miércoles, 11 de septiembre de 2013

“APRENDE A DECIR QUE NO”

“APRENDE A DECIR QUE NO” 

Zenair Brito caballero

¿Por qué nos cuesta tanto decir NO a las peticiones que nos hacen los demás cuando éstas no son buenas o convenientes para muchas personas? Muchos de nosotros fuimos educados para complacer a los demás aun cuando en algunos casos esto signifique renunciar a nuestros sueños o intereses personales.

Eres de las personas que con frecuencia se escucha respondiendo: ¡Claro nos encontramos donde tú quieras!, ¡Vamos a ver la película que te guste!, ¡Está bien, yo te recojo a las 4:00 en punto!... todo esto muchas veces sin tener ganas o teniendo otros compromisos que tendrás que cancelar para poder complacer a estas personas.

¿Dices cosas que no sientes para quedar bien? O ¿te dejas convencer con facilidad para hacer algo que no te provoca? Si la respuesta es sí, hagamos una reflexión importante juntos porque tal vez, tienes problemas para decir que NO, sin sentirte culpable.

Algunas de las razones por las cuales te es tan difícil decir que NO son: Porque tienes miedo de perder el cariño de algunas personas, entonces te dedicas a complacerlas para que te quieran. Porque te enseñaron a complacer a los demás, porque quieres ser aceptado y entonces vives en función de otros ignorando muchas veces tus verdaderos deseos.

También porque no has practicado suficiente el arte de decir que no, ya que cada vez que vas a hacerlo le miras la cara a la otra persona y te arrepientes antes de decirlo. Cuando en lugar de decir que NO dices que sí... generalmente más tarde te sientes arrepentido y molesto con la persona o contigo mismo por ceder una vez más a pesar que tu decisión era decir que no.

Además, es una falta de respeto a ti mismo que muestra a otros que pueden conseguir de ti aquello que necesitan ejerciendo un poco de manipulación. Y por supuesto cuando te sientes abrumado por la cantidad de compromisos que has adquirido sin querer, tu autoestima se baja reafirmando tu incapacidad de superar la situación.

Defiende tus verdaderos deseos, fortalece tu autoestima y aprende a decir NO, sin quedar o sentirte mal. No se trata de ser insensible a las necesidades y a los deseos de los demás, se trata de aprender a pensar en ti mismo a ratos. Mira a los ojos... y afronta la situación. - Atrévete a decir, siempre, lo que quieres.

En lugar de disfrazar tus verdaderos pensamientos o sentimientos, anímate a expresarlos a la otra persona sin darle muchas disculpas y sin sentirte molesto. Encuentra las mejores palabras para decirle: Lo siento mucho pero no puedo quedar contigo para esa hora porque tengo otro compromiso previo. No te sientas responsable de la situación del otro. - No te justifiques. Cuando das muchas explicaciones para justificar tu negativa a complacer a la otra persona, muestras inseguridad y le das espacio al otro para seguir dándote razones hasta que logre convencerte de que cambies tu respuesta negativa - Con amabilidad, mantente firme.

Esta es una buena combinación que muestra tu seguridad y al mismo tiempo la claridad y la responsabilidad frente a tus compromisos. Hay momentos en los que podemos mover un poco nuestra agenda para apoyar a otro pero no podemos hacerlo todo el tiempo, porque corremos el riesgo de perder el manejo de nuestro tiempo y el cumplimiento de nuestros propios compromisos. –

No te afectes por la reacción de los demás. Muchas veces estás tan atento a la reacción de la otra persona cuando dices no, que al notar su malestar te sientes culpable y sólo unos segundos después te escuchas diciendo: Está bien, yo veo lo que puedo hacer para estar ahí... Recuerda que eres tú quien le enseñará a los demás a respetarte como persona y a valorar tu tiempo y disponibilidad, no te sientas culpable ni temeroso de su rechazo. –

No te dejes manipular. Cuando los demás conocen tu debilidad, se aprovechan de tu incapacidad a decir que no para solucionar sus situaciones personales. Fortalece la confianza en ti mismo, valórate y siéntete seguro para establecer límites firmes que les impidan a los demás manipularte. –


Arriésgate a ser tú mismo. Pregúntate: ¿Qué es lo peor que puede pasar si en un momento dado dices que no? Te dejarán de querer, se alejarán de ti, se molestará la persona... tal vez. Pero también te puede suceder que los demás aprendan a respetarte y acepten de buena gana tu negativa sabiendo que detrás de ella, existe el mismo cariño y la misma disposición de compartir y cooperar britozenair@gmail.com

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