martes, 14 de mayo de 2013

“ROMPER EL MIEDO AL DESAFÍO NO ES IMPONER”


“ROMPER EL MIEDO AL DESAFÍO NO ES IMPONER”

Zenair Brito Caballero

Muchos países latinoamericanos han abierto sus puertas al desarrollo, a la innovación, al avance de la ciencia y la tecnología. Miden su progreso en la disminución de la pobreza. Mientras que otros, como el nuestro, mantienen sus modelos caducos, tiranos, socialistas-comunistas a la cubana, que en vez de reducir la carencia, la están y quieren seguirla manteniendo firmemente. 

La energía que encierran niñez y jóvenes, podría ser mejor aprovechada si, quienes están a cargo de los Gobiernos, le dieran más tiempo e inversión. Rescataran los valores y aportes culturales, y se esforzaran seriamente en disminuir la brecha abismal que nos succiona irremediablemente. Menciono esto porque la “cultura” es un elemento central en todo lo que hacemos y pensamos: es razón, conocimiento, deseo, imaginación, percepción, adaptación, creación, innovación, relación, amor. Vida y muerte. Es elemento.

Romper el miedo al desafío no es imponer. Aislar a comunidades enteras de la educación no es generar conocimiento. Innovar es importante, pero refundando un verdadero proyecto educativo que nos permita avanzar desde cada punto cardinal. No olvidemos de que el futuro nos transportará a un mundo diversificado y enredado, y no una acuarela cultural uniforme, homogénea. 

Educar para una ciudadanía intercultural es combatir el etnocentrismo, lógica del colonialismo. Inspirar confianza. Promover excelencia vinculada a la pertinencia. Bajar las barreras. Es aplicar un enfoque inclusivo en la enseñanza (desde su planificación). Descartar la discriminación y avanzar en el campo social equitativo. Es apertura, empatía. La educación enseña a vernos como prójimo, y no como bárbaros. 

Su tarea está en promover la transformación hacia un modelo pluralista, afectivo. Sembrar valores como la igualdad. Provocar sinergias de acercamiento mutuo, de participación de todas las culturas para encontrarse con la modernidad. 

La educación debe arbitrar. Con lucidez, claridad y rapidez mental. Quien crea que nuestra penosa calidad en materia  educativa es a causa de las Normales, está viendo solo una pluma del ave. Está olvidando muchas antesalas, carencias y vacíos. El asunto acá, es de fondo. Trae en las venas inequidad, rechazo, racismo y falta reiterada de visión. No atender a los pueblos y sus visiones; no sentir sus necesidades, sería, justamente, romper con esa plataforma esencial que sustenta todo sistema educativo. Me parece que ya va siendo hora de escuchar. ¡De confinar tiranos que escupan tu cara! Despierta, NO a las mentiras y si a las verdades.



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