sábado, 28 de julio de 2012

ZENAIR BRITO CABALLERO, LA ÚNICA FORMA DE CONVIVENCIA SOCIAL ES EL RESPETO AL DERECHO AJENO


LA ÚNICA FORMA DE CONVIVENCIA SOCIAL ES EL RESPETO AL DERECHO AJENO
Zenair Brito Caballero 
(britozenair@gmail.com)
En Venezuela........ ¿Institucionalidad?, ¿Estado de derecho?, ¿Democracia?, ¿Ética pública? ¡Bahhhhhh! deuda pública en aflictivo aumento, y como siempre, penosamente, la mano extendida de los pobres  pidiendo ayuda.


No es para menos. Es la realidad. Con asombro sin embargo, veo y escucho la propaganda oficial diciendo pomposamente  que “Venezuela avanza con Chávez”. ¿Cómo es esto? ¿Venezuela avanza con un socialismo-comunismo que no es tal? ¡Por favor, si de lo que el país está es en pleno desorden social y total anarquía! 

¿Qué puede hacerse en este país para volver cercanamente a la normalidad?, ¿Cómo hacer entrar en razón a los políticos del llamado desgobierno revolucionario?, ¿Cómo explicar que la única forma de convivencia social es el respeto al derecho ajeno?,

¿Cómo hacer entender a estos depredadores de la Nación que, como diría Emmanuel Mournier, “La paz reposa, ante todo, en el orden interior de la persona”?, ¿Cómo recordarles, yendo a la historia, y a la nuestra cercana por cierto, que aquel juicio enorme de Erasmo de Rotterdam en pleno renacimiento europeo, “La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa”, constituye una gran verdad?

Emmanuel Kant, filósofo alemán, proponía en su opúsculo “Por la paz perpetua”, (1795),  que la política se fundiera con la ética, y que la paz debería sostenerse en un imperativo categórico, es decir, en el orden moral. La paz, decía, es una prioridad moral, mientras la guerra es un acto contra la razón

Una paz perpetua no es un estado de naturaleza sino un estado legal, el único que puede dar a la persona y a la sociedad seguridad contra todo intento de hostilidad. Y remataba: Son los ciudadanos quienes deben poder decidir su propio destino, porque de otra manera, será la guerra quien tomará tal decisión, haciéndolos caer en un estado de total calamidad

Maquiavelo, nos había prevenido unos tres siglos antes sobre eso, cuando en su obra magistral, El Príncipe, afirmaba que la política es mala, que hay maldad en la política. Maquiavelo, reconocido como el padre de la moderna ciencia política, nos habla de ello cuando se refiere a la tristeza de los hombres: El mal en el mundo es inevitable, y el mal en la política aun menos. El mal en la política no surge, como se afirma algunas veces, por una inclinación natural del hombre, ni como resultado de un estado de necesidad en el cual el hombre se obligue a recurrir a medios crueles para hacer frente a la maldad del otro. 

Para Maquiavelo, el mal en la política se origina como una posible consecuencia de la situación del hombre en la historia, en un curso de eventos que se salen de la comprensión humana. “La tristeza del hombre”, dice, no alude a una originaria maldad humana, a una condición inmodificable de la naturaleza del hombre, sino indica la conciencia de la condición humana, constantemente expuesta a los reveses de la fortuna.

Por eso, dice, el hombre es un traidor, un animal que actúa sólo en función de lo útil, pronto a cambiar de bandera según las circunstancias. “De los hombres, dice,  se puede decir esto, generalmente: Que son ingratos, volubles, engañosos, que huyen de los peligros,….y mientras están bien, son todos muy amigos, lo dan todo por el otro, le ofrecen su sangre, el alimento, la vida, los hijos,……pero cuando se encuentran mal, se dan la vuelta y te atacan”. ¿Verdad, o mentira?

Estamos mal. Quien no quiera admitirlo, huye de la verdad, y ello es peligroso. Ciertamente, como decía Albert Camús,”Buscar lo que es verdadero no es siempre buscar lo que es deseable”; pero también ya antes había afirmado Platón: “Hay que tener el valor de decir siempre la verdad, sobre todo cuando se hable de la verdad”.

He cedido la palabra a estos grandes filósofos porque mi debilidad siempre ha sido la Filosofía: Kant, Maquiavelo. Mournier, Albert Camús, y a Platón, “El maestro de los que saben”. Por ello amigo lector Quien tenga oídos para oír, que oiga; quien tenga ojos para ver, que vea; quien tenga mente para comprender, que comprenda. Venezuela está en el suelo y tenemos que levantarla con nuestros votos que conduzcan al camino del Progreso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario