domingo, 8 de septiembre de 2013

“ALIANZA NO ES IGUAL A CONSPIRACIÓN”

“ALIANZA NO ES IGUAL A CONSPIRACIÓN”

Zenair Brito Caballero

El riesgo de irrespetar la ley o la autoridad que la ejerce, reside en el pensamiento que con estos hechos no se destruye el tejido institucional que sostiene la armonía y la confianza. Solo aceptar que alguien pueda sentirse superior a la ley, es descabezar la posibilidad de poseer la ansiada igualdad de derechos. 
Esa acción llevará al final a un caos donde logrará imponerse el más intrigante, el más corrupto, corrompido o deshonesto, el más mordaz, irónico y socarrón, el capaz de rebajar sus comportamientos, en aras de mantener su posición, aunque el resultado sea daño y que ningún hecho resista una mínima revisión.
El incremento de la corrupción en Venezuela en estos 15 años de gobierno socialista-comunista, está contribuyendo al hundimiento de la esperanza de un alto porcentaje de venezolanos, a la imposibilidad de separar el engaño, la mentira y la falsedad de la verdad y origina sinnúmero de violencias.
La violencia puede llevarse a cabo de diversas maneras: A través de golpes u otras conductas físicas que hagan daño físico; por medio de influencia psicológica, aterrorizando o manipulando de forma negativa los sentimientos; ejercitando o propiciando el aislamiento o el rechazo social de la víctima; o a través de amenazas o insultos directos o cartas, que porten acusaciones falsas y/o difamaciones sobre el lastimado.
Es corrupto considerar que la convivencia es voltear la mirada y decir “yo de leyes no entiendo nada”, cuando al lado se viola lo legal. Eso no es convivencia. Eso es complicidad. Esta situación se debe fundamentalmente a que en el ámbito se justifica la violación a las normas y, entonces, se finge creer que el problema reside en la forma como se redactan las leyes y los decretos. 
Esa manera de violar la ley “sin querer queriendo” como decía el famoso Chavo del 8 es peligrosa, pues se convierte en permisividad del delito y en la perniciosa idea que trasgredir la ley no genera consecuencias.
El mejor programa de gobierno o de administración que pueda tener cualquier partido, movimiento político o propiedad horizontal, es el respeto al ordenamiento constitucional, el jurídico, los reglamentos, las resoluciones, sentencias, los estatutos y reglamentos.
Mientras tanto, alrededor de la corrupción, quizás muchos venezolanos no adviertan el riesgo de sus acciones y no perciban el tamaño del monstruo que se está gestando. Es un monstruo que al final comerá ciudadanos venezolanos, vecinos o adeptos, que ahora pueden estar perdiendo la capacidad de sentir asco, repugnancia, hastío y de desobedecer o transgredir.

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