¿DE QUÉ SOMOS ESCLAVOS?
Zenair Brito
Caballero
¿De las heridas que recibimos cuando éramos pequeños?, ¿de los traumas de la infancia?, ¿de lo que alguien más decidió que fuéramos?, ¿de una relación que no nos satisface?, ¿de un trabajo que no disfrutamos?, ¿de la rutina de la vida? ¡Ya liberémonos! ¡Tiremos ya ese costal que llevamos en la espalda.
En
el guardamos el resentimiento, el rencor y la culpa. Dejemos ya de culpar a
otros y al pasado por lo que no marcha bien en nuestra vida. Cada día tenemos
la oportunidad de empezar otra vez. Cada mañana, al abrir los ojos, nacemos de
nuevo, recibimos otra oportunidad para cambiar lo que no nos gusta y para
mejorar nuestra vida. La responsabilidad es toda nuestra.
La
felicidad no depende de los padres, de la pareja, de los amigos, del pasado,
depende solo de nosotros. ¿Qué es lo que nos tiene paralizado?, ¿el miedo al
rechazo?, ¿al éxito?, ¿al fracaso?, ¿al qué dirán?, ¿a la crítica?, ¿a cometer
errores?, ¿a estar solos? ¡Rompamos ya las cadenas que nosotros mismos nos
hemos impuesto!
A
lo único que le debemos tener miedo es a no ser uno mismo, a dejar pasar tu
vida sin hacer lo que queremos, a desaprovechar esta oportunidad de mostrarnos
a otros, de decir lo que pensamos, de compartir lo que tenemos. Somos parte de
la vida y como todos, podemos caminar con la frente en alto.
Los
errores del pasado ya han sido olvidados y los errores del futuro serán
perdonados. Démonos cuenta de que nadie lleva un registro de nuestras faltas,
solo nosotros mismos. Ese juez que nos reprocha, ese verdugo que nos castiga,
ese mal amigo que siempre nos critica, ¡somos nosotros mismos! Ya perdonémonos,
sólo nosotros podemos lograrlo. ¿Cuándo vamos a demostrar amor a los seres
queridos? ¿Cuándo nos queden unos minutos de vida?, ¿Cuándo les queden a ellos
unos minutos de vida? Disfrutemos de las relaciones sin hacer dramas.
Si
pretendemos que todos hagan lo que queremos o que sean como hemos decidido, si
pretendemos controlar a los que nos rodean, llenaremos la vida de conflictos.
Permitamos a otros que tomen sus propias decisiones como hemos de tomar las
nuestras, tratando siempre de lograr lo que es mejor para todos. Así podremos
llenar la vida de armonía.
Y
por último, ¿Qué estás esperando para empezar a disfrutar de tu vida? ¿Que se
arreglen todos tus problemas?, ¿Que se te quiten todos tus traumas?, ¿Que por
fin alguien reconozca tu valía?, ¿Que llegue el amor de tu vida?, ¿Que regrese
el que se fue?, ¿Que todo te salga como tú quieres?, ¿Que se acabe la crisis
económica?, ¿Que te suceda un milagro?, ¿Que por arte de magia todo sea hermoso
y perfecto? ¡Despierta ya amigo!, ¡Despierta ya amiga!, ¡Esta es la vida!
La
vida no es lo que sucede cuando todos tus planes se cumplen, ni lo que pasará
cuando tengas eso que tanto deseas. La vida es lo que está pasando en este
preciso instante. Tú vida en este momento es leer este artículo, donde quiera
que lo estés haciendo y con las circunstancias que te rodean ahora. En este
momento tu corazón lleva sangre a todas las células de tu cuerpo y tus pulmones
llevan oxígeno a donde se necesita.
En
este momento algo que no podemos comprender, te mantiene vivo y te permite,
ver, pensar, expresarte, moverte, reír, ¡hasta llorar si quieres! No te
acostumbres a la vida, no te acostumbres a despertar todos los días y estar
aburrido, o malhumorado, o preocupado. Abre tus ojos y agradece todas las
bendiciones que puedes ver, agradece tu capacidad de oír el canto de los
pájaros, tu música preferida, la risa de tus hijos y de tus nietos.
Pon
tus manos en tu pecho y siente tu corazón latir con fuerza diciéndote: “Estás
vivo, estás vivo, estás vivo”. Yo se que la vida no es perfecta, que está llena
de situaciones difíciles. Tal vez, así es como se supone que sea. Tal vez por
eso se te han brindado todas las herramientas que necesitas para enfrentarla:
Una gran fortaleza que te permite soportar las pérdidas, la libertad de elegir
como reaccionar ante lo que sucede, el amor y el apoyo de tus seres queridos.
Sé
también que tú no eres perfecto, nadie lo es. Y sin embargo, millones de
circunstancias se han reunido para que existas. Fuiste formado a partir de un
diseño maravilloso y compartes con toda la humanidad sus virtudes y defectos.
Así está escrito en tus genes, en los genes de todos los seres humanos que han
existido y en todos los que existirán.
Tus
pasiones, tus miedos, tus heridas, tus debilidades, tus secretos y tu agresión,
los compartes con todos tus hermanos. ¡Bienvenido a la raza humana! Esos
supuestos defectos son parte de tu libertad, parte de tu humanidad. Si te
preguntas ¿Quién soy yo para decirte todo esto? Te contestaré que no soy nadie,
soy simplemente una versión diferente de lo que tú eres. Otro ser humano más
entre miles de millones, pero una mujer que ha decidido ser libre y recuperar
todo el poder de su vida. Espero que tú también decidas hacerlo.
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