LA POLITICA CORRUPTA DE LOS AMOS DEL PODER VENEZOLANO
Zenair Brito Caballero
Hace muchos años, para regir los designios de una nación, de una
gobernación, de los miembros del Congreso Nacional, de miembros de las
Alcaldías, de las Asambleas legislativas, de ministerios, etc.etc, se elegía
como funcionario, a la persona más respetable por su academicismo, honestidad,
experiencia política y profesionalismo.
De allí proviene la definición de político: “Orientador o conductor de
pueblo.” Y sus ejecutores trabajaban, muchas veces, hasta ad honorem. Eran unos
civilistas de tiempo completo al servicio de la comunidad; hasta los llamaron
“Padres de la Patria”, que por desgracia se acabaron, pues los Bolívares y los
verdaderos patriotas murieron hace ya largo rato.
La actual Asamblea Nacional está en un limbo jurídico, como la mayoría de
los diputados son rojos-rojitos, es una olla podrida y eso que no han destapado
los rasponazos económicos. El colmo es que aún hay quien dude en aprobar su
revocación. Siendo una Asamblea de rodillas al poder ejecutivo, quien tenga
dignidad ya hubiese renunciado.
Las altas cortes no se quedan atrás porque el choque de trenes es a diario,
por determinaciones baladíes y quien los ve tan orondos y presumidos como pavo
reales, pero de cabezas vacías, son unas totumas llenas de cucarachas.
El gobierno revolucionario socialista-comunista en su falsa democracia de
papel, con la elección popular del candidato-presidente, malversa el dinero que
es del pueblo, al dejar que sus jefes de campaña y principales adláteres,
gasten millonadas de bolívares en campañas suntuosas y en comprar conciencias,
para después recuperarlas del erario.
Además esa elección es una solemne estafa porque quien de veras lo comanda
es el cacique de turno o el abarcón bien adinerado para comprar más conciencias
de los más necesitados.
Lo peor es que, a ciencia y conciencia, se consideran los únicos capaces y
piensan que lo están haciendo bien, porque su propia incultura
socialista-comunista no les permite discernir lo malo de lo bueno, o sea actuar
correctamente; por eso sostengo que “nuestros dirigentes son inferiores a las
circunstancias”.
El colmo es que aun con semejante despelote, no aceptan la “deshonestidad”
del alto porcentaje de los parlamentarios corruptos del gobierno
socialista-comunista. Eso corrobora que nuestro sistema político es obsoleto,
arcaico, caduco e inútil. Es un verdadero fiasco
Venezuela está pidiendo a gritos su cambio, su relevo o transformación,
pues a pesar de estar en el nuevo milenio, han desfigurado la forma antigua y
correcta de elegir los gobernantes y por ende, se ha desvirtuado el arte de la
política honesta, altruista y suprapartidista para dirigir al pueblo por senderos
de paz, trabajo, dignidad, desarrollo y progreso.
Para colmo, por el desmedido personalismo, la clase dirigente de las
regiones se ha subdividido en tantos clanes familiares como caciques tenga el
pueblo, proliferando el caciquismo por doquier, para desarticular los partidos
tradicionales en grupos de apellido o de bolsillo, por sus intereses
politiqueros, de enriquecimiento fácil y de poder creados…
¡Ah burguesía indolente y mal habida!… ¿Usted en qué se compromete el
próximo 7 de octubre? A que continúe la corrupción o al CAMINO DEL PROGRESO.
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