martes, 15 de octubre de 2013

“UN PUEBLO QUE ELIGE CORRUPTOS NO ES VÍCTIMA ES CÓMPLICE DE LA CORRUPCIÓN “

“UN PUEBLO QUE ELIGE CORRUPTOS  NO ES VÍCTIMA ES CÓMPLICE DE LA CORRUPCIÓN “

Zenair Brito Caballero

Seguridad y orden constitucional son indispensables en un país que aspire a un sólido desarrollo humano. Y en una administración pública, esta debe ser su principal razón al operar. Vivir honestamente, no daña al otro y dar cada quien lo que le corresponde” son principios en los que se basa el justo derecho.
Desafortunadamente el panorama electoral venezolano para las elecciones municipales del 8 de diciembre y las ofertas de sus candidatos no aportan interés en consolidar acuerdos en ello. Esto a causa, del principal responsable como es la partidocracia la cual propicia  un Estado corruptor y codicioso, secuestrado por fuerzas antidemocráticas socialistas-comunistas que con su actuar demencial da lugar a un entorno raquítico éticamente  y devora el país lentamente a todo nivel y nos ofrece un futuro cada vez más sombrío y apagado.
La impunidad, se hace cada vez más presente y que al parecer no se tiene interés en afrontar. Las ideas novedosas han sido desplazadas por quimeras que  especulan de la mano del clientelismo alejando con ello las demandas legítimas de los sectores dinamizadores  que integran la sociedad.
Basta ver la resistencia constante en ser transparentes en las cuentas y manejos de las instituciones estatales,  aprobaciones trasnochadas de presupuestos los que nunca suplen el canibalismo y la coima burocracia, acción incoherente en no aceptar mandatos al apegarse a la ley como todo ciudadano.
Un ejemplo de ello, es la Asamblea Nacional, El Tribunal supremo de justicia, la Contraloría, etc.; pero ¿qué decir del resto? En el Sistema Judicial o la misma Presidencia de la República; cuyos estados contables son un verdadero bunker por su total inaccesibilidad, y el irracional presupuesto parlamentario.
El resultado nefasto y perverso de todo este actuar político refuerza la percepción ciudadana hacia sus elegidos, quienes administran la hacienda pública como Cartel en el que crean condiciones deprimentes que lo único que generan es enriquecimiento ilícito todo por esa ansiedad por hacer dinero fácil y como sea . De ahí el nulo interés de la juventud por estas temáticas. Por ello, insisto que la sumatoria negativa de lo que se vive hoy día no fortalece la disposición de petición que se intente realizar en un mañana cercano para crear políticas públicas, por parte de los ganadores de las próximas elecciones municipales.
A esto se suma la ausencia de seguridad para garantizar un resultado honesto y franco por parte del CNE que ha demostrado no ser un poder independiente, sino un brazo ejecutor de las decisiones del Ejecutivo. La credibilidad de un funcionario se basa por su conducta y no por un finiquito. Y en un candidato a ser Alcalde o concejal con mayor énfasis, pero  algunos presumen  que un papel con membrete les garantiza “Honradez notoria “. 
La ausencia de respeto jurídico hacia los contribuyentes propicia un vacio evidente de la debilidad institucional, y  es difícil creer que se actuará de forma independiente y eficiente en la lucha contra los males que aquejan la nación.
Esta situación demanda no solo un mayor grado de exigencia por parte de la ciudadanía, que se reduce a cuestionamientos desde espacios virtuales, la sociedad debe pasar de la comodidad del dispositivo móvil a la acción real, abran los ojos despójense de el temor.
Pregunto: ¿Si el miedo es algo que todo ser vivo  siente, quién es más valiente? ¿el que no lo muestra y no lo afronta o el que lo afronta pero si lo muestra?
¿Hasta cuando la ciudadanía venezolana asumirá la responsabilidad de ser parte de la solución de la problemática social que se expande por el territorio, mediante una participación más activa?
Si bien somos testigos de diferentes acciones de diferentes organismos y organizaciones, que a pesar de pensar ideológicamente diferentes, la madurez ha sido tal que han logrado converger en un propósito ideal como es la promoción y trabajo por la gestación de una nueva conciencia participativa, enfocada directamente en la solución de los conflictos sociales.
La sociedad venezolana, no debe perder el tiempo en discusiones banales que estancan iniciativas de desarrollo económico.
Trabajemos por el futuro en el que las herramientas y condiciones sean factibles tanto en el espacio  educativo, político como económico y así poder fijar los fundamentos democráticos para el tan ansiado desarrollo. Tengamos presente que: “Un pueblo que elige corruptos  no es víctima es cómplice de la corrupción”

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