"LA VICTORIA ES SIEMPRE DEL MÁS PERSEVERANTE".
Zenair Brito Caballero
(britozenair@gmail.com)
Puedes vivir con
más aplomo y soñar con claros horizontes si renuevas cada día tu energía con
tres fuerzas: Pasión, pertenencia y perseverancia. Estas Tres fuerzas te ayudan
a prescindir de lo que te atrapa, explorar otros espacios y sembrar lo mejor en
el presente sin que nada te intimide. La pasión es la energía de las grandes
acciones y es un fuego interior que necesitas nutrir cada día con buenos
pensamientos, buenas palabras y buenas acciones.
La pasión brota
del amor que sientes por ti mismo, los seres queridos y lo que haces. Los años
y la rutina pueden apagar esa pasión arrolladora que tienen los niños y los
jóvenes. Tu desafío es apelar a lo mejor de ti mismo y mantener vivo ese
"amor del principio" del que habla un inquietante texto bíblico en
Apocalipsis 3, 21. “Si se ha enfriado tu amor del principio avívalo de nuevo
con una fe viva y un compromiso total”.
De otra parte,
sólo estás bien cuando tienes pertenencia, es decir, echas raíces donde estás,
te sientes parte de un equipo feliz y trabajas para que así sea con un lema que
identifica a los buenos deportistas: "Sudar la camiseta y trabajar en
equipo".
Pertenencia es
valorar tu grupo, sentirte a gusto y no estar en una entidad o empresa sólo por
un interés monetario. Todos debemos aprender de empleados que en situaciones
críticas han optado por entregarse de lleno y sacar adelante una entidad en
crisis, incluso renunciando a mejores ganancias. Después han recogido con
creces superado el temporal.
Con fe y amor
siempre hay salidas. La verdad es que siempre hay salidas cuando los seres
humanos se entregan sin reticencias, con pasión, pertenencia y perseverancia.
De hecho, una obra maestra se pinta no se esculpe en un largo período de
tiempo: cuatro años y medio se entregó con paciencia Miguel Ángel a pintar el
techo de la Capilla Sixtina; cuatro años estuvo Dante redactando y puliendo la
Divina Comedia.
Puedes esperar
lo mejor cuando perseveras o ya estás en el pantano del fracaso cuando te
rindes. Por eso decía el escritor francés Corneille: "La victoria es
siempre del más perseverante". ¿Sabías que el mejor bateador en el beisbol
acierta sólo en dos o tres intentos de cada diez? Lo importante es no confundir
la perseverancia con la obstinación y ser constantes de un modo creativo.
Hay que
perseverar abiertos a nuevas estrategias en un mundo de incesante mutaciones.
Por eso las tres fuerzas deben ir acompañadas de tres valores que, según los
expertos, son los más necesarios en un mundo cambiante: humildad, flexibilidad
y creatividad.
Sólo con
humildad puedes reconocer tus vacíos; sólo con flexibilidad puedes adaptarte y
sólo con creatividad rompes paradigmas, te renuevas, y evitas que te deje el
tren de la historia. Da Vinci era un ser apasionado, amaba lo que hacía y era
perseverante. De él y de otros grandes seres humanos podemos aprender a dar lo
mejor y mirar de frente sin perseguir espejismos. Por ello rompamos un
paradigma obsoleto de 14 años que no nos ha dejado nada sino una Venezuela en
el despeñadero: con pasión, pertenencia y perseverancia lo lograremos. Hay un
camino y es el DEL PROGRESO.
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