Zenair Brito Caballero
(britozenair@gmail.com)
Viendo por la televisión y por
la prensa escrita, las disertaciones de los candidatos a las elecciones
presidenciales del próximo 7 de octubre, reflexionemos hoy amigos lectores
sobre nuestras vidas y sobre como Dios y la naturaleza nos ofrece lecciones
y ejemplos maravillosos de los cuales podemos aprender para la vida.
Si plantamos una semilla buena,
en tierra fértil, y le brindamos el cuidado adecuado, producirá los frutos
planeados y esperados: Una simiente genera un árbol de la misma especie de
aquel del cual procede, así la creación continúa, en medio de un misterio
fascinante, como una secuencia imparable.
Esta es la ley de la cosecha y
de ella debemos aprender todos los días: Se cultiva lo que se planta, se
recoge de aquello que se siembra. Lo mismo que ocurre en el reino vegetal
sucede con el lenguaje, con las expresiones, con las palabras, acciones,
esperanzas, anhelos, sentimientos y pensamientos de las personas. Quien
difunda palabras de amor, cariño, ternura, afecto, bondad, consideración y
respeto, recogerá seguramente ideas nobles, pensamientos gratos y actos
buenos.
Pero quien sigue sembrando expresiones de desamor, malquerencia,
ojeriza, antipatía, odio, rencor o rabia, división de clases sociales,
difamando, demoliendo, descalificando, ofendiendo o destruyendo con su voz,
tarde o temprano propiciará intrigas, resentimientos, amarguras y venganzas
en quienes le siguen.
Las palabras son sentencias y
como “entre cielo y tierra no existe nada oculto”, incluso los secretos
mejor guardados como los secretos de Estado o las frases pronunciadas con
el mayor recelo, serán reveladas por la historia que nada esconde y
producirán las consecuencias propias de su naturaleza.
Existen seres maravillosos que
hacen de la palabra un acto de magia: El candidato de la Unidad nacional da
voces de aliento, mensajes de ilusión, de sueños, de esperanza, expresiones
de gratificación y reconocimiento, cada vez que abre su labios, salen de
ellos semillas de amor, bondad, optimismo, generosidad, solidaridad,
respeto y fraternidad. De él se dice todo lo bueno, porque es lo que ha
dicho de los demás. Es como una gran ola, un conjunto de ondas que se
propaga en el infinito.
Con respecto a las labores de los candidatos: El
que está labrando excelencia, esfuerzo, trabajo, y disciplina, con certeza
obtendrá éxitos y satisfacciones, logros, lucros, ganancias. Quien está
sembrando honestidad y franqueza, recto proceder, impecable obrar, tarde o
temprano recogerá la reciprocidad de lo que ha hecho. Si sigue actuando con
nobleza, transparencia y buena intención, conquistará resultados óptimos y
así será.
Si sigue cultivando amor,
dedicación, esmero, cultivará la posibilidad de ver realizados sus anhelos,
de conquistar sus metas. Quien plante en su corazón, en su pensamiento y en
la mente de otros, esperanzas relacionadas con un mejor porvenir, cosechará
un profundo cielo azul, con un hermoso arco iris de bellísimos colores en su
futuro.
Por esperar lo mejor, un día lo
mejor vendrá a su encuentro, porque está propagando sentimientos de amor y
nobleza, ternura y generosidad, preocupación por el bienestar de los demás
y de Venezuela, seguramente tendrá la gratitud, amor y reconocimiento que
merece. La vida es justa, el destino es acertado. Si pones en todo lo
mejor, ten fe: Recibirás lo mejor porque lo habrás ganado
Vale la pena preguntarse: ¿Qué simientes colocas
en el alma, el corazón y la historia de los que encuentras a tu paso? ¿Cómo
son las palabras, sentimientos, intenciones y acciones que diseminas en tu
caminar? Trabaja con denuedo para que la ley de la cosecha obre a tu favor,
y puedas sonreír con satisfacción al final de la jornada. “Quien planta
flores, disfruta su perfume… “Quien siembra trigo, obtiene pan…” “Quien
esparce alegría, recoge felicidad”. “Quien siembra amor, recoge amor”
“Quien siembra violencia, recoge violencia” “Quien siembra vientos, recoge
tempestades” ¿Qué deberías plantar tú para cosechar lo que anhelas? Hay un
camino y es el DEL PROGRESO. Vota el 7 de Octubre por la dignidad, la
unidad y la democracia.
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