martes, 2 de octubre de 2012

EL CONSUMO ES ESENCIALMENTE INVENTO CONQUISTA Y GOZO DEL HOMBRE


 EL CONSUMO ES ESENCIALMENTE INVENTO CONQUISTA Y GOZO DEL HOMBRE
Zenair Brito Caballero 
(britozenair@gmail.com)

Escuchando la charlatanería que utiliza el candidato presidente venezolano en sus cadenas proselitistas, como en sus campañas para reelegirse nuevamente presidente donde ya tiene gobernando 14 años, observamos como el pueblo ignorante lo sigue en sus manipulaciones emocionales para que lo reelijan nuevamente.
Ellos ignoran  que tanto el comunismo, como quienes instalados en una demagogia galopante atacan o estrangulan a la sociedad de consumo, o lo que es igual, a la sociedad productiva, viendo en ella una encarnación ideológica antes que una realidad variable de nuestro tiempo, olvidan frecuentemente que la negación, como la destrucción, son también una forma de consumo.
Ni aún en Francia, donde fue publicado por “Le Monde”, podría entenderse el anuncio que pregonaba: Consuma menos… Vivirá mejor. Los que tienen que consumir menos son los que consumen con exceso, pero quien vive mal porque no puede consumir, vivirá peor si no logra consumir más, ateniéndonos al esquema simplista que expuso el Presidente de Irán en  una intervención que hizo en la ONU.
Lo comprendemos mejor si, por ejemplo, nos servimos del marco referencial de nuestros países en América, cuyos problemas se agravan precisamente porque los bajos índices de consumo, al relacionar faltas de producción y productividad, plantean el drama de mercados insuficientes y de carencias mayores.
La tarea colosal, es producir más, incorporando al trabajo y al consumo a muchos millones de gentes, necesitadas de hábitos fundamentales de vida civilizada, no es repartiendo riqueza como sale adelante un pueblo sino generando trabajo, creando confianza, abriendo oportunidades con el consiguiente bienestar individual.
No hay peor retraso del ser humano que el que causa la miseria, Cuba, anclada en el Caribe, sigue sumergida en ella, con una población que no alcanza a consumir lo necesario, Nicaragua trabaja por salir adelante después de haberse embarcado con un comunismo reciclado, mientras que nuestra  Venezuela debate su futuro en una agónica incertidumbre económica, social y política, ocasionada por un Gobierno y que socialista-comunista, que cambió de rumbo de manera temeraria con el grito populista, demagógico y charlatán de Chávez  a la orden del día y con una chequera petrolera, arrojando cheques a diestra y siniestra, en su afán de enlistar más países en la órbita Alba.
Volviendo al consumo, dentro de esta gigantesca convocatoria de deseos, gustos, necesidades y satisfacciones en que la sociedad productiva actúa y desemboca, la publicidad aparece desempeñando una característica función de intermediaria entre productores y consumidores. Lo que queda expuesto facilitará un entendimiento medular para nosotros. Que de idéntica manera que el hombre precede a la publicidad, el consumo antecede a la publicidad.
El mecanismo publicitario, al fortalecer su carácter eminentemente competitivo, a mayor competencia, mayor mercado, a mayor mercado, mayor capacidad de elección, apoya y empuja una economía libre, basada en la pluralidad de opciones y alternativas.
Ni se concibe una sociedad de consumo que no garantice la libertad del mercado, ni una publicidad que no respete y promueva la libertad de elección. En el plebiscito diario de las mercancías, quien vota es el público. Vota en esencia, por la posibilidad de una vida mejor, aceptando o rechazando lo que verdaderamente necesita o desea. Esto es, que el consumo no es un invento de la publicidad. El consumo es, esencialmente, invento, conquista y gozo del hombre.

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