro país sea tierra de nadie, o más bien, tierra de los gobernantes socialistas comunistas. Una simple evaluación del panorama político venezolano puede llevar a pensar, que aquí no existen partidos de oposición, ni políticos con visión, líderes con posibilidades de hacer cambios positivos, o un grupo de personas interesados en buscar algo nuevo y mejor para la mayoría de los venezolanos.

¿Cuándo es amigos lectores, que le vamos a poner un freno a la corrupción gubernamental, a la inseguridad, y a muchos males? Se casará con la gloria el día que un presidente venezolano democrático, con valores y verdadera honestidad, decida tomar y hacer las medidas correctas y sin vacilación, de lo contrario, seguiremos soñando despiertos. No perdamos la esperanza que todo cae por su propio peso.

(britozenair@gmail.com)