¿CÓMO
TENER EN VENEZUELA ELECCIONES DIGNAS?
Zenair
Brito Caballero
Siempre se ha reprochado el exceso de elecciones
que hay en Venezuela y los consecuentes períodos electorales casi consecutivos,
que no permiten a funcionarios y a la sociedad en general manejar limpiamente
la correcta administración del Estado sin las distorsiones que las pasiones
partidarias que toda campaña desata.
Los empleados o funcionarios tienen poca
autonomía para trabajar con su mente limpia de contaminación electorera, como
juraron al levantar la mano pensando solo en el beneficio del país no en el de
su partido, y no pensar las acciones, declaraciones y actuar en general en
función electorera.
Algunas pueden ser buenas, pero no dejan de
apreciarse así, lo cual es nocivo para la sociedad votante. Las cosas buenas
deben apreciarse bien por todos, incluyendo a los opositores, así como las
malas deben apreciarse igual incluyendo a los simpatizantes.
Tampoco se la pasarían tratando de bloquear las
buenas iniciativas que pueda tener el rival, aunque sean provechosas para la
población, simplemente para evitar que tenga réditos electorales, una situación
que sumada a la anterior es solo mala para la sociedad y el desarrollo del país
cada día más al borde del precipicio.
Acaban de pasar las elecciones presidenciales del 7 de octubre y estamos a pocos días de las de gobernaciones y muy pronto las de los alcaldes, contaminados
permanentemente por el ruido de campaña del gobierno socialista-comunista, y ésta
siempre comenzando prematuramente hace varios meses por las fulanas cadenas de
radio y televisión de promoción de los supuestos logros del gobierno revolucionario
aunque sea ilegal, pero las instituciones como el CNE aquí no funcionan porque
son brazos ejecutores de los designios del gobernante mayor.
El CNE dice que no estaban en campaña porque no
piden el voto y nuevamente nos consideran estúpidos, mentecatos o necios o no les importa lo que pensemos, no sé qué es
peor.
Una definición de campaña política citada en
enciclopedia y académicamente dice así: “Una campaña política o campaña
electoral es un esfuerzo organizado llevado a cabo para influir en la decisión
de un proceso en un grupo. En las democracias, las campañas se refieren a las
campañas electorales, donde se escogen verdaderos representantes”.
Entonces, señores del nada independiente CNE
rojo-rojito, ¿cómo nos lo explican menos ofensivamente? Podrían decir algo como
“la ley no es muy clara en este asunto” y sigan haciendo lo que les place o les
da la gana sin insultarnos. Hay algunas cosas en el gobierno
socialista-comunista que se debería corregir para ser más eficientes y trabajar
más fácilmente en el desarrollo y el cual tiene mucho que ver con las excesivas
elecciones, cambiando leyes.
Lo primero sería cambiar los períodos de los
funcionarios. El primero sería el presidencial. El de Estados Unidos para mi es
bastante bueno: cuatro años con posibilidad de reelección, que es como un
período de ocho años con examen de idoneidad a la mitad. Si funciona, lo
reelegimos; si reprueba, se va, como Jimmy Carter.
Tres años me parece que es poco para alcaldes y diputados, ya que podrían ser cuatro y coincidir siempre con las elecciones presidenciales, así que tendríamos elecciones cada cuatro años. No le temamos a que si la popularidad del candidato a presidente es muy alta, al votar no haya contrapesos. De todas formas, hoy que los hay, consiguen el transfuguismo, alterando la voluntad popular con mucha labia o sobornos como han acusado a los nuestros y como sucede en países como Brasil. La diferencia es que allá los meten presos.
Tres años me parece que es poco para alcaldes y diputados, ya que podrían ser cuatro y coincidir siempre con las elecciones presidenciales, así que tendríamos elecciones cada cuatro años. No le temamos a que si la popularidad del candidato a presidente es muy alta, al votar no haya contrapesos. De todas formas, hoy que los hay, consiguen el transfuguismo, alterando la voluntad popular con mucha labia o sobornos como han acusado a los nuestros y como sucede en países como Brasil. La diferencia es que allá los meten presos.
Esta innovación debe acompañarse al hacer que los
diputados sean electos por circunscripciones electorales; así realmente saben a
quién responder y los ciudadanos saben quién es su diputado que se preocupará
por ellos y no obedecerá ciegamente a la cúpula o al dedo señalador del
Presidente porque es su amigo incondicional y le sigue incondicionalmente. ¿usted
qué cree?
Ese grupo pequeño le daría seguimiento como a los
alcaldes. Si fallan se van.
Deberíamos reducir el número de diputados a uno por departamento, excepto en los de mayor población, que cuando pasen de 200,000 habitantes podría tener dos. Menos personal fantasma, asesores, vehículos, etcétera. ¿Necesitamos más?
Aprobar la ley de partidos políticos para transparencia y gobernabilidad, y reformar el CNE con rectores independientes de militancia partidista, para que funcione en dos secciones: administración de elecciones y administración de justicia electoral sin representantes de partidos políticos. ¿Qué tal?
(britozenair@gmail.com)