ZENAIR BRITO CABALLERO, EL VALOR DE LAS ENCUESTAS EN LA CAMPAÑA ELECTORAL

EL VALOR DE LAS ENCUESTAS  EN LA CAMPAÑA ELECTORAL Zenair Brito Caballero  (britozenair@gmail.com)

En días recientes, ha tomado un lugar preponderante en el debate nacional el tema de los sondeos de opinión, mejor conocidos como "encuestas". Al respecto, y dada mi experiencia en el tema, pues fui  asesora y tutora de Tesis de Maestría y Doctorales quiero compartirles las siguientes reflexiones:

Para todos los que nos dedicamos al área de la investigación científica, es evidente la cercanía de quienes se dedican al negocio de las encuestas y los principales actores políticos del país, y eso es algo que no debe de espantarnos ni generarnos ninguna suspicacia.

Todos los que nos dedicamos a la tutoría en postgrado, en alguna ocasión, hemos tomado un café con nuestros asesorados y con las personas que responden a las encuestas cuando se trata de un trabajo de campo, o una tesis experimental o una investigación acción, sin que ello signifique que se pone en riesgo su imparcialidad o la calidad de su ejercicio profesional en las respuestas dadas a las encuestas que deben responder para el análisis de los datos de la tesis de grado que están realizando.

Las relaciones con los encuestólogos, son, en cierto sentido, como las relaciones con quienes se dedican al oficio del periodismo. No podemos ni debemos pensar que la amistad con ellas y ellos compromete su imparcialidad.
Por lo tanto, en una primera aproximación, yo no me atrevería a poner en tela de juicio su probidad moral o su ética. Sin embargo, lo que sí está claro es que en su desempeño profesional, mucha gente del gremio, comete errores que pueden influir de manera directa en los resultados de; y ese no es un asunto menor ni es algo que debemos soslayar.

Relacionando mi experiencia tutorial con las encuestas políticas tan de moda en estos días de campaña electoral, para nadie es un secreto que muchas de las personas que van a votar, lo hacen con la determinación de apoyar a quien creen que "va a ganar", ya que es una condición humana el de apoyar a quien se considere como el posible ganador. Mucha gente decide a pesar de sus preferencias iniciales, en votar por quien cree que va a ganar. Lo demás sería desperdiciar el voto por la fórmula perdedora. En ese sentido, los resultados publicados por la gran mayoría de las casas encuestadoras, juegan muchas veces un papel definitorio en los procesos electorales a favor  de X o Z candidato.

Y si comparamos los resultados publicados por las encuestadoras gobierneras pagadas por el gobierno revolucionario, diferirán  mucho de los resultados finales de la elección del próximo 7 de octubre, porque la  diferencia será mucho mayor a lo que ellos determinan como "margen de error".

Por ello, la sociedad en su conjunto necesita una explicación "técnica" de los acontecimientos que están sucediendo, porque me resisto a pensar en una gran confabulación de todas las empresas encuestadoras de este gobierno que le den un amplio margen de ventaja al comandante socialista-comunista sobre Henrique Capriles Radonski, si es un joven que arrastra masas en cada rincón del país, en cambio el otro candidato solo se vale de las cadenitis para demostrar la obra de su desgobierno y el apoyo que le dan los rojos rojitos del CNE. Pensar en que cada una de las prestigiadas casas esté en disposición de "vender sus resultados", equivaldría a decir que todo en este país está en venta y estoy segura que esa no es nuestra realidad.

De no existir una explicación técnica aceptable a dicho fenómeno, estamos entonces ante un escenario digno del más profundo de los estudios antropológicos de nuestra sociedad, en donde el masoquismo colectivo como lo llamaría Denisse Dresser, se está apropiando de nuestra forma de elegir, guiado en esta ocasión por el canto de las sirenas, materializado en las encuestas pagadas por el gobierno

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No me uniré a las voces que condenan a las encuestadoras como un brazo más de las directrices electorales del comandante y de su gobierno, pero tampoco me conformaré con la simplista explicación de que todas se equivocan de la misma forma a la misma vez. En política no hay coincidencias.

Así pues, queda hecha la invitación a las encuestadoras para que aclaren de manera abierta y transparente a la sociedad venezolana, cuáles son los factores que hacen que se equivoquen de manera tan evidente en sus pronósticos. Estoy segura de que sabrán responder, por que el país lo necesita. Es un asunto mucho más allá de uno u otro candidato, o de una elección. Es un asunto mucho más allá del candidato presidente y de Henrique Capriles Radonski. Que así sea por el bien de todas y todos los venezolanos