jueves, 28 de noviembre de 2013

LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA ES LA LEGITIMIDAD DE LOS REPRESENTANTES

LA ESENCIA DE LA DEMOCRACIA ES LA LEGITIMIDAD DE LOS REPRESENTANTES
Zenair Brito Caballero
Estamos en el periodo electoral para nombrar o elegir Alcaldes y concejales, y ya empieza la maquinaria gubernamental del dinero a funcionar en busca del voto ciudadano.

Desde los tiempos pasados, este método antiético y deshonesto, ha elegido a nuestros malos gobernantes. En Venezuela, un país  rico en petróleo, pero con más miseria y pobreza en estos 15 años de socialismo-comunismo a la cubana, donde en las ciudades, sus habitantes sufren paro y desigualdad,  el hambre, el desempleo y la miseria son y han sido, un arma de poder. A más miseria, más facilidad de corromper al elector. 
Cuando uno vota, elige un modo de vida, un modelo de sociedad; el precio del combustible, su seguridad social, el manejo del dinero público, la defensa de la vida y la naturaleza. Cuando uno vota por otro, se está eligiendo a sí mismo, lo más íntimo y puro del ser es su posibilidad de elegir, por eso, el peor de todos los actos, fuera del asesinato, es vender el voto. 
Dicho lo anterior, puedo afirmar que en Venezuela hay una democracia ilegítima. La esencia de la democracia, es la legitimidad de los representantes. Un representante que coacciona al elector a través de empleos, dinero o especies, es un representante ilegítimo.
Venezuela ha reducido la democracia, al poder económico del aspirante, y esto es una de sus degradaciones, la otra es la utilización del poder para el beneficio propio, por esta degradación es que en nuestro país y en nuestra región, las cifras de miseria y desigualdad social son más altas que en cualquier otra parte del continente.
Viendo los métodos utilizados por los candidatos a ser Alcaldes, comprar el voto en todas sus formas, no tengo necesidad de ser adivina para predecir que nos esperan otros años más de miseria, abandono y corrupción. No más cantos de sirena de los candidatos a Alcaldías. Nuestro voto vale más que un bulto de cemento, el ofrecimiento de una vivienda o una bolsa de Mercal o PDVAL.
Cuando decidamos por quién votar, pensemos en un modelo de ciudad, de un municipio, en un modelo de sociedad, en un modo de vida, producto de la escogencia de candidatos que representen la ética y la honestidad y no la corrupción y la mentira. 
Las dádivas que se dan por el voto, se gastan en un día, y por ello seguiremos el cuatrienio siguiente, pagando con miseria, la crueldad de haber vendido nuestro voto. Decidamos un gobierno para todos, decidamos unas leyes, un Plan de Desarrollo orientados a disminuir la miseria de nuestro pueblo. Ese es nuestro deber ciudadano, pero eso solo nos lo garantizan, nuestra ética y nuestra honestidad a la hora de elegir, y la ética y la honestidad probada de quien merezca nuestro voto. 

Clamo al Todopoderoso, al Dios de los cielos, al Cristo de la Misericordia, que aparezcan en nuestro horizonte, unos candidatos de una ética y unos nombres reconocidos, en los cuales podamos quienes queremos una patria mejor, depositar en ellos, nuestro voto de esperanza. britozenair@gmail.com

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