miércoles, 26 de septiembre de 2012

SÓLO EL CAMINO HACIA EL PROGRESO PUEDE AYUDARNOS A SALIR DEL TÚNEL


 SÓLO EL CAMINO HACIA EL PROGRESO PUEDE AYUDARNOS A SALIR DEL TÚNEL
Zenair Brito Caballero 
(britozenairgmail.com)

Estamos observando un gran malestar social que está afectando al mundo, en unos países más que en otros y en Venezuela es desesperante, pero lo cierto es que la situación de desempleo, hambre, miseria, corrupción y desamparo se acrecienta cada día más, en parte porque el imperativo ético de la justicia social no funciona.

Cuando se cierran todas las puertas con individualismos egoístas, la insolidaridad toma gobierno en nuestras vidas y resulta difícil entregarse al bien común. Porque únicamente, desde un justo clima de convivencia responsable, es posible la verdadera solidaridad, lejos de cualquier búsqueda de lucro y poder.

Hay que ir a la raíz de los problemas. Debemos buscar siempre los auténticos valores, que no son otros que los derechos humanos fundamentales. Hemos de establecer, igualmente, un sincero diálogo con los demás. Esto es importante. Sólo así, podremos salir de esta crisis que viene produciendo un tremendo sentimiento de malestar desesperante.
 Algo que empuja a la crispación, a los desórdenes, a una vida comunitaria que se hace irrespirable e irresistible. Las abundantes situaciones de miseria, explotación, de falta de garantías ciudadanas, conducen a una verdadera situación de inquietud y desasosiego.

A consecuencia de esta ansiedad, vivimos en una convulsión permanente que debe cesar. Este es el riesgo fatal que corremos, fruto de un pésimo gobierno que juega con la mentira y convive con la manipulación de los pueblos. La realidad es que gran parte de la población venezolana carece de acceso a una protección social adecuada.

Esto es gravísimo para una sociedad que se cree avanzada y anda en retroceso. Nadie debería vivir por debajo de un nivel de ingresos determinados. Sería una manera de reducir el desencanto actual. La búsqueda de la justicia social es vital para comprimir esta intranquilidad que nos circunda. Hoy, las desigualdades, son escandalosas. También la falta de respeto por la dignidad de vidas humanas es otra de las cuestiones vergonzosas. Añadir, además, la falta de la tolerancia entre compatriotas.

Ahora bien, bajo este contexto de pesadumbre generalizada, tampoco se pueden cometer actos de violencia, que no llevan a ningún sitio. La manifestación pacífica es lícita, en cambio la violenta siempre será ilícita, y quitará razón a sus convocantes.

Por consiguiente, los efectos de esta crisis financiera y económica no pueden llevarnos a una recesión de pensamiento, es más, pienso, que debemos mantenernos firmes y unidos, frente a las fuerzas que nos dividan o discriminen. Todos, al unísono, debemos adoptar medidas de consenso para crear entornos de sosiego que propicien el logro de la paz, de la inclusión social, y de un trabajo decente para todos.

Ha llegado, pues, el momento de oponerse a tantos males que afligen a la humanidad y por consiguiente a Venezuela, compartiendo horizontes y buscando solución a las diferencias. Al final nos hemos dado cuenta que sólo el camino hacia EL PROGRESO puede ayudarnos a salir del túnel. Cooperar votando por el progreso el 7 de octubre es señal de que Venezuela se humaniza, y humanizada, es más fácil entender y comprender a los demás, mirando desde el propio corazón de cada uno.

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