sábado, 29 de junio de 2013

“¿EL PODER, PARA QUÉ?”

“¿EL PODER, PARA QUÉ?”

Zenair Brito Caballero

Cuando se ponderan en la vida la mayoría de los prejuicios, se ve pasar el cortejo social como cuando desfila un circo, con fieras enjauladas, muchachas con poca ropa y muchas cremas y colorines, payasos que cubren sus tristezas con pelucas y narices postizas, musculosos trapecistas de pelo entrecano y enanos que saltan y se empujan entre sí. Y se siente una indiferencia glacial, nórdica, antártica, con un “me importa un comino” dibujado en el rostro. 
Por asociación de ideas, las bestias, bárbaros y brutos se asemejan a los políticos que se pelan los dientes y se muestran las garras entre sí; las muchachas a los maniquíes que representan la frivolidad, con siliconas y remiendos incluidos; los payasos a los “honorables” que hacen el oso en los debates parlamentarios; los trapecistas a los maromeros de las bolsas de valores; y los enanos a los minúsculos personajes que entretienen y halagan a los poderosos.
Entonces, cuando las ambiciones se han marchado, las nostalgias ya no duelen y se descubre que lo mejor que tiene la vida son los niños, el agua y las flores. Se magnifica la grandeza de los humildes, la de quienes suben al podio empujados por el esfuerzo y el sacrificio; ascienden a los altares por los méritos de su entrega al servicio de los semejantes; triunfan en el arte o el deporte y buscan a los desvalidos para compartir con ellos las mieles de sus éxitos; o se topan con la suerte y no se marean con la riqueza y el poder.
Jesús de Nazaret hizo su “campaña” evangelizadora comenzando por entrar triunfante a Jerusalén en un burrito prestado y transmitió sus mensajes, que han trascendido los siglos, en un lenguaje simple, para que sus enseñanzas permearan las mentes de los humildes.
No tuvo el Maestro Jesús, según narran las escrituras, segunda muda. La túnica íntegra, que fue todo el ajuar que le prepararon la Virgen María y Santa Ana, crecía con Él y le duró hasta que se la jugaron a los dados los soldados romanos, lo que quiere decir que todavía estaba en buen estado.
Con esa actitud humilde, Jesús Misericordioso, a quien por fortuna para los cristianos no le gustó la carpintería, instituyó una doctrina religiosa que ha trascendido los siglos.
Mahatma Gandhi, el filósofo del pacifismo, por su parte, se enfrentó al poderoso imperio británico, reclamando para su pueblo hindú la independencia a la que tenía derecho, usando únicamente el poder de la palabra y una actitud pasiva que resultó superior a la arrogancia de los ingleses y a sus armas.
Pobre de solemnidad, al Mahatma tampoco le preocupaba mucho la ropa. Él mismo tejía las telas y elaboraba las túnicas, que no variaban en estilos y colores, porque su idea no era competir con Armani o Saint Laurent, sino cubrirse lo indispensable. Sentado en el suelo con las piernas cruzadas, impartía órdenes a sus seguidores, para orientar una resistencia pasiva que dio sus frutos y la India recuperó su independencia.
Estos ejemplos, la tranquilidad conquistada, la ambición superada, los buenos libros y el sol que sale cada día, nos permiten decir entonces: “¿El poder, para qué?” 


EL ENCARECIMIENTO DE LOS ALIMENTOS

“EL ENCARECIMIENTO DE LOS ALIMENTOS”

Zenair Brito Caballero

El fantasma del hambre que más que cabalgar vuela día tras día, en un periplo asimétrico e inusitado, no ha encontrado respuestas contundentes al nivel de las carencias alimentarias en diversos puntos de la geografía venezolana.
Sin pretensiones apocalípticas no puede soslayarse que este fenómeno, que va teniendo expresiones duras en las demandas sociales, está íntimamente relacionado con otros dos fenómenos, que pueden estar marcando el fin de una era económica internacional: la crisis energética y la crisis del modelo agrícola prevaleciente, por lo menos desde los años sesenta del siglo pasado.
La crisis energética está significada por el agotamiento del petróleo como fuente de energía dominante en el mundo que empieza atisbarse en el horizonte. Mientras que al modelo agrícola, fundado en la producción en base al uso sostenido de pesticidas, herbicidas y fertilizantes, parece estarle cobrando la naturaleza las deudas pendientes, expresadas sobre todo en la crisis ambiental y el cambio climático, que afectan a la producción agropecuaria internacional.

El agotamiento del petróleo, como mayor fuente de energía para los procesos productivos dominantes, ha traído como consecuencia para el campo el intento de la sustitución del hidrocarburo por los llamados agro combustibles, lo que ha impactado la producción de alimentos.
Se ha hecho discernible que puede ser más rentable la producción de ciertos productos agropecuarios, que sirven para la producción de las energías, es decir los agros combustibles que la producción de bienes de consumo. Dichos factores, sumados a la especulación creada por las principales industrias y por las subvenciones dispares en el agro por las políticas gubernamentales, han creado una atmósfera propicia para lo que se le ha denominado la crisis alimentaria. 
El tema sobre este tópico ha suscitado nuevos debates, entre los productores de estas fuentes alternas de energía y los consumidores. En ese tenor, el ex presidente de Brasil, Luis Ignacio Da Silva, se ha defendido señalando reiteradamente que entre otras causas, que han propiciado los aumentos de los precios agrícolas están la "especulación" del precio del petróleo y los subsidios europeos y estadunidenses a la agricultura. Y que la producción brasileña no ha descuidado la de los alimentos, al mismo tiempo que concuerda con lo que han apuntado diversas ONG´s sobre los cereales, especialmente de Estados Unidos de Norteamérica, que sí provoca daños y ha generado la baja en los "stocks" de los alimentos.
Y a ello habría que sumar la crisis ecológica que se prevé por las inundaciones que provoca el desbordamiento del río Mississippi en una gran proporción en el país vecino del norte. Se prevé que sigan disminuyendo los "stocks" y las producciones de ciertos alimentos por los nuevos perfiles y expectativas sobre el uso de agro combustibles.
En ese contexto Jacques Diouf, director general de la FAO, ha declarado que se requieren unos 30 mil millones de dólares anuales para descartar el espectro de los conflictos por los alimentos que se perfilan en el horizonte mundial. La FAO ha puesto en marcha un plan de emergencia por valor de 17 millones de dólares para hacer frente a los máximos históricos alcanzados por los precios de los alimentos, que amenazan con empeorar la precaria situación de más de 800 millones de personas.
Dichos fondos cubrirían las necesidades inmediatas y proveerían a los pequeños agricultores de algunos de los países más pobres de las semillas, fertilizantes y otras herramientas necesarias para impulsar la producción agrícola para las temporadas de siembra en 2013.
Si bien el horizonte internacional no es nada alentador con relación a la crisis de alimentos por sus elevados precios y costos y, que sirve para la instrumentación del mercado alimentario de las grandes transnacionales en el ramo, el panorama nacional aún luce más desolador.

Hace varios años diversas voces hemos denunciado el trance difícil por el que pasa el agro venezolano, así como la eventual pauperización del campo nacional por el desequilibrio en los subsidios que se otorgan a la producción agropecuaria en diversos países. En ese contexto, la seguridad alimentaria es un elemento fundamental de seguridad nacional, por los altos costos sociales que habría que facturarse en lo inmediato, pues la verdadera solución para mejorar el desequilibrio requiere de un cambio de fondo en las políticas públicas para el campo y la producción de alimentos.

¡ACTUEMOS A TIEMPO!

¡ACTUEMOS A TIEMPO! 

Zenair Brito Caballero 

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos, pero temperamento corto; autopistas más anchas, pero puntos de vista más estrechos. Gastamos más, pero tenemos menos, compramos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas; más compromisos, pero menos tiempo.

Tenemos más títulos, pero menos sentido común; más conocimiento pero menos criterio; más expertos, pero más problemas, más medicina, pero menos salud. Hemos multiplicado nuestras posesiones, pero hemos reducido nuestros valores. Hablamos mucho, amamos poco, odiamos demasiado. Aprendimos a amar una vida, pero no a vivirla plenamente.

Hemos llegado a la luna y hemos regresado, pero tenemos problemas a la hora de cruzar la calle y conocer a nuestros vecinos.... Nos proponemos conquistar el espacio exterior, pero no el interior nuestro. Limpiamos el aire, pero contaminamos nuestras almas, tenemos mayores ingresos, pero menos moral. Hemos aumentado la cantidad, pero no la calidad.

Estos son tiempos de personas más altas con caracteres más débiles; con más libertad, pero menos alegrías; con más comida, pero menos nutrición; son días en los que llegan los sueldos a casa, pero aumentan los divorcios. Son tiempos de casas más lindas, pero hogares rotos.

No guardes nada para una ocasión especial, por eso lee más y limpia menos. Siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte únicamente en las malas hierbas. Pasa más tiempo con tu familia y amigos, y menos tiempo trabajando. La vida es una sucesión de experiencias para disfrutar, no para sobrevivir.
Si supiéramos el tiempo de vida que nos queda, seguramente desearíamos estar con nuestros seres queridos, iríamos a comer nuestro platillo preferido, visitaríamos los sitios que amamos... Son pequeñas las cosas que nos harían enojar si supiéramos que nuestras horas están limitadas.

Estaríamos enojados porque dejamos de ver a nuestros mejores amigos, indignados y tristes porque no dijimos a nuestros padres, hermanos, sobrinos y amigos cuanto los queremos. Por eso no intentes retardar, detener o guardar nada que agregaría risa y alegría a tu vida. Cada minuto, hora, día y semana es especial. britozenair@gmail.com

sábado, 22 de junio de 2013

“LA CRISIS DE NUESTRAS UNIVERSIDADES”

“LA CRISIS DE NUESTRAS UNIVERSIDADES”

Zenair Brito Caballero
La protesta, la crítica, la acusación, derechos inalienables en una verdadera y auténtica democracia, da un mensaje a los gobernantes socialistas-comunistas hoy de turno, en el sentido de inquietudes que el pueblo considera deben ser revisadas. No se trata de una actitud beligerante, es una forma de hacer sentir la voz común que de otra manera se podría extraviar en el vacío. 
El movimiento de las comunidades educativas universitarias dependientes del Estado, no se inició con su masivo levantamiento, ni con paros indefinidos o con huelgas de hambre: basta con hacer un juicioso seguimiento de lo que se produjo en otros escenarios, hace ya varios meses y años, para entender que los estudiantes no están solos, los Rectores de las Universidades, la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios AVERU, asociaciones de docentes y sindicatos por mencionar algunos como FAPUV y FAPICUV, habían emitido comunicados manifestándole al gobierno nacional serios reparos en el ajuste del presupuesto y el aumento salarial para el personal adscrito a todas las universidades públicas del país. 

Es histórica la oportunidad para trabajar el tema sometiéndolo a un profundo análisis en el que participen proactivamente todos los sectores de la comunidad, no solo el universitario, con miras a construir una política educativa pertinente a las necesidades del país que clama por la protección y el respeto a los derechos fundamentales, evitando comprometer a través del tiempo la viabilidad económica de las instituciones públicas, la calidad de los procesos formativos – asunto complejo en el que se engloban varios factores - y garantizando que todos los jóvenes accedan a una educación con calidad, como política de estado. 

En estos tiempos de crisis, en los que no pareciera asomar una luz en el proceso que nos lleve a generar condiciones para lograr la tan anhelada paz, sería baladí dar la espalda a un asunto perentorio como lo es la educación universitaria ¿Hasta cuándo?

Está demostrado que nunca habrá paz mientras se conviva con la ignorancia, nunca existirá futuro si no hay empleo, es imposible salir de la pobreza si no se garantiza lo esencial; la educación al igual que la salud y el derecho a una vida digna no pueden ser enfocados como negocio, como empresa con ánimo de lucro a través de un espiral en el que la tercerización, la intermediación y otros intereses terminen por conducirnos a un fracaso similar al ya suficientemente sufrido como consecuencia de la aprobación entre gallos y medianoche, de la Ley Orgánica de Educación.

Hay que soltar ese tipo de modelos extranjeros (el socialismo-comunismo a la cubana) con esquemas fracasados entendiendo que podemos construir nuestro propio proyecto, nuestro camino, nuestro mañana. ¿Qué tal, por ejemplo, asignar los recursos dignos de un uno por mil que se desmontara del sistema financiero, a la educación?... 

Mucho se puede sugerir desde nuestra propia creatividad. Sin embargo es necesario entender que nada bueno se obtiene cuando la radicalización conduce a desangrar lo que hoy tenemos y cuidamos con gran esfuerzo; la infraestructura de las instituciones y sus procesos administrativos deben ser protegidos y respetados con la misma firmeza con la que se protesta: eso también forma parte de una protesta sana y coherente.

Hay que evitar politizar el movimiento o que manos oscuras, con intereses muy alejados a la verdadera inquietud, se infiltren y desdibujen la noble causa. Momento histórico que exige profunda responsabilidad de parte del Ministro de Educación universitaria y del gobierno. Aumento presupuestario y aumento salarial YA, respetando las normas de homologación.  




“TANTAS ELECCIONES Y SIEMPRE MÁS DE LO MISMO”

“TANTAS ELECCIONES Y SIEMPRE MÁS DE LO MISMO”

Zenair Brito Caballero

Uno de los oficios más bellos es la política siempre y cuando se conciba como el desempeño a través de un poder concedido por el pueblo, a individuos de los que se espera sean serios, éticos, eficaces con miras a obtener el bien común sin aspiraciones distintas a ese propósito; sin intereses personales más allá de la tranquilidad de conciencia al sentir honestamente que se ha cumplido con el deber. 

Al empoderar a personas, con distintas concepciones e ideologías, para que como representantes de la colectividad sean capaces de llegar a consensos que suponen dirimir conflictos y encontrar soluciones conducentes a tomar decisiones que impacten positivamente en el progreso y bienestar de sus pueblos, se supone que, esas personas están suficientemente avaladas por sus calidades morales y su clara vocación de servicio además de la capacidad de trabajar proactivamente, con la mente abierta y la convicción de encontrar el bien para todos, de tal forma que no haya lugar a preferencias ni discriminaciones a pesar de no haber sido apoyados por muchos: eso no es un asunto para cobrárselo a nadie como tampoco lo es para retribuir, a través de actos inherentes al poder a quienes apoyaron la aspiración. 

Una cosa es rodearse de un equipo de trabajo bien calificado, de confianza, con el que sea posible avanzar y otra muy distinta es crear nóminas disparejas, incongruentes, atomizadas. Un papá es de todos en casa; un político de verdad, es de todos en la sociedad. 

Entrando en profundidades menos románticas, sabemos que hay infinidad de caminos para negociar, dirimir, convencer, lograr objetivos: coaliciones, bancadas o como se quieran llamar y todo ello es como un juego de ajedrez donde la estrategia manejada por la particularidad de quien mueve las fichas está dirigida a triunfar: apasionante asunto que es materia de infinitos espacios de análisis; sin embargo en estas pocas líneas el énfasis está centrado en el bien o el mal que esas personas puedan generar de acuerdo con su comportamiento y desempeño. Doloroso y común, en cualquier comunidad del mundo, la infestación de malos políticos, en el argot popular reconocidos como “politiqueros”. 

Ellos han manchado el verdadero significado de la política, desdibujan la filosofía profunda de ese quehacer siendo los más exitosos gestores de desesperanza, malas costumbres y el atraso de sus pueblos.

En la comedia humana muchos oprimidos aplauden a sus opresores, no ven otra forma de protegerse para garantizar algo de sustento, ellos perciben muy bien el mal ejemplo y la explotación a la que son sometidos pero “toca” aplaudir.

¡Cuántas veces la justicia, la inversión pública, la asignación de empleos, la promulgación de leyes y otras tantas actividades sociales que suponen rectitud son sesgadas cínicamente por intereses económicos, compromisos personales, negociaciones o pactos obscuros, imposiciones o condicionamientos o manipulación!

Cuando con esperanza se está negociando la paz, es preciso responder responsablemente escogiendo a los políticos, ¿los tenemos?; no a los politiqueros, que también los poseemos. 



EN VENEZUELA DESAPARECIÓ LA MORAL LA ÉTICA Y LOS VALORES

EN VENEZUELA DESAPARECIÓ LA MORAL LA ÉTICA Y LOS VALORES

Zenair Brito Caballero

Muchos venezolanos por haber perdido la fe en Dios, en los principios cristianos y la sensibilidad del alma quieren vivir obteniendo poder y riquezas de un día para otro sin importar hacerle daño a sus semejantes, sino vean cómo viven los que dicen ser socialistas-comunistas jerarcas del Gobierno de turno en Venezuela, todos con ropa, monos deportivos, corbatas, zapatos y relojes importados de la altas firmas de Estados Unidos y de Europa.

El contenido de esta columna no tiene nada que nos sorprenda o nos agarre de improviso, porque está en las fotos publicadas en los diarios, los noticieros y en todos los medios informativos de Venezuela y del mundo, de ayer y de hoy. La comunicación es tan fácil y asombrosa hoy día que nadie queda ajeno a los aconteceres de cuanto ocurre en el universo entero, especialmente los chocantes.

Quiera uno o no quiera tenemos que estar de acuerdo con el escritor Konrad Loreaz, quien calificó como "proceso apocalíptico" la desesperación de las cualidades, la pérdida de la ética, de la moral, de los valores espirituales y de las facultades más nobles del ser humano”. Todos somos prendas de garantía en poder del enemigo: el miedo; rodeado por los vicios y en consecuencia, presenciando dolorosamente toda naturaleza de degradación y destrucción.

Vemos a la humanidad en peligro y Venezuela no es la excepción. En estos tiempos reina la idea de obtener todo, lo más rápidamente posible, ya sea individualmente, o entre los pueblos, lo cual reduce las relaciones humanas a un estado de irresponsabilidad y salvajismo moderno: asesinatos, asaltos y atracos a manos armadas en carreteras, caminos y calles de las ciudades, a los bancos, tiendas, almacenes y a los ciudadanos en general.

Enriquecimiento ilícito con dineros privados y públicos. Extorsiones y pago de millonarias cuotas o vacunas impuestas a comerciantes, empleados, ganaderos, y lo que es peor, como una degeneración, ya hasta los niños, niñas y jóvenes escolares les quitan los celulares y el poco dinero que sus padres les dan para comprar alimentos en los momentos de recreo.

A todo lo anterior le sumamos hechos horrorosos y demoniacos como son las violaciones sexuales a niños y niñas a quienes después asesinan. Criaturas recién nacidas son abandonadas y arrojadas por sus madres en lugares solitarios o en basureros.

Aquí viene a bien, traer a colación lo que expresó un especialista en ética como el  gran filósofo español Fernando Sabater: "cuando personas supuestamente normales cometen barbaridades como esas, es señal de que la sociedad perdió el control de sí misma y las personas no tienen la noción de lo que es correcto e incorrecto, se van perdiendo la ética, la moral y los valores".

Si nos anclamos a mirar los problemas de la Venezuela de hoy, con una pasibilidad cómplice e involuntaria llegaremos a la triste conclusión, que este bochornoso e inhumano acontecer no tiene solución para nuestro país, y que solo nos queda la esperanza remota de curar esta sociedad venezolana enferma y desmoralizada con un modelo de gobierno distinto, con valores democráticos y amor a la libertad.

Lo inconveniente es que las costumbres, hábitos, conductas y el mismo modernismo de hoy se han globalizado: nos vestimos con la misma moda, todas las mujeres jóvenes se parecen unas a las otras con sus prótesis mamarias casi al descubierto y su pelo alisado con una plancha, consumimos comida rápida o la llamada chatarra en los centros comerciales y actuamos igual a como lo hace el resto del mundo. 

No debería ser así, cada nación y pueblo deben conservar sus sanas costumbres y valores, hábitos y leyes acordes, como lo más noble del ser humano. La pérdida de valores se puede recuperar a través de una cristiana enseñanza en los hogares, en escuelas y colegios a las nuevas generaciones ¿Dígame si estoy equivocada o no amigo lector?   



miércoles, 12 de junio de 2013

EL MEJOR “TIPO” DE PAPÁ


EL MEJOR “TIPO” DE PAPÁ

Zenair Brito Caballero

En verdad la respuesta al título de este artículo de opinión, no la tiene nadie o la tenemos todos, ya que muchos no saben y otros creen que ellos son los mejores padres del mundo, lo cierto del caso es que la crianza de los hijos es uno de los temas que ha cambiado a través del tiempo. 

Ésta es una de las responsabilidades más importantes de todo ser humano, porque dejar el planeta en manos de una nueva generación de personas que no sólo puedan manejarlo y manejarse ellas mismas con efectividad, sino que logren finalmente hacer de este mundo un lugar de paz y amor para siempre, es algo sumamente difícil.

Todos los papás queremos que nuestros hijos e hijas crezcan satisfechos de sí mismos, que se conviertan en seres con sus capacidades desarrolladas. Que se desenvuelvan para ser personas sin límites en cada aspecto de su vida. Que sean positivos y no pesimistas. Pero ¿sabe cómo puede comenzar a impactar positivamente la vida de sus hijos para que esto sea una realidad? 

Podría comenzar con ser un ejemplo para ellos, ya que sus acciones y no sus sermones son los que lograrán este impacto positivo en la vida de sus hijos. Pero cuidado porque, ¡usted puede ser el mejor o el peor ejemplo para ellos! 

Solo imagínese aquél que le da una reprimenda sobre la importancia de no tomar alcohol, y cuando le sonríe el aliento es puro aguardiente. O está hablando con su hijo adolescente sobre las relaciones sexuales, y le comenta el terrible efecto de no usar preservativo y resulta que el hijo descubre que este dechado de virtudes tiene hijos regados en varias mujeres, a quienes muchas veces ni conoce y nunca les ha brindado protección. Claro, les da el apellido, pero solamente hasta allí llegó.

Su reacción normal sería pensar: "Este tipo es un hipócrita".
La misma lógica se aplica en la enseñanza de actitudes sobre la vida. Si su objetivo es ayudar a sus hijos e hijas para que aprecien la vida y siempre sean capaces de disfrutar de ella, tendrá que empezar esa tarea trabajando primero consigo mismos y modelando este tipo de actitud en todos sus actos. Usted debe ser un ejemplo viviente.

Es esencial mostrarle a los hijos e hijas el retrato de una persona que se respete a sí misma, si eso es lo que quiere inculcarles. Es importante que sea coherente con su propia vida. Recuerde siempre que no hay mejor respuesta para la actitud negativa de un niño o niña, que un ejemplo positivo. La mejor respuesta para un niño o una niña con mal genio, es una persona calmada. 

Así considero, que no hay mejor manera de criar a nuestros hijos que exhibiendo con orgullo nuestro ejemplo. Por supuesto que cada uno debe encontrar la mejor forma para guiar a sus muchachos, pero en todos los modelos lo importante es hacerlo con amor, y entendiendo que la fórmula que utilizaron mis padres no necesariamente es la más conveniente para mis hijos, eso depende de muchas circunstancias; y somos nosotros los llamados a descubrir cuál es la mejor forma para sacar la tarea como papás.

Pero bueno, lo importante es que los hijos e hijas entiendan que verdaderamente los queremos siempre desde que nacen hasta que Dios nos mande a buscar, y que todo lo que hacemos es por su bien.

¡Feliz día a todos los que merecen llamarse papás!  





martes, 11 de junio de 2013

LA DESMEMORIA SOCIAL DE LOS VENEZOLANOS

LA DESMEMORIA SOCIAL  DE LOS VENEZOLANOS

ZENAIR BRITO CABALLERO

Muy pronto se nos está olvidando la historia de Venezuela y de Latinoamérica olvidando las tragedias que produjo el abuso de poder en las dictaduras de los siglos pasados. De un abuso que manipulaba las leyes y la administración del bien común para enriquecimiento de los poderosos y su entorno y para sometimiento indefenso de la población sin poder reclamar e instalar sus derechos humanos fundamentales.


Si en las dictaduras el poder de abusar estaba en manos del dictador de turno y sus colaboradores, ahora el abuso de poder está repartido entre los administradores corruptos de los poderes Ejecutivo, Judicial, Legislativo, Electoral, y Moral o Ciudadano.
Para el pueblo, el resultado es similar. Los administradores corruptos, pagados con sueldos del pueblo, no trabajan para el bien de todos, sino para su enriquecimiento, manteniendo al pueblo en el sometimiento indefenso, en el desempleo, en la ignorancia (sometiendo incluso las universidades e institutos superiores del sistema educativo formal), en la pobreza, en la marginación disminuyendo el presupuesto que les corresponde para dárselo a las misiones y a la UBV.
Muy pronto estamos olvidando la información, que más de la mitad de la población vive en pobreza, en miseria, que esta injusta y desequilibrante desigualdad tiene además productos colaterales perniciosos como la mortalidad, la violencia, la producción, venta y consumo de drogas, la delincuencia y la criminalidad.
Muy pronto olvidamos que la pobreza no es resultado casual o fruto de la vagancia de los pobres, sino que está provocada por estructuras injustas, creadas o mantenidas por los administradores socialistas corruptos, que ejercen la política mirando a sus intereses o los de su grupo y no al servicio de los ciudadanos que los eligieron. Pero la desmemoria no es solo problema de los políticos, lo es también de la sociedad.
En la sociedad venezolana, como entre los políticos, hay de todo. También hay luchadores activos y defensores de los derechos humanos y la justicia, que nos recuerdan constantemente las consecuencias de los abusos de poder y nuestra responsabilidad para impedirlos. Pero el hecho es que la sociedad global aguanta las injusticias, no sanciona ni siquiera moral y socialmente a los corruptos y les deja libre la cancha de los poderes del Estado para que sigan abusando del poder contra los derechos e intereses de la mayoría.
Peor aún, cuando hay elecciones se hace evidente que a gran parte de la sociedad, a veces la mayoría, no le importa elegir a corruptos para ocupar los cargos de poder. Se olvidan que cuando los corruptos se instalan, abusan del poder y mantienen la situación de injusticia.  Como diría el escritor González Faus, somos “la sociedad desmemoriada,” una sociedad que solo es consciente de la realidad en instantes inconexos, y como la persona desmemoriada no sufre, se reacomoda o solo sufre al inicio del proceso cuando se da cuenta que pierde el control de la realidad, pero no luego cuando ya ha perdido del todo la memoria.
¿Por qué se produce la desmemoria social? Hemos montado un estilo de vida en el que lo hacemos todo acelerados: Percibir sensaciones, desarrollar vivencias, tener experiencias, recibimos tantas y tan rápidas imágenes, tanta información, que antes de haber reflexionado las noticias nos agobiamos con otras muchas más, de manera que al fin no nos queda ninguna información asimilada; nuestro cerebro no puede grabar tantos impactos sucesivos vertiginosos, olvidamos casi todo.
Por otra parte, no nos gusta vernos en problemas, preferimos olvidarlos y evadirnos con cualquier distracción. Los venezolanos tenemos que asumir la enorme parte de responsabilidad que tenemos en el estado actual de crisis que vive el país. Es muy cómodo echarle toda la culpa solamente a los gobernantes que sabemos que si lo son, pero no es solo quejarnos porque las cosas no están como pudieran y debieran estar.
¿Quién elige a los representantes del pueblo en los poderes del Estado? ¿Dónde está la soberanía del pueblo? ¿Por qué no la ejercemos hasta conseguir la justicia y la erradicación de la corrupción en la administración pública del Estado? Estas y otras muchas preguntas posibles tienen diversas respuestas.
Algunas parecen evidentes: Curemos nuestra desmemoria; revisemos la formación política y ciudadana en democracia que hemos recibido; promovamos esa formación política con la que podamos dar respuesta justa a los derechos de todos y a los abusos de poder de los corruptos atornillados en los poderes del Estado venezolano.  

“LA CRISIS VENEZOLANA NO AFECTA LOS VICIOS”

“LA CRISIS VENEZOLANA NO AFECTA LOS VICIOS”

ZENAIR BRITO CABALLERO

¿Quién entiende a los venezolanos? 

Cuando hablan del alto costo de la vida, disparado por la alta inflación, el desabastecimiento, la escasez, la crisis alimentaria y energética que está golpeando la economía muy especialmente de la clase media en un país con altos ingresos petroleros

Pero si nos damos una vuelta por los bares, ferias de comida de los centros comerciales y restaurantes donde expenden bebidas alcohólicas descubrimos que no hay espacio, están a reventar, y por supuesto la enorme clientela no se preocupa en lo más mínimo si al día siguiente tiene o no dinero para comprar el pan, el jugo y la leche para que sus hijos desayunen. 

Así es Venezuela. “El país de la maravillosa revolución roja-rojita”, cuando en verdad el dinero no alcanza ni para comprar el arroz, los plátanos y las caraotas negras.

Qué pena saber que mientras se gastan la plata en whisky 18 años y cerveza-en las casas de más de uno- los niños no tienen ni un tetero de leche ni un cuadernito para ir a la escuela ¿no les da remordimiento a estos padres viciosos que hasta empeñan el sueldo o quitan prestado para beber aguardiente? ¿Tendrán conciencia?, no sé, pero de lo que sí estoy segura es que en Venezuela sobran los padres irresponsables.

Los venezolanos hablan de crisis, pero jamás dejan los vicios, pareciera que no les importa que aumente la leche, la carne, el pollo, la harina de maíz y el pan, pero supongo que si suben “la cerveza, el cigarrillo y el whisky” rápidamente se organizan para una gran protesta nacional. ¿Verdad que la crisis no afecta los vicios?

No hay duda que los venezolanos hacemos méritos de sobra para obtener el primer lugar. Aquí imponemos nuevos récords a cada rato, pero solo cuando se trata de perder el tiempo y adquirir   vicios. Ahí están los bares llenos, para eso si hay plata, o para escuchar chistes vulgares en esos momentos de borrachera cuando se envalentonan para gritar e insultar a sus madres, esposas e hijos, pero Dios guarde les diga al jefe que trabajen una hora más para sacar un pedido urgente, porque inmediatamente lo denuncian ante el Ministerio de Trabajo por explotador.

Los datos en los principales diarios del país indican que el consumo de licor aumenta un 60% los fines de semana largos. Venezuela está en el mundo en la lista de los países más consumidores de bebidas alcohólicas. Qué ironía las fechas especiales como la Navidad, el carnaval, la semana santa y los días feriados que se convierten en una bebedera de “aguardiente” porque muchos de los venezolanos son un montón de irresponsables que se escudan en el pretexto que “yo tomo socialmente” para no ser considerado como un alcohólico.

Estos mismos son los que andan quejándose por el alto costo de la vida y pichirrean a la esposa y a los hijos hasta unos miserables bolívares que les pidan para comprar el mercado y los útiles escolares. Por qué no aprovechan mejor la plata. Una “cerveza” le cuesta, unos cuantos bolívares, y por cada cerveza que deje de tomarse podría comprarle a su familia al menos una lata de leche. Haga el esfuerzo y verá que la culpa de las calamidades que pasa la familia es suya por sus vicios incontrolados y su falta de responsabilidad. 


britozenair@gmail.com

domingo, 9 de junio de 2013

SE DEJÓ DE LADO LA PALABRA TOLERAR

“SE DEJÓ DE LADO LA PALABRA TOLERAR”

Zenair Brito Caballero

La tolerancia como virtud cívica y como valor ético sigue extraviada en el ambiente político venezolano. Parece ilusorio lograr ese consenso mínimo, indispensable para que la aun llamada democracia funcione civilizadamente; la coexistencia pacífica, en medio de las diferencias,  sigue siendo una asignatura pendiente porque históricamente ha prevalecido el sectarismo como práctica política desfavorable y negativa.

De ahí han surgido los radicalismos y la larga  confrontación en estos casi 15 años de régimen socialista-comunista. El diálogo constructivo entre contrarios no ha sido posible, y parece que no bastan las miles de muertes y asesinatos para entender y aceptar que el único camino hacia la paz pasa por la tolerancia y el debate civilizado e ilustrado. La cultura de la paz sólo es posible en una sociedad tolerante, condescendiente, comprensiva y flexible, caracterizada por la diversidad ideológica y cultural.

Tolerar amigos lectores, es aceptar la pluralidad en todos sus campos y expresiones. Es respetar las ideas, visiones, credos y prácticas de los demás, aunque difieran de los propios, siempre y cuando todas se ajusten a los principios, valores e instituciones sobre los cuales se sustenta una verdadera democracia y no un falso socialismo-comunismo a la cubana como el que sea pretendido imponer en nuestro país.

La tolerancia, junto a la justicia, la libertad, la igualdad ante la ley, la participación ciudadana y la soberanía popular  son pilares sobre los que debe sostenerse todo régimen auténticamente democrático, pero no uno socialista-comunista como  dicen sus seguidores es el nuestro.

Obviamente no hay que confundir la tolerancia con la indiferencia ni con la permisividad ante posiciones o prácticas socialmente perjudiciales. La diversidad, la heterogeneidad, las diferencias y la pluralidad, son, desde todo punto de vista, enriquecedores y vitales porque generan interacciones, cambios, transformaciones y dinamizan los procesos sociales.

La uniformidad absoluta no es posible y sería un freno al desarrollo. La tolerancia debería ser un compromiso de todos los venezolanos, de los ciudadanos afectos al régimen y los disidentes a él, de las comunidades y desde luego del Estado.

Venezuela es un país pluricultural, heterogéneo y variado donde sus habitantes tenemos distintas maneras de actuar y de expresarnos, y dentro de esa diversidad se dan también las diferentes visiones del mundo y de las cosas y a partir de ahí surgen las ideologías contrarias como algo consustancial a la verdadera democracia.

Es así en todo el mundo. Ninguna sociedad es homogénea. En Venezuela, por desgracia, el gobierno socialista-comunista a los contrarios no les reconoce como adversarios políticos, sino como enemigos irreconciliables y cada uno señala al otro como único responsable del problema. No se permite el disenso, el desacuerdo, la disconformidad, la obstinación, y el sectarismo es eliminar al contrario a costa de lo que sea.

La hostilidad se exacerba permanentemente y copa todos los escenarios donde deberían reinar el diálogo y la conversación constructiva. El insulto, la humillación, el agravio y la ofensa marcan un estilo practicado desde hace casi 15 años, afianzado por el verbo incendiario, burlesco, jocoso y permanente del ilegítimo y sus compinches rojos-rojitos en sus constantes cadenas y en el circo montado por los diputados comunistas en la Asamblea Nacional.

La discriminación se ha disparado también. Todas las censuras comienzan con expresiones descalificadoras a los disidentes al régimen; las críticas contra cualquier desempeño han estado siempre marcadas por el odio, la rabia, la envidia y hasta el color de piel. En un país cargado de rico mestizaje hay quienes aun se creen  puros, indoeuropeos o caucásicos.

Tanta intolerancia atenta contra el derecho a la vida,  crispa los ánimos y acentúa la confrontación; las amenazas contra líderes populares, políticos, sindicalistas, periodistas y medios de comunicación son intensas.

Muchos hombres y mujeres disidentes al socialismo-comunismo corren, en serio, el riesgo de ser liquidados por bandas criminales de ultraizquierda que, con nuevos nombres, anuncian que “tienen la orden de encarcelar o liquidar” a dirigentes contrarios y a miembros de organizaciones de mujeres y defensores de derechos humanos; a todos los acusan de manejar un discurso de derecha fascista y de criticar la  confiscación de tierras y al gobierno de su amadísimo presidente Nicolás Maduro.

Mientras tanto, nosotros, usted y yo amigo lector los que no somos violentos, deberíamos unir nuestras voces de paz y de reconciliación a Dios y a Jesús Misericordioso, y soñar con una Venezuela donde quepamos todos y donde prevalezcan la convivencia, la unidad, la paz, la solidaridad, la tolerancia y la justicia social.

Si se puede, con una resistencia pacífica por la verdad y la Democracia, la paz y la libertad,  tarde o temprano ha de llegar. ¡Que así sea!  




LOS INDIVIDUOS CARENTES DE DECORO Y DE VERGÜENZA

LOS INDIVIDUOS CARENTES DE DECORO Y DE VERGÜENZA

Zenair Brito Caballero 

Hoy al escribir este artículo puedo considerarme, de alguna forma, una escribidora, léase bien no escritora ni escribiente. Viéndolo así ¿Qué necesito para serlo?, pues claro, escribir y es lo que hago todos los días porque lo sé hacer.
Hoy he aprendido a apreciar los pequeños detalles, los pequeños regalos que nos da la vida. He aprendido a escuchar la armonía que pueden tener dos palabras que se unen formando un verso, y más tarde un hermoso poema que adormece corazones, sin pudor alguno.
He aprendido a amar las palabras y lo delicioso que se siente escribirlas, para que luego otro, llegue a leerlas. He crecido como mujer, como madre, como abuela, como persona y disfruto ser  como lo he sido siempre honesta, decente y auténtica. Eso sí, disfruto al quitarme la máscara y poder dejar que vean, lo que de verdad soy.
Disfruto ver más allá del horizonte. De llegar lejos, adonde me lleve la mente y el corazón. Creo que a eso le llaman ser más humano. Como también se aprende a odiar, hacer rabiar, y a ser orgulloso. Cosas no tan buenas, pero que le dan sabor a la vida ¡y de qué manera! También me he dado cuenta que en este mundo de los medios impresos hay personas no tan nobles, sin escrúpulos, inmorales para no decir malas. A veces los describiría como víboras que engullen su presa ferozmente
Pero eso es algo grotesco. Son individuos que no ven la parte bonita de la vida, que no se dedican a soñar; sino a crear pesadillas para los demás. A veces me duele haber cohabitado legalmente tantos años o tratado con una persona como esas. Que disfrutan sádicamente ver como la rabia trata de apoderarse de corazones sinceros y libres de toda tiranía
Son enfermos mentales, que como si bebieran la sangre de un sabio, sin darse cuenta que tiene los efectos del veneno para aquel que la bebe, sin antes apreciar su pureza ese que solo la bebe por amor a hacer el mal, y no por amor a saber utilizarla y proveerse de toda sabiduría que proporciona.
Hay personas de todo tipo y personas con el alma de diferente color. Unos la tienen negra y otros blanca, como la nieve que en invierno cubre los caminos y callejones. Unos la tienen azul, como los ojos de aquella diosa, la de los ojos de lechuza. Otros la tienen roja, como las llamas que yacen crepitando, formando el fuego infernal. Que es único por la maldad que enciende. Como también puede ser la pasión convertida en deseo.
Yo no pienso que aquellos que tienen negra el alma sean malvados y vacíos de sentimiento, al contrario. Pienso que están llenos de dolor, de remordimientos de conciencia, agonía, sufrimiento por todo el mal que han hecho en su recorrido por la vida. Pues, el negro representa la ausencia de color. Y viéndolo de esa forma. La única compañía que tienen es la de la amargura y la agria soledad interior.
En fin volviendo a los tipos de persona las que de verdad no le ven el sentido a la vida son aquellos que tienen bocas impertinentes. Como aquel que se califica de alta moral, honesto, inmaculado y puro. Quien no le conoce que le compre. Me encantaría saborear un final como aquel, que ya no es un final hubiese sido interesante dejar esto hasta aquí, pero el impulso de seguir escribiendo me come por dentro.
No comprendo, cual es la parte dulce e interesante de vivir vanagloriándose de  actitudes y valores que no se tienen porque se desconocen ¡POBRE HOMBRE!,. De decir cosas de su vida solo por el placer de crear un rumor que no tiene ni pizca de realidad porque la mayoría solo conoce la imagen que aparenta frente al espejo
Yo pienso que el verdadero sabio calla y se limita a observar. A trasmitir con los ojos, únicamente su verdad, sin necesidad de vanagloriarse para con ello desprestigiar y ofender a los demás.
Las personas deberíamos ser como obras de arte. Como cuadros que posan guindados en la pared. Que conservan su belleza interior sin opacar la de alguien más. Que enseñan una pequeña parte de su ser, para así, atraer al espectador a que se plantee descubrir del cuadro, sus secretos, esos que se esconden debajo de esas numerosas capas de pintura
A veces pienso que no deberíamos tener boca, para saber y poder callar y así, tener más tiempo para aprender a sentir y aprender a amar. Para instruirse a darnos cuenta que hay cosas que hieren y que hacen daño en el corazón. Y cosas que de verdad, si deberían ser escuchadas.

Porque es eso lo que a veces hacemos todo lo contrario, golpes bajos de palabras escritas en un diario o en una pobre columna periodística para echárselas de dechado de virtudes y que dejan almas afectadas. Pues los culpables, son aquellos como aquel de boca desvergonzada e inmoral.

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